Cosmopoética 2021

Carla Nyman: «La memoria es ficción, manera de elegir para construir el relato de tu vida»

La autora, una de las más relevantes entre los jóvenes, habla en Cosmopoética 2021 en Córdoba de su concepción de la poesía

Carla Nyman, durante su participación en Cosmopoética Valerio Merino
Luis Miranda

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Carla Nyman (Palma de Mallorca, 1996) es una de las autoras jóvenes más leídas de la poesía española por la madurez y por los temas a los que se asoma. El último, el deseo femenino en ‘Movernos en la sed’.

La suya es una poesía con bastantes preguntas y con bastante duda existencial, quizá angustia. ¿Por qué?

Sí, de hecho una de las razones por las que escribo poesía es porque van surgiendo una serie de interrogantes y si de verdad supiera resolverlos directamente no escribiría. Creo que al final el proceso escritural es un proceso de descubrimiento en que de pronto empiezo a entender ciertas cosas, a entenderme a mí también, a entender mi relación con el mundo. En este poemario surgen muchas cosas que primero parten de un cuerpo, el cuerpo de la mujer y de cómo se relaciona con el deseo. Tradicionalmente se ha visto cosificado, como objeto de deseo, frente al deseo masculino , y aquí es un cuerpo que en todo momento toma ese partido en el deseo, en la posibilidad casi de somatizar todo ese dolor o todo ese exitencialismo a través de la palabra. Por eso el poemario está tan fragmentado, porque se pone un poco por encima de la gramática .

¿Cómo tiene que ser la expresión poética para hablar del deseo?

En este poemario lo que descubrí es que para poder hablar de ese cuerpo que somatiza esta serie de preguntas o preocupaciones necesitaba una escritura fragmentaria . La gramática convencional nos lleva siempre a los mismos términos, a señalar asuntos como más manidos y en el momento en que se disloca la gramática, permite que el cuerpo se sobreponga a todo lo que le viene dado, y de que pronto empiece a hablar por sí mismo .

«No sabría definir la poesía, pero sí tengo claro que hay que llevarla al hueso, hay que pulirla»

¿Es difícil llegar a esa gramática?

Nuestro pensamiento y nuestra manera de interactuar en sociedad es gramatical , pero cuando nos ponemos a pensar dislocamos el discurso: estamos pensando en una cosa y ese pensamiento nos lleva a otra y a otra. Creo que la poesía te puede permitir esas licencias de romper la manera convencional de construir un discurso, y sobre todo cuando estás indagando en espacios que intentan huir de los planteamientos burgueses, patriarcales.

«El amor es una palabra que da hambre». ¿En su juventud ya ha encontrado la disociación entre lo que se dice y lo que se encuentra?

Claro. El poemario anterior, que se llama ‘Elegías para un avión común’ viene a ser como un inicio de lo que luego desarrollo más en ‘Movernos en la sed’, que es justo el salir de esa burbuja de la infancia, donde a lo mejor se nos presentan una serie de conflictos, problemas y preocupaciones , pero como todavía todo es tan naïf y tan inocente y no sabemos señalar con el dedo qué está bien y qué está mal, nos podemos relacionar con la perversidad desde un lugar muy ingenuo. Hay un momento en que hay casi un estiramiento de la vida, como si la persona que ha crecido saliera de la burbuja, del clima, y de pronto empieza a ver todos esos conflictos que tenía alrededor, y sabe señalarlos. Este verso, ese desengaño, esa manera de darse de bruces contra la tierra y señalarlo.

Dicen que su primer libro hablaba de «la memoria recién inaugurada» de una persona joven.

Al final la memoria también es una ficción , es una manera de elegir y de seleccionar lo que realmente te interesa para construir tu relato, el relato de tu vida. ‘Elegías para un avión común’ lo empecé a escribir antes de los 22 años y puedo echar la vista atrás y ver cómo han sido las etapas de mi vida y seleccionar lo que puede construir el relato de la infancia. Al final la memoria viene a ser casi un palimpsesto o un cartapacio, o un álbum de fotos y decides qué foto poner y cuál no y cuáles son las fotos que más te han afectado a lo largo de tu vida.

¿La poesía puede ser más quitar que poner?

Desde luego. No sabría definir la poesía, pero sí tengo claro que hay que llevarla al hueso , hay que pulirla. Y en el momento en que una palabra empieza a bailar y no me convence, la quito. De hecho, para mí el proceso de la escritura poética es muy parecida a la estructura de una escalera de caracol , que a medida que vas avanzando en la escalera no haces más que das vuelta a un mismo tema. Yo creo que hablamos de las mismas obsesiones, y poco a poco te vas aproximando a ese tema de que quieres hablar o ese asunto que te preocupa. Puede ocurrir que te acerques demasiado, te abrume y no sepas expresarlo bien, o que te alejes y no digas nada o que encuentres esa tensión entre lo cotidiano y lo más etéreo y desconocido.

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