Coronavirus Córdoba
La quinta ola muestra su peor cara en agosto con 62 fallecidos en Córdoba
Los contagios se han reducido un 36 por ciento con respecto al mes de julio y van por 5.612 nuevos casos
La quinta ola ha mostrado en el mes de agosto, a punto de terminar, su peor cara. La pandemia ha evolucionado de una manera que pocos podían imaginar cuando comenzó este nuevo episodio a finales del mes de junio (oficialmente, la Consejería de Salud lo sitúa el 21 de junio). Y lo ha hecho en el aspecto más doloroso de la situación epidemiológica, el de las muertes .
En lo que llevamos del mes de agosto, incluyendo los últimos datos facilitados ayer por Salud, en Córdoba se han producido 62 fallecimientos a causa del Covid-19, una cifra que remite, por su parecido, al final de la tercera ola, la más virulenta de cuantas llevamos. En marzo de 2021 se registraron 61 víctimas mortales , una cifra que posteriormente no hizo más de decrecer, al amparo de los avances en la campaña de vacunación. En abril fueron 25 muertos entre residentes en la provincia de Córdoba, en mayo 19, en junio 16 y en el mes de julio tan sólo 12. Todo parecía apuntar a un cierto control en la gravedad de los efectos de los contagios , pero no ha ocurrido así.
Las 62 víctimas mortales del mes de agosto quedan muy lejos de los peores números (los 190 muertos de febrero, seguidos de los 108 de enero o 103 de diciembre del año pasado, todos ellos durante la tercera ola). Sin embargo, ha invertido la tendencia que arrojaban hasta ahora las estadísticas.
En junio y julio
Durante los meses de junio y julio, la mayoría de los días se saldaban sin nuevos anuncios de víctimas mortales en las estadísticas oficiales. En junio, por ejemplo, sólo se declararon muertes en 13 ocasiones, que bajaron a ocho en julio. En agosto ha ocurrido al contrario: sólo cuatro jornadas terminaron sin decesos y hubo días en que se declararon hasta ocho de una vez (el 24 de ese mes). La Consejería de Salud siempre ha alertado de que esta estadística no tiene por qué corresponderse necesariamente con lo ocurrido el día anterior, pero incluso contando con los retrasos en la comunicación de las muertes queda claro que agosto ha sido de nuevo uno de los meses negros de la pandemia.
En gran parte, ese aumento de las muertes se explica por la penetración, una vez más, del virus en las residencias de ancianos, que parecían en los últimos meses inmunes a los peores efectos de la pandemia dado que fueron los primeros espacios en recibir las vacunas. El peor caso se dio en la residencia de Pedroche , la más grande del norte de la provincia, donde murieron 10 personas antes de que Salud diera por controlado el brote.
Pirámide de edades
También ha habido un cambio importante en la pirámide de población de los nuevos infectados. Hasta que comenzó la vacunación, los más afectados eran las personas mayores . Con la mayor parte de las actividades de ocio cerradas y las limitaciones a las relaciones sociales, que terminaron justo antes del verano, el virus apenas había penetrado entre los sectores de población de menor edad , o al menos lo hizo con mucha menos virulencia.
En la quinta ola la pirámide de edad se ha ensanchado por su base y ya no tiene nada que ver con las cuatro oleadas anteriores. La mayor parte de los contagios se producen entre los jóvenes de 15 a 24 años, que concentran el 30 por ciento de los nuevos casos. De 25 a 35 aportan otro 20 por ciento , e incluso se han dado infecciones entre los niños: en torno a un 15 por ciento de los positivos de la quinta ola se han dado en el rango de 0 a 14 años. En resumen, dos de cada tres nuevos contagios en la quinta ola afectan a jóvenes menores de 35 años. Por el contrario, todos los tramos de edad por encima de los 70 años se mueven en valores alrededor del 1 por ciento.
A pesar de todo, parece que esta nueva fase de la pandemia está entrando ya en la fase de control , como ocurrió con las cuatro anteriores. La tendencia en el número de contagios durante agosto se ha mostrado claramente a la baja. Si el mes empezó con picos que superaron los 400 contagios diarios en el conjunto de la provincia -y en julio rozaron los 700 con la incidencia disparada-, ahora ese factor se ha situado ya definitivamente en el orden del centenar . Los 200 positivos no se superan desde el 17 de agosto y ayer fueron 109.
En el acumulado del mes, y a falta de un día para completar la estadística -que no debería variar demasiado-, se han contagiado 5.612 cordobeses, una cifra un 36 por ciento más baja que la registrada en julio (8.845), aunque superior a la obtenida en junio (4.361). En los meses de la primavera el dato fue aún más bajo y se movió siempre en el entorno de los 3.000 positivos mensuales, pero hay que recordar que por esas fechas existía una gran cantidad de restricciones parciales (incluidos los cierres perimetrales decretados por la Junta), toque de queda durante la mayor parte del tiempo y era obligatorio el uso de la mascarilla en exteriores. A partir del 26 de junio ya no había nada de eso.
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