Coronavirus Córdoba
La Policía Local de Córdoba, sensación de seguridad las 24 horas del día durante el estado de alarma
ABC sigue a una patrulla de agentes con el sabor del reconocimiento de los ciudadanos a su labor en la ciudad
Martes Santo. Amanece nublado. La Policía Local de Córdoba , ahora en nuevos turnos de siete días continuos de trabajo, empieza la actividad matinal. ABC patrulla con la oficial Ana y la agente Lola en una mañana tremendamente intensa en la ciudad en la que se quedan, y podemos comprobarlo in situ, con las múltiples «muestras de cariño que nos dan los ciudadanos», apunta Lola. Ana recalca que esto «nos alegra y nos motiva a superar la presión que tenemos» en su colectivo durante este inusual estado de alarma en el país provocado por la Covid-19 .
Noticias relacionadas
No hay procesiones de Semana Santa por el confinamiento . Pero, la actividad es un perfecto ejemplo de cómo la Policía Local se deja la piel cada minuto para proteger a la población de la expansión del maldito coronavirus, que ya se ha cobrado la vida de 39 personas en Córdoba . Las agentes se exponen en primera línea con situaciones de todo tipo que demuestra el excelente y exhaustivo control que realizan de la ciudadanía durante las 24 horas del día.
La importancia de su labor es descomunal. Han pasado las diez de la mañana y estamos en la entrega del Banco de Alimentos a los más necesitados en la iglesia Inmaculada Corazón de María de la barriada de Miralbaida . Continúa la jornada de Ana y Lola. Además de la vigilancia, basta unos minutos para comprobar cómo los ciudadanos les piden información de todo tipo. Un vecino, a voces desde la terraza, les pregunta una duda sobre cómo tramitar un asunto social. «Es difícil a veces que puedan contactar por teléfono con los Servicios Sociales , que están saturados, así que también nos piden información», explica la oficial. Lola recalca que «es muy habitual» esta nueva tarea, impropia en otros momentos de sus funciones pero que prestan con agrado. Ahora, también «vamos a casas en las que alguien se ha caído» o dan respuestas «a enfermos» que no pueden salir de sus domicilios.
La Policía Local coincide con las demás Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en que «hay un alto grado de cumplimiento por la población» del confinamiento, apunta Ana, salvo «algún caso excepcional de personas reincidentes, que tienen sanciones más importantes». Por eso, hay algo más de 600 denuncias. La agente Lola añade que «por las mañanas hay más movimiento» de gente en las calles, pero que «no hay diferencia» por franjas horarias en el número «de infracciones» que pueden cometerse y denuncian. La entrega de alimentos finaliza sin sobresaltos. Al estar presentes dos patrullas es evidente que hay «un efecto disuasorio» ante cualquier alboroto.
El recorrido de ABC con la Policía Local tiene la siguiente parada, sobre las 11.00 horas, en un control de tráfico justo en una rotonda de salida de la Ronda Oeste. «Solicitamos los documentos que acrediten que vienen del lugar que dicen o el certificado correspondiente de su trabajo», explica Lola en la fase inicial del mismo. Aquí han establecido nuevos protocolos para mantener la distancia social con los ciudadanos. «Ahora les pedimos que nos muestren la documentación por el parabrisas», subraya Ana, como nueva medida de protección.
En este sentido, las dos policías destacan que disponen «de todo el material» para protegerse del coronavirus pese a estar en primera línea. Llevan guantes, mascarillas, geles desinfectantes y gafas por si es necesario. «La gente ha empezado a tomar conciencia» de la importancia de estas medidas, nos explica Lola, que cree que también ayuda para el cumplimiento que «vemos que esto le puede afectar a cualquiera, como a Boris Johnson», primer ministro de Reino Unido.
Precisamente, «llevar el virus a casa», apunta Ana, es la principal « preocupación » de estar en primer línea en la lucha contra la Covid-19. «Mi marido es asmático y tengo dos hijas», y esa tensión por no contagiarlos «es igual» en todo el gremio policial. Lola insiste que ese temor «es inevitable», aunque cuando están en el trabajo sólo piensan «en dar algo más del 100%», subraya Ana.
«¡Cómo para mentir!»
Antes del mediodía, la patrulla toma rumbo a la plaza Matías Prats, en la zona del Zoco . El objetivo es controlar los movimientos a pie. El primer disgusto es ver a dos personas que parecen caminar juntas. Sobre las conductas que rompen la esencia del confinamiento , Lola expone que «las personas son las que más nos avisan de los incumplimientos de sus vecinos», lo que demuestra «la implicación» de la sociedad para acabar con esta situación «cuanto antes».
Hay un peatón que acelera el ritmo cuando las policías se acercan. Lo paran junto a Zocóptica. Le piden datos de dónde viene, a dónde va, qué va a hacer y tratan de confirmar su coartada . «Está la cosa como para mentir», asegura con cierta gracia el ciudadano. Las agentes han confirmado con la central su domicilio , dónde está empadronado y si lo está con las personas a las que dice que va a comprarle medicinas. Una supervisión exhaustiva, propia de los tiempos que corren. Allí, ambas reciben el reconocimiento de una señora. «Ves, lo que te decimos, nos reconocen nuestra función mucho más que antes», interpela Lola.
Queda una cuarta parada. La más problemática. Durante la mañana ha salido el tema de conversación, pero ahora toma protagonismo: la indigencia . «En estas intervenciones no puedes guardar la distancia de seguridad», insiste Lola, como tampoco «en las detenciones». Acuden al centro residencial Séneca con capacidad «para hasta 110 usuarios», detalla el guardia de seguridad de la residencia. «Hay un sin hogar que no cumple las normas», nos explica Ana sobre el motivo de la actuación. Es un joven de 20 años que vive en España desde los 11. Quiere salir más de «las dos veces que tiene permitido», añade. Está a punto de ser detenido. «Si usted sale de la residencia sin permiso, habrá roto el confinamiento», le informan, y tendrán que detenerlo. Recapacita y se compromete a respetar las normas.
La Policía Local , de momento, no tiene los aplausos de los que gozan los sanitarios a las 20.00 horas en las ventanas y balcones. Tampoco la Policía Nacional , Ejército y Guardia Civil , colectivos a los que ha seguido ABC durante el estado de alarma. Sirvan estas líneas apoyo a su incalculable valor en primera línea durante 24 horas de exhaustivo control de las calles.