APUNTES AL MARGEN

Cosas que no son ciertas

Un bien puede ser de propiedad privada y a la vez estar declarado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad

Via Crucis de las cofradías con el Cristo de la Misericordia por la Mezquita-Catedral VALERIO MERINO

RAFAEL RUIZ

Pues no. Un bien puede ser de propiedad privada y, además, estar considerado por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad . La naturaleza de la propiedad no se encuentra entre ninguno de los elementos que condicionan la consecución o no de un mérito de esta naturaleza como saben de sobra quienes aventan según qué teorías para llevar el agua a su molino. Basta con informarse mínimamente antes de poner por escrito cosas que no son ciertas y que no deberían dejarse pasar tan alegremente.

El Casco Histórico de Córdoba es Patrimonio de la Humanidad y buena parte de su parcelario, por no decir casi todo, es de propiedad privada. Las casas que se encuentran enfrente de la Mezquita-Catedral de Córdoba son de sus dueños como lo son los bares, las tiendas y las casas palaciegas. Y son tan Patrimonio de la Humanidad para la Unesco como las calles, las plazas y el principal monumento que abrigan. Nadie ha puesto en duda que ninguna ciudad de todas las consideradas de esta manera dejen de estarlo porque todo no sea del Ayuntamiento de turno que es precisamente lo que aquí ocurre.

«¿Tendrían que ser del Estado todas las fincas agrarias que han recibido ayudas europeas?»

Obras de Antoni Gaudí como la Casa Batlló o la Casa Milá han sido, desde el minuto uno de su construcción, de propiedad privada. Y ello no ha sido obstáculo ni debate para considerarlas como una de las obras más imaginativas de su movimiento arquitectónico. A nadie se le ocurre decir en Barcelona que porque el Parque Güell sea de propiedad municipal y la llamada Pedrera de una entidad financiera desmerezcan ni un ápice la situación procedimental de ésta última ante la Unesco .

La propia Ciudad del Vaticano y los edificios extraterritoriales que la Santa Sede tiene en Roma son Patrimonio de la Humanidad y de la Iglesia sin que a nadie se le salten los puntos de sutura. A nadie se le ha ocurrido decir ninguna tontería al respecto porque lo relevante es la obra de Bernini . Cualquiera que pasee por la ciudad vieja de San Salvador de Bahía , en Brasil, entenderá que edificios públicos y privados se mezclan con total naturalidad sin que sea necesario abrir un expediente infomativo al respecto. Quienes hayan tenido la suerte de probar los vinos de Borgoña deben saber que son el fruto de unas propiedades no estatales que tienen la misma categoría que la Mezquita ante la Unesco. Las viviendas modernistas de Berlín o el complejo fabril de Rotterdam tienen sus legítimos propietarios.

Por una simple cuestión de tiempo, los estados y las confesiones son los grandes titulares de monumentos y lugares históricos. La Unesco, además, ha primado las candidaturas que no son edificios singulares aislados sino lugares, entornos, donde se mezclan todas las posibilidades que ofrece la legislación de cada país. Con el régimen de propiedad que rige para los templos de culto de cada lugar. Con y sin ayudas públicas, que por cierto solo generan derecho de propiedad pública en la materia que nos ocupa. ¿Tendrían que ser del Estado todas las fincas agrarias que han recibido ayudas europeas o todas las viviendas de protección oficial ?

«Quien crea que la Iglesia ha obrado mal tiene a su disposición los juzgados. Lo demás es postureo»

Existe la costumbre de poner a la Unesco como la amenaza que, en realidad, no es. La organización internacional nunca ha intervenido en cuestiones de propiedad como han establecido los expertos en la materia sino en elementos como la gestión responsable o la conservación diligente . Y esa es la clave de todo este barullo que se intenta complicar más allá de lo inteligible.

La salida es más fácil que todo lo que dicen los diarios, las plataformas, las versiones interesadas de todo signo. Si alguien no está de acuerdo con la situación de un bien inmueble, tiene a su disposición los juzgados en horario de ocho a tres. Quien crea que la Iglesia ha obrado de forma incorrecta tiene a su disposición la jurisdicción civil para plantear una acción oportuna que será valorada por un tribunal formado, en buena parte de los casos, por juristas especialistas en la materia. Tan es así que los vecinos pueden iniciar el procedimiento judicial que tendría que pagar el Ayuntamiento en caso de que tenga éxito en los tribunales estando expresamente prohibido el allanamiento. Los instrumentos existen para quien los quiera. Si es que de verdad los quiere.

Todo lo demás es farfolla , palabrería y postureo .

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