Salud
Cuidados Paliativos en el Reina Sofía de Córdoba: más de 1.200 personas y un crecimiento del 10 % anual
Muchos van con cáncer, pero también hay insuficiencias de órganos vitales

Los Cuidados Paliativos son la especialidad médica más moderna, revela Antonio Llergo. Nació en el Reino Unido en la década de 1970 y está presente en el Reina Sofía, y en todo el Servicio Andaluz de Salud , desde 2010. En el último año han atendido a 1.200 personas, aunque el dato más relevante es que crece al ciez por ciento anual desde que empezaron.
¿Por qué? La enfermedad que avanza de forma lenta hasta causar la muerte de una persona siempre ha existido, pero antes no era tan frecuente. En los años 50 y 60, más de la mitad de la población moría de forma repentina , por problemas como ictus o infartos . Hoy en muchas ocasiones se tratan y se quedan en enfermedades crónicas. «Hemos cronificado la muerte », resume el jefe de la unidad, que es además director del Plan Andaluz de Cuidados Paliativos.
Los enfermos que los necesitan llegan muchas veces con algún cáncer que ha terminado por ser incurable, pero también tienen insuficiencias de órganos en el proceso final: cardíaca , hepática , renal, respiratoria. Y desde luego las demencias avanzadas . Todos estos enfermos pasan por allí, y la población susceptible ha crecido. El aumento de la esperanza de vida hace que muchas más personas lleguen a ancianos y por lo tanto también pueden padecer más enfermedades.
Habla el médico de las encuestas en que se ha preguntado si se está de acuedo con que se administren medicamentos para reducir el sufrimiento: «Y eso existe, y es la sedación paliativa, en la que hay un consenso ético y moral ».
¿Es un trabajo duro? No lo entiende así Pepa Leal , enfermera, quien dice que para ella es «bonito». Y lo justifica: «Nos sentimos muy útiles al ayudar a las familiares y podemos controlar los síntomas y evitar los sufrimientos».
Los fallecimientos bruscos antes eran la mitad. Ahora se está «cronificando la muerte»
No es psicóloga, pero algo habrá aprendido de su experiencia y de los que sí lo son. Hay que tener mucha paciencia y cuidado con las explicaciones , que se tienen que ajustar a las explicaciones que piden. ¿Cómo se habla? «Siempre ajustados al momento y poniendo objetivos muy concretos, muy a corto plazo.
Ha visto familias que tienen lo que llama «la conspiración del silencio », y también quienes se niegan a asumir lo que les llega o no son consicientes. Nada les impide dar algo de esperanza, aunque siempre sin prometer lo que no va a pasar. Ha visto cómo algunos pacientes han podido cerrar sus vidas, y eso ayuda. «Se quedan más tranquilos, sin la presión y sin la angustia de tener nada pendiente », cuenta.
Tampoco Antonio Llergo piensa que el suyo sea un trabajo especialmente duro. Lo son algunas situaciones, y todo es más difícil con jóvenes. «La muerte de una persona con 40, 30, 20 años es una tragedia», confiesa. Y pronuncia entonces otra palabra terrible en Cuidados Paliativos: « Niños ». «El coste emocional de estos casos para nosotros también es alto», admite.
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