CORONAVIRUS CÓRDOBA
Relato de una «rastreada» del Reina Sofía de Córdoba: «Llamaban cada 48 horas y ayudó con los miedos»
La enfermera Pilar Molero ha vivido en primera persona la labor de los detectives del Covid cuando se contagió
Pilar Molero es una enfermera de la Unidad de Nefrología, Endocrino y Trasplante Renal del hospital Reina Sofía , y es un claro ejemplo de cómo trabajan los rastreadores de este complejo , centrados en su personal sanitario.
Ella se contagió a principios de noviembre , en la segunda ola, trabajando con una paciente que más tarde se supo que era positivo. Al día siguiente de conocer el hospital que la paciente era positiva en Covid recibió la llamada de los rastreadores del complejo sanitario. Le hicieron preguntas y ya la consideraron contacto estrecho . Debía aislarse y ese mismo día se realizó la PCR . El resultado fue positivo.
«Aunque sabemos que los profesionales sanitarios estamos muy expuestos, en el momento que te comunican que eres positivo , te produce angustia porque no sabes hasta qué punto vas a enfermar y tienes miedo de haber contagiado a tu familia , como de hecho así fue, contagié a mi marido », cuenta Pilar.
Los síntomas llegaban pocos días después, todos leves , dolor de cabeza, pérdida de olfato, cansancio pero, sobre todo, ese miedo a cómo iba a evolucionar la enfermedad en ella y en su esposo, cuenta esta profesional.
« Cada 48 horas recibía la llamada del centro de salud , lo que ayuda a aclarar dudas y miedos , algo muy importante», remarca. Tras el resultado de la segunda PCR (negativa), epidemiológicamente estaba de alta . Pilar hoy habla desde el hospital, donde ha vuelto a trabajar contenta por haber superado el Covid.
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