Coronavirus Córdoba
Unos ángeles de la compañía para espantar la soledad de los mayores ante el coronavirus
Los ayuntamientos de Moriles y Cañete de las Torres realizan un seguimiento telefónico de las personas mayores que afrontan estos días el confinamiento en la soledad de su hogar
La soledad se rompe con una llamada de teléfono. A muchos mayores de 65 años de Cañete de las Torres y Moriles les da un vuelco el corazón cuando suena el teléfono fijo de casa. «Ya te echaba de menos. Te estaba esperando, angel mío». Esta es una de las frases con las que reciben a Carmen o Macarena, las jóvenes que desde hace un mes llaman a los morilenses más veteranos para darles compañía. Son más de 65 las personas que reciben un seguimiento telefónico casi a diario para saber cómo están de salud, de ánimo o si necesitan algo. Pero sobre todo, para darles unos minutos de charla que rompa la soledad de su hogar.
En los próximos días, esta nómina se ampliará ya que, según indicó la alcaldesa de Moriles, Francisca Carmona , se han detectado en el censo a más de 80 vecinos que podrían verse beneficiados de este servicio. «Nos reciben cada día con mucha alegría, están muy agradecidos», indica Carmen . Tanto ella como su compañera no le ponen rostro a las personas con las que charlan a diario. No las conocen. Ysus receptores tampoco saben con quién están charlando. Una de las claves de este programa es mantener el anonimato. «Nos dicen que tienen muchas ganas de vernos, de abrazarnos, de conocernos...», señala Macarena .
Empatía
No ocurre así con la iniciativa impulsada por el ayuntamiento cañetero. En esta ocasión son los propios ediles municipales los que llaman a las personas mayores para darles compañía a través del hilo telefónico. «Cuando todo esto pase habrá que volver la mirada hacia los pueblos, ver todo lo que se ha hecho en esta crisis, y la gente verá que esta calidad de vida , esto que hacemos los unos por los otros no se logra en las grandes ciudades», indica e l alcalde de Cañete, Félix Romero .
Macarena y Carmen coinciden en la fortaleza con la que los mayores están afrontando esta situación. «Unos dicen que ya salían poco, otros que en casa se está bien, y la mayoría creen que no es tan malo quedarse en casa». En sus conversaciones, estas voluntarias evitan abordar el tema del coronavirus. «Ellos están informados, saben lo que está pasando, pero intentan evadirse viendo programas de televisión, haciendo tereas de casa o escuchando música en la radio», apunta Macarena. Otros, como señala Carmen, se dedican estos días a leer y a escribir poesías . «Tenemos unos mayores muy inquietos», recalca.
Estas llamadas, aparte de calor humano, también aportan información sobre los mayores. Los voluntarios preguntan por la medicación, por el tipo de alimentación, por su salud....y si detectan algún problema lo notifican a los servicios sociales municipales o a Protección Civil para que les hagan la compra o adquieran sus medicamentos en las farmacias.
Acercamiento a las nuevas tecnologías
El confinamiento también ha llevado a muchos mayores a perderle el miedo a las nuevas tecnologías. «Ahora dicen que hay muchos inventos para pasar el rato», indica los voluntarios. Esos inventos a los que se refieren son, por ejemplo, los teléfonos móviles . Todos tienen fijo, pero muy pocos usan un smartphone para comunicarse. Con el confinamiento, los abuelos se reciclan y se ponen al día. «El otro día me contó uno de ellos que había hecho una videoconferencia y que vio la cara de su hijo por el móvil», señala Carmen.
¿Y qué es lo que más echan de menos? Pues no es precisamente salir a la calle. O recuperar sus clases de tai chi. O volver a los talleres municipales de memoria. Todos echan en falta la visita de sus nietos . No poderlos ver es lo que más angustia les produce en su confinamiento. «Una mujer me contó lo triste que estaba ante el próximo nacimiento de su nieto, porque no había tenido tiempo de comprarle la toquilla para cuando abandone el hospital. Le dije que no se preocupara, que yo se la iba a conseguir», indica Carmen. Nada le obliga. Pero los ángeles de la companía son así.