CONTRAMIRADAS
Cristina Morales: «Boxear ya no es cosa de hombres»
No la verán ustedes abriendo el telediario. Pero en su vitrina guarda ya tres títulos mundiales de kick boxing. ¿Su secreto? Pasión, voluntad y muchas horas de gimnasio
![Cristina Morales, con sus tres cinturones de campeona del mundo](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2020/03/08/s/contramiradas-cristina-morales1-kuME--1248x698@abc.jpg)
¿Es el kick boxing cosa de hombres? La fulgurante biografía de Cristina Morales demuestra que no. A sus 28 años ya acumula tres títulos mundiales en su vitrina particular. Ha peleado en Francia, Italia, Portugal, Marruecos, Japón, China y Holanda y todo indica que aún no ha tocado techo. La suya es la historia de la tenacidad. Tenía todos los elementos en su contra pero la voluntad es la llave que abre todas las puertas. Esta joven cordobesa es un indiscutible ejemplo de ello.
¿Boxear es cosa de hombres?
Ni mucho menos. Eso se ha quedado atrás. Las mujeres hemos pisado fuerte y estamos abriendo un buen camino.
La carrera de Cristina Morales (Encinarejo, 1992) ha estado plagada de obstáculos . El primer inconveniente fue haber nacido en un pequeño pueblo a 45 minutos en autobús del gimnasio más cercano. El segundo haber elegido un deporte reservado tradicionalmente a los hombres. Y el tercero haber tropezado con la negativa rocosa de su madre a que se subiera a un cuadrilátero para repartirse mandobles. De todos ellos ha salido la joven deportista victoriosa.
Cómo se rindió Cristina Morales a la pasión por el deporte de contacto es difícil de descifrar. Lo cierto es que cada vez que la televisión programaba algún combate, la joven cordobesa se quedaba petrificada frente a la pantalla. Y, casualidades de la vida, en la zona donde reside se despertó hace años una inusual afición por el cuadrilátero. Tanto es así que Villarrubia o el Veredón de los Frailes han dado más de un púgil de renombre.
La suerte quiso que la barrera de la distancia a Córdoba capital se esfumara cuando tenía 17 años. En el polideportivo de Encinarejo ofertaron un buen día clases de kick boxing . Y allí que se presentó ella acompañada de una amiga. Claro está: las dos únicas chicas en una clase dominada por los varones.
![Cristina Morales, en el gimnasio donde se entrena en Sevilla](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2020/03/08/s/contramiradas-cristina-morales3-kHwH--510x349@abc.jpg)
Su primer combate fue el 24 de abril de 2010 en Sevilla . Lo recuerda como si fuera ayer. Poco después se metió en el bolsillo el Campeonato de Andalucía. Y en diez años ha progresado como un relámpago en una especialidad que gana aficionados a diario en la comunidad autónoma. Ha disputado 55 peleas , casi todas internacionales, y ha levantado el brazo en más de 40. Donde no ha bajado la mano nunca ha sido en los estudios. Es licenciada en Psicóloga Deportiva y administra junto a su marido un gimnasio en Sevilla, donde vive desde hace años. Su esposo, por cierto, es también su entrenador. Un buen entrenador, por lo que se deduce del extraordinario palmarés de su pareja.
¿Para qué se busca la victoria?
Yo busco la victoria conmigo misma . Hay veces en que me levantan el brazo y no me he sentido cómoda con el combate porque no he hecho el trabajo que quería. Y otras veces, sin embargo, pierdo y salgo súper contenta.
¿Y para qué sirve la derrota?
Para aprender, para seguir entrenando, para mejorar.
¿Qué ha aprendido de sus derrotas?
A n o tirar la toalla . A seguir luchando por mis sueños. Y a trabajar para que la siguiente vez salga mejor.
«Las mujeres golpeamos dos veces. Somos más intensas»
¿Qué sueños?
Seguir compitiendo y disfrutando de los combates. Yo voy buscando disfrutar y pasármelo bien.
Solo una de cada diez deportistas del ring es mujer. ¿Qué queda para la igualdad?
Quitar un poco la vergüenza. A muchas les cuesta dar el paso aunque les guste el deporte de contacto. Vergüenza a que las miren. Hombres y mujeres empezamos exactamente igual. Y hay que quitarse el miedo y hacer lo que una quiere.
Usted ha perdido la vergüenza.
Al principio me pasaba eso también. Sobre todo, cuando hacía ejercicios de sombra , que es mirarse al espejo y hacer las técnicas en el aire. Las chicas no lo quieren hacer. Se sienten observadas.
Si los hombres golpean más duro, ¿las mujeres golpean mejor?
Golpeamos dos veces. Somos más intensas.
Su madre no quería que usted se subiera al cuadrilátero. ¿De qué tenía miedo?
De que a su hija la golpearan. Y lo entiendo perfectamente. Desde fuera es lo que se ve. No se ve todo el trabajo que hay detrás. Que hay técnica. Que el combate se desarrolla bajo unas reglas. Que hay golpes que no están permitidos. Con el desconocimiento, da miedo que tu hijo vaya a una competición de boxeo.
«Mi madre nunca ha venido a verme pelear. Le da miedo que me golpeen»
Y ahora su madre es su fan número uno.
Es mi fan en la distancia. Nunca ha asistido a verme en la competición. Ni cuando el campeonato fue en el pueblo.
¿Y la echa de menos en el cuadrilátero?
Estoy acostumbrada y sé que va a estar más tranquila en casa.
¿Qué golpe le hizo dudar del kick boxing?
No he dudado en ningún momento. Sabía que iba a ser parte de mi vida. Me he formado en los estudios y en el deporte a la vez y para mí tienen la misma importancia.
![Cristina Morales, durante un entrenamiento](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2020/03/08/s/contramiradas-cristina-morales4-kHwH--510x349@abc.jpg)
Tanto que alguno de sus combates se los preparó entre exámenes de Selectividad . No es fácil conjugar un deporte exigente como el kick boxing con los apuntes de Filosofía o Matemáticas . Cristina Morales lo hizo. No estaba dispuesta a renunciar a ninguno de sus dos objetivos, consciente de que un deporte minoritario como el que practica difícilmente le iba a dar de comer. Como tampoco ha renunciado a la maternidad , que ha compatibilizado con una apretada agenda deportiva. Es madre de dos hijos pequeños y aquí sigue: entrenando duro para revalidar su título en la República Checa este mismo año. La entrevista tiene lugar por teléfono. Son las diez de la mañana y ya está al pie del cañón en el gimnasio.
¿Cómo se vence el miedo?
Plantándole cara.
«De las derrotas he aprendido a no tirar la toalla y a seguir luchando»
Usted le ha plantado cara.
Sí. Porque si no, nunca desaparecerá.
Y ha sentido miedo.
Sí, claro. Todo luchador que se sube al cuadrilátero tiene momentos de miedo y de incertidumbre. Antes de un combate lo tienes que sentir. Porque nunca puedes ir confiada.
Su marido es su entrenador. ¿Le hace caso en todo?
En el gimnasio. En mi casa mando yo.
Y es usted psicóloga deportiva. ¿Cual es su receta para levantar la autoestima?
En momentos de bajón, recordarme por qué estoy aquí. Y estoy aquí porque quiero y porque me gusta. Y también intento visualizar lo que quiero conseguir, marcarme el objetivo y hacer el trabajo que tenga que hacer hasta conseguirlo.
«¿Apiadarme de mis rivales? Depende de la rival»
¿Se apiada de sus rivales?
Depende de la rival. Siempre hay buena relación . Antes de empezar, intento saludarla. Y antes del último asalto le doy un abrazo. Nos estamos golpeando, es verdad, pero tenemos las dos el mismo trabajo detrás. Nunca he perdido por KO pero sí he ganado por KO.
¿Y qué se siente?
Se siente un poco de preocupación porque la compañera esté bien. Y luego satisfacción por todo el trabajo que había detrás.
Es usted tres veces campeona del mundo. ¿Y ahora qué?
Tengo reválida del título en la República Checa . No es solo conseguirlo, sino mantenerlo.
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