PERDONEN LAS MOLESTIAS
Coscojas, madroños y botellines
La carretera que conecta Trassierra con los Arenales transita por un corredor verde de encinares y latas de cerveza

El corazón de la Sierra de Córdoba es extraordinariamente rico en pinares, acebuches y latas de cerveza Cruz Campo . Se trata de un sistema montañoso de lomas suaves y pliegues sinuosos, que apenas supera los 400 metros de altitud. Lo que ... no resta para que nos encontremos en uno de los parajes más asombrosos de Sierra Morena , gracias a su exuberante vegetación desbordada de madroños, coscojas y botellas de plástico abandonadas, que convierten el lugar en un milagro de la naturaleza.
Pocas sierras de la península presentan un estado de conservación tan sorprendente. Aún es posible internarse por sus prodigiosos ecosistemas de bosque bajo o pasear a lo largo de sus arroyos en galería, atestados de alisos, olmos y bolsas de basura cuidadosamente anudadas en las ramas del avellano . El espectáculo de contraluces y verdor en las tibias tardes de otoño constituye una experiencia ascética que nadie debería perderse si quiere pasar dignamente por este mundo.
Ahí tienen los Baños de Popea . Un edén esculpido por la acción tenaz del agua a lo largo de los milenios. El conjunto de cascadas que desordenan caprichosamente el arroyo del Molino otorgan una belleza arrebatadora al entorno. Nos encontramos en el epicentro del paraíso. Y buena prueba de ello lo atestigua su increíble fauna de invertebrados y sus latas de conserva Isabel esparcidas por el musgo.
Curso abajo del arroyuelo, emerge un viejo molino de entre la densidad de la floresta, testimonio declinante de la presencia humana allá por los tiempos de María Castaña. Aquí la vegetación se atrinchera hasta hacer intransitable el paso en algunos recodos del camino. La temperatura desciende varios grados y abunda la zarza, la hiedra y la parra silvestre, aunque escasean los tercios y los botellines , quizás por lo inaccesible del terreno.
Un golpe de suerte quiso que los Baños de Popea esquivaran, allá por el mandato de doña Rosa, una preciosa urbanización de 233 chalecitos coquetos , que don Rafael Gómez tenía previsto perpetrar a tan solo 150 metros de la bella poza de agua fresca que la corriente ha tallado sobre las tobas calizas en una obra de ingeniería hidráulica majestuosa.
La carretera que conecta Trassierra con el Puente de los Arenales transita por un corredor verde inigualable, flanqueado por un ejército de encinares, algarrobos y botes de refrescos de todo tipo, que adornan este paraje único en Andalucía merecedor por méritos propios de la catalogación de parque natural. El reguero de mirindas, pepsi colas y batidos de chocolate que embellecen la cuneta de la vía 3402 merecen un estudio botánico exhaustivo.
La variedad de envases que jalonan la carretera hasta alcanzar el río Guadiato denota que nos encontramos en un ecosistema de valor excepcional. Los hay frescos de temporada, como brotes verdes recién germinados por efecto de las últimas lluvias, y también oxidados por el paso del tiempo, el sol y el gélido frío de invierno. De especial belleza son los paquetes de tabaco enzarzados entre el matorral húmedo de la mañana.
Por este afortunado territorio, casualidades de la vida, circula cada año el rally de Sierra Morena . Cientos de aficionados se acomodan en los márgenes de la calzada para ver a los vehículos derrapar en las curvas de un bosque mediterráneo único entre los sistemas montañosos peninsulares. De ahí que el Ayuntamiento y la Diputación de Córdoba , titular de la vía, se esfuercen año a año en mantener impecable la salud de este irrepetible ecosistema de coscojas, madroños y botellines .
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete