«¿Debe pasar algo muy grave en Córdoba para que nos doten de personal y medios a los bomberos?»

ES uno de los bomberos municipales de Córdoba que sufre en sus carnes la falta de medios humanos y materiales de este cuerpo. Prefiere mantener el anonimato. Es su única cautela. Luego, se lanza a explicar por lo que pasan y lo que pueden suponer para la ciudad los déficits que sufren. « ¿Hay que llegar a que pase algo muy grave para que se nos dote de personal y medios? Este servicio no se puede dejar de lado, porque nunca pasa nada», reflexiona.

Admite que llevan «mal» la falta de efectivos . «Hay mucha tensión», explica, porque vas al parque y « no sabes si vas a encontrarte tres o cuatro compañeros trabajando ; ayer [por el jueves] por ejemplo estábamos bajo los mínimos fijados ». «Los días de asuntos propios no se pueden coger, aunque son un derecho», añade, a lo que se suma que «te obligan a trabajar por decreto» ; o sea acudir a su empleo cuando no les corresponde. Y lo hacen, para más inri, sin que se les remunere.

«Nos prometieron que no iba a haber ningún problema para pagarnos» , afirma, para luego recordar que «no se ha pagado ni un decreto» . Y en el último año, según ha denunciado CC.OO., ha habido cerca de cien -cada uno afecta a un empleado-. «No puede ser que le estemos salvando la cara a los políticos porque no gestionan bien», asegura.

Deben lidiar también con otras limitaciones . Así este trabajador del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) asegura que, de las tres autoescaleras de que disponen, sólo hay una operativa . En cuanto a los vehículos que tienen para operar en el Casco, denuncia que «tienen más de 25 ó 26 años y están para pasar a mejor vida».

Sus quejas igualmente pasan por el hecho de que «llevamos varios años sin formación interna» o por problemas como que «no se hace la revisión del equipo de protección individual» de los bomberos. «Hay una dejadez absoluta» , lamenta.

Ante este cúmulo de dificultades para desarrollar un trabajo que «nos encanta», sentencia: «Estamos todos plantados». «A esto hay que buscarle una solución» , concluye este trabajador del SEIS.