Santoral

¿Qué debes saber en el aniversario de los patronos de Córdoba: San Acisclo y Santa Victoria?

En la efeméride de su muerte, repasamos el origen de los mártires, la historia de su devoción y los actos previstos hoy

El obispo oficiando la misa por el rito hispano-mozárabe en San Pedro en honor a los Santos Mártires R. Serrano

Baltsar López

Córdoba celebra este sábado , 17 de noviembre, un nuevo aniversario de la muerte de sus patronos San Acisclo y Santa Victoria , que se convirtieron en los primeros mártires de Córdoba a principios del siglo IV. ABC aprovecha esta efeméride para repasar la vinculación de San Acisclo y Santa Victoria con la ciudad -mucho más intensa en otros tiempos, como el siglo XVI y XVII- y los actos que se celebrarán en un honor a lo largo de la jornada de hoy.

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Imágenes de los Santos Mártires de la basílica menor de San Pedro de Córdoba R. SERRANO

El origen

El origen de la huella de San Acisclo y Santa Victoria , patronos de Córdoba, sobre la ciudad están en los inicios del siglo IV , cuando se convirtieron en sus primeros mártires . La Fundación Santos Mártires de Córdoba, iniciativa de la diócesis que aglutina a distintos centros educativos, señala que en concreto fue « el 17 de noviembre de 313 cuando, según el acta que se conserva en la biblioteca del Convento de San Juan de los Reyes en Toledo, aunque existen autores que suponen que pudo ser en los años 204, 229 ó 311, San Acisclo fue degollado a las orillas del río , mientras que Santa Victoria fue asaetada en el anfiteatro romano» al no querer renunciar a la fe cristiana.

El historiador y articulista de ABC Córdoba Juan José Primo Jurado señalaba en un artículo publicado en este periódico el 14 de noviembre de 2010 que los adolescentes Acisclo y Victoria sufrieron su martirio a principios del siglo IV , condenados por el prefecto Dión durante la gran persecución a los cristianos del emperador Diocleciano.

Y reseñaba que, según la tradición, Minciana, ciudadana romana, recogió el cadáver de Victoria y lo llevó junto al de su hermano donde éste fue martirizado [a orillas del Guadalquivir], «construyéndose una basílica en tiempos finales del Imperio Romano , la cual perduraba en época visigoda». No en vano, relataba, en dicho artículo, que desde muy temprano se le comenzó a rendir culto oficial a San Acisclo

En el lugar de su martirio, contaba Primo Jurado en ABC Córdoba, se alzaría luego el convento de los Santos Mártires , «como tantos otros desaparecido con la desamortización de 1835». Sobre esos suelos, se levantó en 1881 la ermita neogótica de los Santos Mártires . En 1949 fue declarada Patrimonio Histórico Español.

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Pintura de 1650 San Acisclo y Santa Victoria del pintor Antonio del Castillo SOTHEBY'S

Una intensa devoción perdida

El historiador Juan Aranda Doncel , en un artículo publicado en ABC Córdoba el 26 de noviembre de 2007, contaba cómo era la intensa devoción de los cordobeses en los siglos XVI y XVII hacia San Acisclo y Santa Victoria .

En los albores del 1500 , ahondaba, las reliquias de San Acisclo y Santa Victoria son objeto de « una fuerte veneración por los cordobeses que acuden masivamente a la capilla del monasterio de los Santos Mártires». «Especial solemnidad revisten los actos religiosos de la fiesta principal que se celebra todos los años el 17 de noviembre [fecha de su martirio]», relataba Dondel.

En la calle, sigue su artículo, se ponía un « vistoso cortejo procesional , integrado por la clerecía y las cruces parroquiales, los prebendados del cabildo catedralicio y los miembros del concejo, encabezados por el corregidor». Además, se oficiaba una misa cantada con sermón.

En los años setenta del siglo XVI alcanzó, cuenta este historiador, un momento de esplendor la fiesta de los patronos de la ciudad y de la diócesis. Al mismo tiempo la d evoción de los cordobeses se intensifica , siendo un factor determinante la visita de Felipe II en 1570 a la capilla sepulcral de San Acisclo y Santa Victoria, quien entra de rodillas en señal de veneración.

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Imagen de la tradicional ofrenda floral en la hornacina del Puente Romano Valerio Merino

La celebración, en la actualidad

Muy alejado de la intensidad con la que se festejaba a los patronos en el sglo XVI y XVII, pero este sábado, 17 de noviembre, la ciudad volvera a recordarles. En concreto, habrá, un año más, una serie de actos organizados por la diócesis de Córdoba, la hermandad de la Misericordia y los Santos Mártires, la hermandad de la Buena Muerte y el Cabildo Catedralicio.

Arrancarán en la iglesia de San Pedro , donde se guardan los restos de los Santos Mártires, con un solemne besamano a Nuestra Señora Reina de los Mártires . Tendrá lugar de las 10.00 horas a las 14.00.

A las cinco y media , tendrá lugar la tradicional ofrenda floral ante la hornacina dedicada a San Acisclo y Santa Victoria en el Puente Reomano.

Dos horas despues, un año más, la basílica de San Pedro acogerá una misa oficiada por el rito hispano-mozárabe .

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Retablo de calla Linares con San Rafael flanqueado por San Acisclo y Santa Victoria V. Merino

La huella

Aunque hoy en día viven la paradójica situación de ser unos patronos olvidados, no siempre fue así. Por ello su huella en la ciudad es notoria . Su rastro se deja sentir en el altar que hay en la confluencia de las calles Lineros y Candelaria , donde se venera también al Arcángel San Rafael, el Custodio de la ciudad.

Además, un centenario colegio lleva el nombre de Santa Victoria , así como la parroquia del barrio del Naranjo. La de Valdeolleros porta el de San Acisclo. Y en el Puente Romano , tras su reforma, una hornacina recuerda dede 2008 a ambos, con sus nombres y las palmas simbólicas del martirio. Eso sí, aquello trajo cola por la manera en que se recuperó el pequeño altar que ya existió en el siglo XIX y del que habla Pío Baroja en su obra «La Feria de los discretos».

El hecho de que en la restauración del paso elevado, acometida por la Junta, se incluyeran sólo los nombres de Acisclo y Victora eliminando el apócope «san» causó malestar entre colectivos católicos, como Presencia Cristiana o la Agrupación de Cofradías .

Además, como ya se ha reseñado, otra huella muy visible en la ciudad de ambos santos es la ermita de los Santos Mártires .

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