Fiestas
Cruces de Mayo Córdoba 2022 | La ciudad en la que ya no cabe ni un alfiler
La capital se llena de turistas y de vecinos en el arranque del puente de Mayo y en el arranque del mes grande de Córdoba
Las Cruces se vengan de las prohibiciones del Covid
Sucede que todo se junta. En un velador del Bulevar del Gran Capitán de Córdoba , a la hora del aperitivo de este sábado, 30 de abril de 2022, se mezclan las conversaciones que llevan al mismo sitio: al punto en el que la ciudad está explotando. Porque revientan las costuras en los estantes de la Feria del Libro , en las Cruces de Mayo , en los restaurantes y en las tabernas atestadas o a punto de estar. El trabajo de campo se marca tres objetivos, que son tres mesas con parasoles. Ahí va el resultado.
Velador número 1. María José y Pablo son sevillanos . «Nosotros somos de los que huimos de la Feria , pero de verdad», dice ella. Están recién casados: tuvieron que aplazar la boda por la pandemia y en cuanto las restricciones se relejaron pasaron con el altar. Él se ríe. «He sido muy feriante: yo era el que entraba por la portada el lunes y no salía hasta el sábado . Pero ahora me he vuelto formal», resume el pequeño empresario dedicado a la fabricación de cajas de madera para regalos.
Ella le da un sorbo a la consumición y hace un apunte: «¿Por dónde me recomienda que empecemos la ruta de las Cruces », pregunta. «Pero, cari, si nos hemos exiliado de Sevilla para no estar de fiesta no vayamos a caer en lo mismo aquí. A lo que hemos venido es a buscar tranquilidad», apostilla él. Ella no dice ni que sí ni que no.
Velador número 2. Enrique, Luis y Alberto. Los dos primeros son pareja, el tercero es el hermano de Luis. «¿Aquí no hay afición por las piraguas?», inquiere Enrique al poco de pedir un surtido de pescado frito en un bar de La Ribera , cerca de la Puerta del Puente. Vienen de Cádiz pero él ha sido aficionado a la navegación en Sevilla , durante su época de estudiante de Ingeniería Industrial.
Esta noche, los tres, van a la visita nocturna de la Mezquita-Catedral. «Nos es barata, pero nos dicho unos conocidos que merece mucho la pena», coinciden. Alberto, que es el mayor de los tres, tiene afición por las plantas y quiere volver en los Patios , que están a la vuelta de la esquina. «Las Cruces son un poco ruidosas, ¿no? Anoche estuvimos en una, en una plaza muy coqueta a la espalda de Las Tendillas , y allí no había quien se entendiera hablando», se queja.
Velador número 3. Alba y Nuria son hermanas gemelas que han llegado esta misma mañana desde Madrid, vía AVE . Se hospedan en un hotelito con encanto junto a la Puerta del Rincón y se refrescan del viaje con una cerveza en la plaza de San Agustín . «A mí esta plaza me recuerda a las de Venecia », dice una de ellas. El camarero de la cafetería en la que están sentadas sonríe: «Es su forma de verlo», apostilla mientras la música de la Cruz de Mayo empieza a atronar. «Anoche estuve en la de la hermanda de la Esperanza : acabamos a las tantas», se escuha en una conversación de la mesa de al lado. Hace rato que paso el mediodía y en Córdoba parece ya que no cabe ni un alfiler .
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