Cultura

«Sonajas y cascabeles» reúne los villancicos de Juana Castro en Córdoba

La Fundación Bodegas Campos y Almuzara impulsan un cuaderno con versos de inspiración popular

Antonio Cuesta, Juana Castroy Pepe Campos, en la presentación Valerio Merino

Luis Miranda

En diciembre de 2011, la escritora Juana Castro escribió por primera vez un villancico para celebrar la Navidad . Desde entonces comenzó a cultivar la tradición de hacer un poema cuando llegaban las fiestas, que en alguna ocasión leyó de forma pública. Lo apreciaron muchos amigos, entre ellos el también poeta Pablo García Baena , que fue uno de los que le animó a reunirlos en un libro . La palabra que pronunciaron este lunes quienes presentaron la obra en que se reúnen estos villancicos es «cuaderno».

Se titula «Sonajas y cascabeles» y lo ha editado Almuzara por impulso de la Fundación Bodegas Campos. Su presidente, Pepe Campos, destacó «el encanto y la autenticidad» de estos versos, que también recuerdan a Pablo García Baena y al hostelero Paco Campos, fallecido este verano. Quizá el origen de este libro haya que buscarlo en la Peña Azahara en 2016, cuando Juana Castro pronunció allí la Exaltación de la Navidad. Era la peña de Luis Ortiz, uno de los sobrinos de Pablo García Baena, y a la cita había acudido el poeta, que saltó entusiasmado con lo que había escuchado de la autora de Villanueva de Córdoba . El propio poeta cordobés había cultivado el género con los «Gozos para la Navidad de Vicente Núñez», que reunieron las felicitaciones que mandaba al escritor de Aguilar de la Frontera.

Ya desde el comienzo los villancicos tienen aire popular, porque el primero recoge uno que se cantaba en el pueblo natal de la escritora que cuando era pequeña: «Niño Manolito, con qué te entretienes, con las sonajillas y los cascabeles». Tras esos versos populares, Juana Castro ya desarrollaba un poema que no era villancico, aseguró «en sentido estrófico», pero sí por el tema navideño. Siempre corto y de inspiración popular elaborada por su magisterio poético.

En ocasiones se traía la escena del Nacimiento de Cristo a Andalucía, como en «La Virgen aceitunera», un texto en el que muestra a María con la labor, «tan dura y tan de Andalucía» de cosechar el fruto de los bolitos: Aceitunitas negras, olivos albos, manitas de la Virgen: ¡sombras y campo!».

Muy personal es el de los dinosaurios, escrito en 2014 por Juana Castro para su nieto Yago: «No eran camellos, ¡por Dios!, los que a Belén trasladaron a los Tres Magos del sol. Dinosaurios fueron, tres, grandes como mi razón».

«Sonajas y cascabeles» inaugura una nueva colección «Los amigos de Pablo», y se ilustra con una viñeta del autor de «Antiguo muchacho».

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación