CONTRAMIRADAS

Cristina Angulo, diseñadora de joyas para Carolina Herrera: «La joyería cordobesa debe invertir en diseño»

Con solo 28 años, esta joven cordobesa ya diseña en exclusividad piezas de alta joyería para una de las firmas más prestigiosas del mundo

La diseñadora cordobesa Cristina Angulo MAYA BALANYA

Aristóteles Moreno

La joven que tienen en la imagen ha pulverizado barreras hasta antes de ayer infranqueables. En un mundo, el de la joyería cordobesa , anclado tradicionalmente en modos arcaicos de trabajo, Cristina Angulo ha abierto un camino innovador en el diseño en 3D. Y lo ha hecho catapultándose hacia una de las firmas internacionales más reconocidas. Desde hace dos años y medio, diseña joyas para la marca CH Carolina Herrera en una empresa textil de Ourense. Que no es moco de pavo, oiga.

Es usted diseñadora en exclusiva para CH con solo 28 años. Y no es una broma.

No me podría haber imaginado llegar aquí. En la Escuela de Joyería de Córdoba están empezando a conectar la moda con la joyería. Es el futuro. Antes no me imaginaba poder llegar a empresas de alta costura. Para mí, es un sueño.

¿Y qué se siente cuando se toca el cielo con las manos?

Mucha satisfacción porque me he dejado llevar por mi inquietud creativa . Yo pensaba que había nacido para esto y me tiré a la piscina. Confiaba mucho en lo que creía que era bueno. Estoy súper contenta. Vas viendo que vas encajando en el sector y consiguiendo cosas que no imaginabas.

CH ha vestido a Nicole Kidman, Angelina Jolie, Michelle Pfeiffer, Salma Hayek o Lady Gaga. Para morirse del hipo.

Sí. A ellas las viste Carolina Herrera New York , que trabaja la alta costura. La línea para la que yo trabajo es lujo «ready to wear» y algunas de nuestras destacables clientas son la reina Doña Letizia o Meghan Markle , duquesa de Sussex.

«No me imaginaba poder llegar a trabajar para una empresa de alta costura. Para mí, es un sueño. En el futuro, la moda y la joyería estarán conectadas»

Cristina Angulo (Córdoba, 1991) tiene sangre platera. Su abuelo, el lucentino Paco Angulo, era maestro orfebre. Nada extraño en una ciudad de larga tradición joyera, que llegó a emplear a decenas de miles de trabajadores en pequeños talleres de barrio . Dotada de innatas cualidades creativas, a punto estuvo de matricularse en Bellas Artes. Pero a última hora reculó y eligió la Escuela de Joyería por su avanzada oferta de diseño en 3D. «Tiene profesores muy preparados, instalaciones de última tecnología y planes de estudios de altura », subraya.

Con apenas 20 años recibió su primer reconocimiento. No era un galardón cualquiera. La revista « Vogue » premió un diseño suyo cuando todavía no había abandonado las aulas de formación. Nada más concluir sus estudios, fue fichada por Cristian Lay, una multinacional de alta joyería implantada en 18 países de tres continentes. «Trabajaba el diseño desde cero y allí ves cómo se materializa tu pieza desde el principio hasta el final». Estuvo cinco años diseñando para Cristian Lay. Hasta que un día sonó el teléfono y al otro lado se puso un representante de la firma Carolina Herrera.

¿Qué ha visto en usted CH?

Supongo que mi trayectoria, mi perfil creativo y técnico, pero, sobre todo, mi relación con el 3D, que es lo que demandan hoy las empresas de joyería y moda. Ese es mi punto fuerte.

¿La Escuela de Joyería de Córdoba está en el mapa del diseño?

Sí. De hecho, la acaban de nombrar Centro de Referencia Nacional (CRN). Por sus instalaciones y su trayectoria es considerada de excelencia. Tiene cualidades y recursos maravillosos y es una entidad pública. Además, recientemente, me han nombrado «embajadora» de la Escuela.

¿Se puede empezar mejor una carrera de diseñadora que la suya?

Es la forma más bonita en que podía haber empezado. Ahora me gustaría especializarme con algún máster en el extranjero enfocado a la moda textil. Ha sido el camino adecuado. Y estoy orgullosa de que mi formación haya sido en una escuela andaluza.

¿Y ahora qué?

Cuando llevas tiempo en el sector te das cuenta de algunas necesidades. Aprendes mucho. Y te nace la vena innovadora y emprendedora. Tengo ideas en mi mente y en un futuro me gustaría hacer algo por mi cuenta. Ahora estoy bastante contenta en el proyecto en que estoy embarcada con la Sociedad Textil Lonia en Ourense .

En 2011, con solo 20 años, ya fue premiada por la revista «Vogue». ¿No será usted una niña prodigio?

He trabajado mucho y he creído en mí. Al final, si tienes talento y amas realmente tu trabajo la suerte se acerca a ti como un imán. No me imaginaba que me iban a dar el premio. Tenía 20 años solo y estaba allí con todas las empresas de alta joyería del panorama internacional: Dior, Chopard, Bulgari . Ese momento fue clave en mi carrera. Estaba haciendo lo adecuado y debía seguir en ese camino. Vogue me dio el empujón.

«¿Jubilar la filigrana? Para nada. Las técnicas joyeras que forman parte del patrimonio hay que potenciarlas. Esta es una técnica excepcional hecha a mano»

¿Por qué la moda?

Forma parte de la cultura y es una forma de expresión artística . Nos expresamos con lo que llevamos puesto encima. Yo me dedico a todo tipo de artes. Siento que nací para eso. También actúo como cantante y estudié piano en el Conservatorio . Me encanta expresar emociones y hacer feliz a alguien poniéndose una joya. La moda es una ayuda para sentirte única.

¿Es amiga del lujo?

Aprecio la calidad por encima de todo , amo el lujo, lo valoro, pero también me gusta el contacto con materiales reciclables . Estoy muy concienciada con todos los problemas ambientales. Soy amiga de respetar el medio ambiente.

La joyería cordobesa y la preservación del medio ambiente se han llevado tradicionalmente muy mal en el pasado.

Sí, pero se van estudiando opciones para realizar procesos de otra manera y que todo esto cambie. Poco a poco, todas las marcas se están dando cuenta de eso. La industria textil es la segunda más contaminante del mundo. Todas las empresas van hacia más lujo, más calidad y menos «fast fashion», que tanto contamina. Hay que concienciar a la gente.

Nuestra más prometedora diseñadora de joyas se ve obligada a emigrar a Ourense. ¿Algo pasa en Córdoba?

En Córdoba, las empresas no están invirtiendo en diseño y exclusividad . No están dando espacio a esos departamentos que son tan importantes para la estrategia empresarial y tienen un valor añadido. Invertir en estos recursos te diferenciarán de la competencia.

¿La joyería cordobesa es un eco del pasado?

Está un poco desactualizada y los empresarios empiezan a darse cuenta de que hay que invertir en valor. Yo lo hablo continuamente con el director de la Escuela y la gente del sector joyero. Se va a apostar por eso. Me he formado como diseñadora pero la realidad es que en Córdoba no puedo trabajar como diseñadora creativa porque no hay tantas empresas que dediquen recursos a este departamento.

¿Hay que jubilar la filigrana?

Para nada. Las técnicas joyeras que forman parte del patrimonio hay que potenciarlas. Es una técnica excepcional hecha a mano. Hay que hacer nuevos diseños. Yo estoy a favor de los orígenes de la joyería , que son los joyeros que trabajan a mano, los artesanales y los engastadores, y eso nunca se va a perder. Es importante mantenerlo vivo. Siempre habrá un público que lo valore.

¿Córdoba devora a sus hijos?

Me fui de Córdoba porque no había una empresa como Cristian Lay para trabajar diseño. También me interesaba entrar en el mundo de la bisutería y de la moda. Aquí hay tradición joyera pero no empresaria en cuanto a «retail» y moda. ¿Devora a sus hijos? En este momento, no hay oportunidades y las busco fuera.

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