Rafael Ruiz - CRÓNICAS DE PEGOLAND
Las cosas obvias
Mar Téllez, concejala del PSOE, va camino de marcar unas cotas épicas en el tono discursivo municipal. Ole
![La edil Mar Telles en la presentación de un evento comercial](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2018/06/07/s/articulo-rafael-ruiz-kxyC--1248x698@abc.jpg)
RECONOZCO sin atisbo de duda que Mar Téllez es mi concejala favorita de esta corporación municipal. La actual delegada de la cosa del Empleo deja unas maravillosas perlas fruto, quién lo sabe, de la inoncencia, la falta de tablas , el desconocimiento o una mezcla de ambas que la convierte en un objeto de atención periodística. Las procelosas cuestiones de la actividad municipal, en ocasiones complejas, se convierten en su caso en verdaderas piezas de orfebrería discursiva. Retórica simplificada en grado sumo que solo puede celebrarse con orejas, rabo y vuelta doble a la plaza. Ahora que se puede volver a escribir de toros cuando a Carmen Calvo la han hecho vicepresidenta del Gobierno con despacho en el edificio Semillas de La Moncloa y acceso a los informes del CNI.
Hace escasas semanas, se supo por una serie de reportajes de un diario digital de la ciudad que la Federación Comercio Córdoba tenía una roncha con Hacienda de 200.000 euros de vellón a pesar de todos los esfuerzos municipales por contribuir al bienestar de tan digna organización. Cuando los compañeros del diario le preguntaron por la imposibilidad de seguir recibiendo subvenciones , Mar Téllez hizo unas declaraciones verdaderamente explosivas. Dijo lo siguiente: «Vamos a seguir con el procedimiento marcado y yo pienso que en el momento en que eso se solvente pues seguirá su cauce». Aún tengo escalofríos con la revelación.
En esta misma semana, se ha conocido que la propuesta municipal de construir un edificio dedicado a la investigación biotecnológica ha quedado como Remedios Amaya en Eurovisión. Un «zero points» como la pata de un banco. El Ayuntamiento, que celebró la presentación de la solicitud como el que gana los Juegos Olímpicos , ha anunciado que presentará alegaciones a las puntuaciones porque entiende que su propuesta ha sido minusvalorada injustamente .
La concejala ha resumido la situación de Téllez maneras: «De momento no se ha conseguido la financiación, pero eso no pone en riesgo el proyecto ». El asunto daría para un análisis sosegado con ciertas analogías. Imaginen al capitán de un barco que se dirige al pasaje y le informa que acaban de chocar con un iceberg «pero, tranquilos, que el boquete es catastrófico pero no grave. En definitiva, eso no implica que vayamos a ahogarnos necesariamente». O si estamos tranquilamente en un banco, haciendo cola, y aparece un grupo de tipos armados con semiautomáticas: «Venimos a robar de forma violenta pero eso no tiene ninguna relación con estado de salud futura».
Mar Téllez me reconcilia con el mundo. Con sus sentencias obvias, sus salidas inocentes . Si tuviera algunos años más, pensaría que se está partiendo de risa con todos nosotros. Pero luego se me ocurre que no es para tanto. Que seguro que es que las cosas deben ir bien cuando se tienen el zen correcto y se dicen esas cosas.