Muerte de Ruth y José
Crimen de Bretón | La finca maldita de Las Quemadillas, vendida diez años después
La familia de José Bretón ya se ha desprendido de la propiedad en la que el parricida asesinó a sus hijos en una hoguera
La finca de Las Quemadillas en la que, según sentenció la Audiencia Provincial de Córdoba en julio de 2013, José Bretón asesinó a sus dos hijos, ha sido vendida . En 2019, una parte de la propiedad ya fue adquirida por un amigo de la familia del parricida, que se quedó con una sección de la parcela . Ahora, según ha podido saber ABC, las dos casas que hay en la finca pertenecen ya a otros propietarios, que las han restaurado.
Cabe recordar que durante la búsqueda de los cuerpos de los menores, los investigadores tiraron tabiques, levantaron solería, muros, falsos techos , fregaderos, electrodomésticos. Rastrearon palmo a palmo las viviendas. El juez instructor, José Luis Rodríguez Laínz, pensó en un principio que Bretón había hecho un habitáculo en alguna parte de la casa para ocultar a los pequeños.
También la zona de los naranjos fue ‘levantada’. En la finca entraron excavadoras para buscar en cada metro de tierra los cuerpos de los hermanos. El georadar marcó hasta una veintena de puntos sospechosos en los que se realizaron fosos por parte de los investigadores.
El gasto de los rastreos superó los 142.000 euros entre el 8 de octubre de 2011 hasta finales de agosto de 2012, cuando se confirmó que los restos hallados eran humanos. Según reza en el informe policial relativo al coste económico de los rastreos de la llamada 'Operación Resplandor', el trabajo desarrollado por la Jefatura Superior de Sevilla ha supuesto el mayor gasto sobre el total: 61.859 euros.
Por su parte, la labor del grupo de Policía Judicial de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) -homicidios y vigilancia- supuso una inversión de 49.988 euros. Les sigue el Grupo Especial de Operaciones (5.300 euros); Policía Científica (7.480 euros); el Grupo de Operaciones de Intervenciones Técnicas (6.746 euros); y los dos informes elaborados por la Universidad de Valencia (5.960 euros).
A estos gastos cabría añadir el coste de la sociedad geofísica Cóndor Georadar que trasbajó desinteresadamente en la búsqueda de los menores. La valoración del gasto comercial ascendió a 5.500 euros.
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