Coronavirus Córdoba

Los sanitarios de Córdoba avisan de su situación ante el coronavirus: «Nos estamos jugando la vida»

Médicos, enfermeros y profesionales aseguran no contar ni con el equipamiento básico

Un hombre baja a un paciente de una camilla en el hospital Reina Sofía de Córdoba Valerio Merino
Rafael Aguilar

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«¿Alguien cree de verdad que si los médicos no estamos protegidos cuando hacemos nuestro trabajo podremos garantizar que los hospitales funcionan, que seremos capaces de parar esta desgracia?». La pregunta se la hace una joven doctora con plaza en el Hospital Reina Sofía de Córdoba que acepta a dar su testimonio bajo el nombre de Lucía. «Esto se le ha ido a de las manos a alguien. No es el momento de buscar culpables, sino de arrimar el hombro. Y nosotros lo estamos haciendo. Estamos jugándonos la vida . No es ninguna exageración. Y resulta que hay veces que no tenemos lo básico», declara. Lo básico es un paquete en el que entran mascarillas , batas y gafas de aislamiento y test para el coronavirus . «Lo que no puede ser es que solo nos den equipos de protección adecuados si el paciente al que estás tratando tiene confirmada la enfermedad: si es sospechoso no hay equipo para el sanitario. ¿entiende?», añade.

Otro motivo de enfado entre la comunidad laboral sanitaria tiene que ver con las pruebas, con las que no se hacen en concreto. Luis es enfermero y también se gana la vida en el Reina Sofía. «Esto es un polvorín en todos los sentidos, emocionalmente también. A los profesionales nos cuesta mucho mantener el tipo delante de los pacientes. No es de recibo que a todos los sanitarios no nos hagan la prueba. Estamos trabajando a ciegas . El riesgo es enorme. A los compañeros de los médicos o de los enfermeros que han dado positivo solo les hacen el test si presentan síntomas, cuando el coronavirus puede ser asintomático. A esto no hay derecho», se desahoga.

Positivos

«Nos sentimos desprotegidos, hasta maltratados por las autoridades», tercia un trabajador social del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el sur de la provincia de Córdoba. «Hace más de una semana que me acogí al derecho al teletrabajo, que me asiste de acuerdo a las disposiciones adoptadas por el Gobierno andaluz, y resulta que todavía no me han contestado. Sigo yendo a mi puesto de trabajo a diario, pero al menos yo lo puedo contar porque no estoy en cama», relata Amador protegido por un nombre que no es el suyo. ¿Y quién no lo puede contar? «Uno de mis compañeros, médico, que también pidió teletrabajar hará nueve o diez días , ha dado positivo en la prueba del virus y está ingresado. ¿No es esto para que nos enfademos?», completa.

«Una dcotra lleva dos días con la misma mascarilla y la tiene que lavar en su casa»

«Las historias que escuchas a diario en un centro de salud son para echarse a temblar. La gente tiene que saber que hay profesionales que, literalmente, se están jugando la vida », continúa esta misma persona. «Una doctora amiga lleva dos días con la misma mascarilla porque no le dan otra: la tiene que lavar en su casa. Otro me cuenta que tienen una gafas protectoras para todo el personal del consultorio y que quien las usa las lava y las desinfecta para que el compañero que venga después pueda utilizarlas también en una cura o en una exploración. De juzgado de guardia, ¿no cree?», resume.

Concluye: «Llego a mi casa cada tarde destrozado anímicamente . La gente tiene miedo a contagiarse en su puesto de trabajo. Una enfemera de mi zona, por ejemplo, ha dado positivo y la han mandado a casa, donde tiene a su bebé, y le hacen seguimiento telefónico. Ella ha estado asintomática hasta que le han hecho la prueba. Y ahora todos sus compañeros se preguntan si ellos también tienen el virus encima».

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