Patrimonio
Cultura autoriza la investigación arqueológica del «oppidum» de Sierra Boyera en Córdoba
Los restos se encuentran en el pantano y ahora son visibles por la retirada de las aguas

La Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico ha autorizado la actividad arqueológica de urgencia de restitución, excavación y documentación del oppidum de Sierra Boyera , en Belmez, bajo la dirección de Mercedes Murillo y cuyos materiales extraídos en el transcurso de la intervención serán depositados en el Museo Arqueológico de Córdoba, según informó ayer la delegada, Cristina Casanueva, en un comunicado.
En el mismo se a aclara que el proyecto presentado se justifica por la bajada del nivel del agua , la aparición de algunos agujeros de expoliación, el deterioro de estructuras de adobe y de los perfiles del sondeo realizado en 2018, que no se pudo tapar por una inundación, con el consiguiente peligro de pérdida o destrucción del patrimonio.
Los objetivos de la actividad autorizada son la salvaguarda del conocimiento arqueológico de las estructuras que quedan como artefactos o ecofactos, teniendo en cuenta que se trata de un promontorio que está inundado con mucha frecuencia y expuesto a los cambios de nivel y humedad, así como de las relaciones estratigráficas del sitio, la excavación y documentación de los hallazgos materiales muebles e inmuebles y la delimitación del origen, usos y abandono del sitio.
Los trabajos contemplan diferentes actuaciones como la limpieza del sondeo realizado en 2018 y su cerramiento para preservar la estratigrafía, ampliando los perfiles un metro en cada una de las zonas, así como el agotamiento de la estratigrafía. Una vez concluido el trabajo arqueológico se rellenará el sondeo con geotextil y las propias tierras extraídas.
Asimismo se va a documentar el horno, en el que se recogieron siete kilos de escorias , con la posibilidad de realizar pruebas de paleomagnetismo para establecer la cronología del oppidum. Otro de los objetivos de las actuaciones que se acaban de autorizar es la realización de un sondeo arqueológico de siete por cinco metros estableciendo una medida de un metro desde las paredes más externas del horno, que arrojen datos sobre su posterior estudio y medidas a desarrollar para su protección.
Por último, se realizará otro sondeo de cinco por cinco metros sobre unos posibles hornos rectangulares al norte del yacimiento, para constatar su funcionalidad y preservar la información arqueológica. El sistema de registro se basará en el denominado sistema Harris. El proyecto prevé un plazo de ejecución de tres meses de trabajo de campo.
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