Coronavirus Córdoba
Pharmex fabricará en Córdoba un gel desinfectante sin alcohol
Centra su producción actual en glicerina bidestilada, uno de los componentes del producto
La empresa Pharmex , que tiene las instalaciones de producción de fármacos más importante de la provincia de Córdoba, ha girado la producción hacia el uso de geles desinfectantes de las manos con el objetivo de abastecer al mercado en un momento en el que este producto se tiene que consumir a carretadas. El director general de la compañía, Juan Carlos Santé, ha explicado que la empresa pretende de esta manera ayudar a que el mercado se encuentre abastecido de lo que precisa y que la firma puede producir.
En estos momentos, la empresa ha empezado por producir uno de los componentes de los que se precisan para elaborar este tipo de productos. Se llama glicerina bidestilada y es uno de los elementos que acaban en los envases que se pueden adquirir, cuando hay, en las farmacias. La fábrica de Almodóvar está sacando ya las primeras partidas de producción.
El problema radica en que las instalaciones no están listas para funcionar con grandes volúmenes de alcohol , que es uno de los ingredientes que se precisan para buena parte de los geles que se comercializan. Santé explicado que la compañía trabaja en la elección de un gel desinfectante de manos que no lleve alcohol en su composición.
El director general de Pharmex explicó que la empresa está haciendo lo que se encuentra en su mano con el objetivo de colaborar. Realiza, por ejemplo, una donación de leche infantil que es uno de los artículos del portfolio de la firma con el objetivo de paliar las dificultades de alimentación de bebés que puedan tener las entidades beneficiarias.
Pharmex, explicó Santé, ha decidido no ejercer ninguna actividad relacionada con la intermediación de productos farmacéuticos desde China, que es donde actualmente pueden encontrarse. «No es nuestro negocio», afirmó. El ejecutivo, con una larga carrera en multinacionales farmacéuticas de primer nivel, aseguró que el mercado presenta ahora mismo un enorme desequilibrio entre oferta y demanda producto de una falta de planificación previa, que debería haberse activado cuando la OMS dio la voz de alarma. Eso ha generado un enorme mercado de intermediarios que compran en China y venden en Occidente, no siempre con la fiabilidad que se requiere.
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