Patrimonio

Cultura autoriza el derribo de una casa patio tradicional de Córdoba porque nadie la protegió

La Junta emite una «recomendación» para que se restituya la planta original

El Ayuntamiento diseña la peatonalización de la avenida del Alcázar

Calle Enmedio del barrio del Alcázar Viejo Valerio Merino

Rafael Ruiz

La Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía ha dado su visto bueno, condicionado por las circunstancias, al permiso de demolición de una casa patio tradicional del barrio de San Basilio a pesar de que contaba con poderosas razones estéticas para ordenar la conservación del inmueble o, al menos, de la planta del mismo.

El permiso de derribo se ha tenido que emitir por una razón. La vivienda, a pesar de sus virtudes, nunca llegó a ser catalogada de forma individualizada en el Plan Especial de Protección del Casco Histórico , que realizó el Ayuntamiento de Córdoba y se aprobó definitivamente por la Consejería de Cultura.

La Comisión de Patrimonio llegó a estudiar un informe ponencia donde se destacaban los valores arquitectónicos de la vivienda que un particular proponía demoler, ubicada en la calle Enmedio del barrio del Alcázar Viejo . Se trata de una zona tradicional de los patios de Córdoba donde se ha realizado una profunda renovación del parcelario haciendo que el caserío tradicional empiece a escasear.

El informe realizado por los servicios técnicos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía destacaba varios aspectos relevantes sobre la casa patio que se pretendía derribar por la propiedad. En primer lugar, la sobriedad de la fachada que la hacía representativa de este tipo de construcciones. En segundo lugar, el cuerpo principal en forma de L recayente a la fachada.

Protección individualizada

Aún así, el informe destacaba que no se había realizado una protección individualizada de la vivienda. Durante la redacción del Plan del Casco, se realizó un trabajo bastante escrupuloso de elaboración de un catálogo para la inclusión de todos aquellos edificios que se considerasen dignos de conservarse.

Esas fichas de catálogo tienen una consideración bastante diversa . Pueden referirse a un elemento concreto (la fachada, una escalera, los patios) o a la totalidad de la construcción. También tienen diversas formas de protección de forma que, en algunos casos, la demolición total está prohibida salvo que exista una causa de enorme fuerza mayor. Esas prescripciones pueden obligar a rehacer las viviendas demolidas de una forma concreta.

La Comisión de Patrimonio está formada, básicamente, por personas de la estructura de la Junta con la presencia del Colegio de Arquitectos o, en ocasiones, de técnicos municipales que participan en los debates que afectan a sus ayuntamientos. En este caso, se produjeron votos particulares, que es una cosa bastante extraña en las sesiones de la comisión.

Votos particulares

El jefe de departamento de Protección del Patrimonio Histórico de la Delegación de Cultura y un vocal externo que nombra la Dirección General de Patrimonio Histórico y documental presentaron un votaron su propio acuerdo. Frente a ello, se posicionó la versión del acuerdo de la delegada de Cultura , Cristina Casanueva, la jefa del servicio de Bienes Culturales y la representante de la Delegación de Ordenación del Territorio. Esta última tuvo tres votos y fue la que figura en el acta como aprobada «por mayoría».

La diferencia es que en la primera versión los proponentes querían aprobar el proyecto de demolición de la casa patio de la calle Enmedio pero «con la prescripción de conservar al menos el cuerpo principal en L recayente a la fachada». Prescripción implica obligación coercitiva. Una orden de la autoridad. Alegaban para ello que, siendo verdad que no está individualmente protegida, forma parte de un conjunto que sí lo está, el del Casco Histórico .

La versión final, por mayoría

La versión definitiva del acuerdo establece una fórmula diferente. Aprueba el proyecto de demolición, pide una presentación más detallada y precisa del levantamiento del edificio pero «recomienda» conservar al menos el cuerpo principal. El promotor del proyecto no puede ver denegada la licencia de obras si decida no conservar la implantación.

La presencia de este tipo de edificios no catalogados es muy extraña en el Casco Histórico (lo habitual es rebajar grados de protección, no elevarlos) pero ciertamente preocupantes fuera de él. El Plan General de Ordenación Urbana nunca incluyó un catálogo de bienes que, sin ser Bien de Interés Cultural, tengan protección fuera de los límites del Casco Histórico. En la planimetría que proporciona Urbanismo, la calle Cairuán, a unos metros del Casco, aparece como «pendiente de evaluación». Arquitectos expertos en patrimonio llevan años alertando de que ese vacío deja a expensas de la buena voluntad del propietario los elementos patrimoniales que no forman parte del sistema de protección patrimonial de la Junta o del Estado.

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