50 ANIVERSARIO DE EMACSA
Dos crías de hipopótamo: lo más «extraño» que se ha hallado en la red de saneamientos de Córdoba
Junto a los dos especímenes, a lo largo del medio siglo de vida de la empresa municipal se han encontrado objetos como escayolas y toneladas de las problemáticas toallitas
Restos de comida, papeles, el aceite de la freidora o las problemáticas toallitas. Son algunos de los «desperdicios» que muchos cordobeses suelen tirar al váter o arrojado por el desagüe del fregadero con más frecuencia de la deseada, según constata la Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) que cumple 50 años encargándose, entre otros cometidos, de mantener «en orden» las cloacas. Pero estos residuos no son, ni de lejos, lo más raro que los operarios se han encontrado en la red de saneamiento. «Lo más extraño que hemos hallado fueron dos crías de hipopótamo», afirma el responsable de Control de Calidad de Emacsa, Rafael Marín.
¿Y cómo llegaron estos dos especímenes hasta ahí? No, nadie los lanzó al wc y tiró de la cadena: «Se ve que se colaron por algún desagüe en el Parque Zoológico de forma accidental, y llegaron hasta la depuradora», señala Marín.
Salvo en el caso de los dos pequeños mamíferos, que se «colaron» en la red de forma involuntaria, lo cierto es que los residuos que suelen atascar las alcantarillas de la capital son arrojados con premeditación y sin reparar en los graves problemas que pueden ocasionar. «Nos hemos llegado a encontrar hasta escayolas », apunta Marín.
Para concienciar sobre la necesidad de colaborar en el cuidado de las redes de saneamiento, el responsable de Emacsa ha impartido la conferencia «Desactivando al monstruo de las cloacas (y otras historias de terror en el saneamiento», en el Salón de Actos de la Fundación Caja Rural del Sur.
Según cuenta Marín, «uno de los principales problemas lo tenemos con las toallitas. «Al año retiramos unos 10.000 kilos , que generan un gasto extra de un millón de euros . La gente tiene que saber que por el wc, solo pipí, popó y papel».
Microplásticos
Y es que el problema de las toallitas no se queda únicamente en los atascos de la red de saneamientos: repercute en el bolsillo de los cordobeses, «puesto que cualquier atasco en colectores o en estaciones de bombeo precisan una solución que tiene un coste y eso, evidentemente, se nota después en la factura». A ello hay que sumar el gran impacto ambiental de las toallitas, puesto que contribuyen a la dispersión de microplásticos cuando se disgregan en el agua residual.
«Esperamos que la situación cambie con la nueva norma 14.002 de 2019 , que trata de diferenciar los productos desechables por el inodoro de los que se deben verter en la papelera o en la basura», informa Marín.
Además de las toallitas, «es frecuente encontrarnos otros residuos como productos químicos o aceites usados: cuando, por ejemplo, se arroja el aceite de dos o tres freidoras por el desagüe, toda el agua de la depuradora se contamina . Luego muchos se preguntan por qué huelen mal las estaciones de bombeo», indica Marín.
Por eso, el encargado del Control de Calidad de Emacsa reclama la colaboración ciudadana y hace una llamada a la responsabilidad «por el cuidado y mantenimiento de nuestra red de saneamiento, que es de todos».
