Tribunales

Crimen de Cabra | Forenses descartan ensañamiento porque el apuñalamiento iba dirigido a órganos vitales

Los médicos califican al acusado de «frío, impasible y con rasgos de trastorno disocial»

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El acusado del crimen de Cabra Jefferson y el abogado encargado de la defensa VALERIO MERINO
Pilar García Baquero

Pilar García Baquero

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Los médicos foreneses que practicaron la autopsia a Agustín, de 26 años , han declarado en la penúltima sesión del tribunal popular que juzga a Jefferson como presunto autor de su crimen que « su muerte fue rápida tras recibir 21 puñaladas en el cuello, en la cabeza, en el pecho y en la espalda que atravesaron sus pulmones».

De este modo, a juicio de los forenses, «no hubo la intención de alargar el sufrimiento y la agonía de la víctima deliberadamente sino que todas las puñaladas iban dirigidas a órganos vitales ». Con esta apreciación pericial la posibilidad de que el jurado considere que hubo «ensañamiento» como apuntaba en su calificación la acusación particular queda desinflada.

De la autopsia que se practicó al fallecido, los forenses han declarado que «todas las heridas fueron producida por un arma blanca tipo navaja, cuchillo, machete, de un lado cortante , y que no hubo contacto físico, ni arañazos ni golpes entre ambos ».

La anchura máxima del cuchillo era de unos 4 centímetros de hoja y le produjo 18 heridas , ya que dos entraron por el mismo orificio ya hecho. De hecho, el cuchillo -que debía estar bien afilado según los forenses- no sólo le atravesó la mano y el antebrazo dos veces a Agustín -heridas defensivas- sino que cortó cinco costillas para lo que se requiere además mucha fuerza en el ataque.

El abogado de la defensa de Jefferson ha planteado ante los miembros del jurado la cuestión de si su representado que no alcanzaba el 1,68 de estatura -llegó a ponerse en pie para que lo viera el jurado- pudo ser el causante de las heridas a Agustín que superaba el 1,73 de altura.

El abogado defensor se ha referido al informe preliminar de los forenses que recogía que podría haberlo cometido una persona diestra de esa altura o incluso mayor. Un extremo que los forenses se apresuraron a rebatir, al entender que podría haber sido un ataque en dos planos distintos -había una pendiente en el terreno- o incluso que la víctima estuviera parcialmente agachada de algún modo por las heridas .

En cuanto a la pregunta de ¿Cuáles de las heridas le provocaron la muerte? Los forenses han insistido en que hay seis heridas que penetran en el tórax tanto en la cara anterior como posterior, de esas seis lesionan los pulmones, y además de sangrar el pulmón hace que éstos se arruguen. «Agustín murió por hemorragia interna ya que mantenía 2,3 litros de sangre en sus pulmones que estaban colapsados y le provocaron insuficiencia respiratoria», reza el informe forense.

En cuanto al orden de las heridas, los forenses han reconocido que es difícil saberlo pero que posiblemente las primeras heridas fueron las recibidas en la parte delantera y luego las de la espalda. A parte no hubo un agarramiento entre los cuerpos, porque no hubo forcejeo, no hay arañazos ni hay lesiones rojizas.

Respecto a si la víctima se encontraba bajo los efectos de las drogas, los análisis toxicológicos descartaron esta posibilidad, tanto de estupefacientes como de alcohol.

Un hombre «frío con rasgos de trastorno disocial»

Por su parte, los forenes encargados de detectar posibles psicopatologías en el acusado han descartado que padeciera algún trastorno mental. En este sentido, sí han reconocido ante el jurado que por las entrevistas al acusado que tenía ciertos rasgos de trastorno disocial , pero no que tuviera afectadas sus capacidades volitivas.

En cuanto a sus rasgos psicológicos, estos médicos forenes que lo analizaron concluyeron que el acusado presenta «rasgos disociales, es decir, de una persona poco empática, un hecho de tal envergadura que estaba relatando no variaba su rictus , denotando en todo momento frialdad afectiva».

A juicio de una de estas médicos forenses, con esa « frialdad, la falta de emotividad, la situación de miedo que se pueda dar en otras personas, en ésta no siente el mismo tipo de miedo» .

«Nos contaba la historia como si no hubiera estado ahí; como quien va a pescar truchas al río»

«No es normal que nos contara su versión de los hechos como si no hubiera estado ahí él; no era capaz de transmitir empatía ; estaba como quien va a pescar truchas al río», ha descrito otro de estos psiquiatras forenses.

En cuanto a los vestigios hallados en el lugar del crimen, los peritos judiciales concluyen que hubo dos muestras claras de ADN de la víctima en la sangre hallada en la lengüeta de las zapatillas del acusado y de otro lado, en el manillar de la puerta izquierda del vehículo del acusado . «No hay ningún genero de duda», han insistido ante el jurado estos expertos en genética.

Llamada desesperada al 112

Uno de los momentos más emotivos en la sala fue cuando la Fiscalía pidió que se reprodujera la llamada de la joven que también fue apuñalada por este presunto homicida esa noche del 19 de septiembre de 2019.

La primera llamada de socorro al 112 no fue muy fructusoa porque la operadora que estaba al otro lado del teléfono necesitaba saber con exactitud la calle en la que se encontraban. Sin embargo, en una segunda llamada, la voz de Agustín ya se apagó, y la de la joven que se identificó ante la operadora como su pareja aparecía cada vez más desesperada pidiendo ayuda.

«¡Hay un coche; es la calle Victoria Kent, corra, corra; necesito ayuda Agustín no para de sangrar, por favor, corran por Dios, corran!». «Agustín está sangrando mucho. Lo han acuchillado por todas partes; está incosciente (...) es la segunda vez que llamo», según se pudo escuchar en la grabación reproducida en sala con los padres de la víctima presentes en la sala.

Hay que recordar que el acusado Jefferson, de 27 años, se enfrenta en este jurado popular a 25 años de prisión por un delito de asesinato con alevosía y otro de heridas con arma blanca a la joven que acompañaba a la víctima en el interior del coche donde fueron sorprendidos de madrugada en la Ciudad de los Niños.

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