Economía
La crisis de los apartamentos turísticos eleva un 80 por ciento la oferta de alquiler a largo plazo en Córdoba
Los propietarios intentan buscar salidas a la ausencia de viajeros desde el mes de marzo
Los propietarios de pisos turísticos de Córdoba se han lanzado, ante el desplome de los viajeros por el Covid, a colocar sus viviendas en el alquiler convencional, sobre todo, pero también los hay que han decidido venderlos. Ésta es la conclusión que se extrae tras consultar ABC Córdoba a cinco inmobilarias de la ciudad y al colectivo que las aglutina: Asaicor . El presidente de esta asociación, que suma 27 negocios de este tipo de Córdoba, José Manuel Vaquero, aseguró que «la gran mayoría» de quienes poseen pisos destinados a alojar viajeros están intentando «colocarlos como alquiler convencional».
Las 27 inmobiliarias que forman Asaicor hacen un estudio periódico. En su edición de mayo ya detectaron un aumento de la oferta de pisos en alquiler « superior al 82,6% ». Vaquero recordó que la «principal» causa de ese estirón estuvo en la salida de viviendas turísticas a ese mercado. Apuntó que ahora ese aumento de dicha oferta de arrendamiento en la capital es «de en torno a un 80%». El incremento tiene una peculiaridad. Se concentra en zonas donde se agrupaban los pisos turísticos. Esto es, en la zona Centro y el Casco.
Explicó que estos propietarios buscan «cubrir sus gastos para mantener el patrimonio adquirido». Muchos, explicó, tratan de ingresar para «sufragar parte de la hipoteca, pues no cubren todo el préstamo. En zonas punteras de alquiler para viajeros, las viviendas se vendían a un precio superior al de mercado». Esto se ha traducido, explicó, en que los valores de los alquileres en el conjunto de la capital se « han estancado con una tendencia un poco a la baja». Vaquero concluyó indicando que el «porcentaje de dueños que han optado por vender es bastante menor» y, añadió, en muchos casos lo que buscan es «liquidez».
Un análisis parecido realizaron en Barin , inmobiliaria de referencia en Córdoba con un cuarto siglo de vida. La responsable de su sucursal en el Centro, Ana Carrillo, analizó lo sucedido con los pisos turísticos en el Casco. Un completo informe municipal, con datos de 2018, señaló que en la capital había 2.541 viviendas de este tipo (legales o ilegales) y 1.573 (62% del total) estaban en el corazón de la ciudad.
En venta
Indicó que, cuando en el segundo trimestre se vio que la crisis sanitaria « no se podía salvar de manera inmediata », hubo «un boom en el que todo lo destinado a turístico fue a parar a venta, en menor medida, y a alquiler, en un porcentaje muchísimo mayor». Y señaló que en el Casco la oferta de alquiler «puede haber crecido más del doble» respecto a la época preCovid.
Los propietarios, profundizó, «en su mayor medida hacen alquileres temporales de seis a once meses, porque, si alcanzas el año, debes tenerlo hasta siete años en alquiler, según la ley». Y, argumentó, el objetivo buscado para esas viviendas es el «turístico». «Ahora, lo que hacen sus dueños [con el alquiler convencional] es intentar no tener pérdidas y rentabilizar la inversión que han hecho»,
En la inmobiliaria Capitán (veterana del sector con 57 años), Paz Fernández-Martos, su gerente, introdujo el matiz de que, en su negocio, «el 50% [de clientes] quiere vender y la otra mitad, alquilar». En el primer segmento, no sólo les llegan pisos turísticos, sino también casas y edificios. Respecto a los arrendamientos, dijo que al principio los dueños planteaban alquileres «un poco altos y han bajado poquito a poco» hasta que han visto que en los arrendamientos convencionales «no se paga tanto como en los turísticos». «Hay bastantes propietarios que intentan vender sus pisos turísticos y, por supuesto, que buscan convertirlos a alquileres convencionales», resumió.
Los que aguantan
Este fenómeno lo han sentido igualmente en Inmoclover . Su directora general, Isabel Morales, aseguró que sus clientes que tienen pisos turísticos «los han sacado a alquiler». «Creen que es una cosa provisional y quieren continuar. En un mes bueno, de ocupación, los ingresos de un arrendamiento turístico pueden ser el triple que los de uno convencional. Si venden, pierden la ocasión de un negocio futuro», aseguró. «Para antes del verano, podemos llegar a una normalidad. Y con ella, este mercado volverá», reflexionó.
Por su parte, el gerente de la inmobiliaria Los Patios , José Antonio Muñoz, consideró que lo que se está dando es una «tendencia totalmente natural», ante el hundimiento de la llegada de turistas, con propietarios que «desean seguir teniendo ingresos por sus inversiones». Estimó que un 90% de los dueños apuestan por el alquiler convencional. Finalizó indicando que este aumento de la oferta ha hecho que el valor de los alquileres se haya «reducido un poco».
La última parada en New Homes no cambia el eje de los análisis, y sólo introduce matices. Aroa Bonillo, comercial en esta inmobiliaria, aseguró que «sí estamos notando» este fenómeno. En su caso, aseguran que «estamos un poco ‘fifty/fifty’ [al 50%]» entre los clientes que quieren vender y los que quieren ponerlo en alquiler convencional.
Pero no todos los propietarios se han lanzado a estas dos vías. ABC contactó con uno que posee una decena de viviendas turísticas y aseguraba que «los pisos que tengo no los he puesto en venta ni los he alquilado». « No me lo he planteado . Esperaré un poquito más a ver cómo se va resolviendo esto. Tampoco es buena época para vender», aseguró, puntualizando que no tiene hipotecas sobre sus hogares, lo que juega a su favor.
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