Coronavirus Córdoba
Los pequeños bares y tabernas de Córdoba, en jaque por las medidas de desescalada del Gobierno
Los dueños de negocios aseguran que les están «abocando a la muerte» y que si las restricciones siguen «no abriremos más»
Las medidas sanitarias de distanciamiento social impuestas por el Gobierno de España y sobre todo las limitaciones de la normativa urbanística del Ayuntamiento de Córdoba sobre veladores con la prohibición actual del uso de barriles y mesas altas ha puesto en jaque a la mayoría de las tabernas más emblemáticas de la ciudad, sin posibilidad de abrir en la Fase 1 por la inexistencia de terrazas en la mayoría de los casos y con el problema añadido de la inviabilidad de hacer rentable la apertura en la Fase 2 por la reducción de espacios en sus ya limitadas zonas interiores.
Lamentan, además, el temor que existe en esta pequeña parte del sector a las posibles multas , después de las primeras intervenciones de la Policía y la cuantía de las mismas. Incluso, censuran la falta de tacto con su situación, cuando entienden que pueden aportar medidas sanitarias menos gravosas que las que tienen los bares con veladores.
Tabernas como Correo , en Jesús y María; Platería , en Cruz Conde; El Palquillo , junto a Capitulares; o Santos , anexa a la Mezquita-Catedral están cerradas a cal y canto y con unas perspectivas poco halagüeñas hasta el restablecimiento de la nueva normalidad. Son concurridos bares en los que cordobeses y turistas se mezclan para saborear cañas y tapas de pie, en la calle. Ahora mismo, la única posibilidad de refrescarse es en una terraza y sentado en mesa baja. Por eso, estas tabernas , entre las más populares de Córdoba , todavía no han podido levantar la persiana desde el lunes y muy probablemente tampoco lo pondrá hacer a partir del próximo 25 mayo aunque la ciudad dé un paso al frente hacia la Fase 2 de la desescalada hacia la nueva normalidad.
Reacciones
ABC Córdoba realizó este miércoles sondeo por algunas de los locales que habitualmente tienen más público a pie de calle y constató que están sometidas a un asfixia superior al resto de restaurantes, bares y cafeterías. «No entiendo por qué pueden ir cuatro personas en un coche, por muchas mascarillas que se pongan, y no puedan tomarse una cerveza en un barril, respetando las distancias, en nuestro local», expone con cierto sabor amargo Carlos Muñoz , propietario de Platería . Para Manuel Carrasco, del Correo , todo está «muy mal planteado, porque el 90 por ciento de locales como el nuestro estamos muy perjudicados» ya que «no podemos abrir ahora y no es rentable hacerlo cuando con dos o tres personas en el interior en la próxima fase».
David Arce, en El Palquillo , incide en que «nuestro local es muy pequeño» y no pueden abrir para «una o dos personas» cuando se les permita en el interior. «Tenemos siempre dos mesas altas y dos barriles fuera, pero ante cualquier duda no hemos abierto». Santos, con un tipo de negocio muy parecido basado en la venta interior y consumo exterior sin velador, tampoco pudo abrir desde el lunes. Difícilmente podrá hacerlo en la segunda fase de la desescalada.
«Si la situación continúa así» para el gremio de las pequeñas tabernas, «estamos abocados a la muerte», apunta Carlos desde la taberna Platería . En la misma línea se pronuncian desde el Correo . «Si esto se prolonga, no vamos a poder abrir más», incide con rotunda claridad Carrasco. «Hemos preguntado al Ministerio si se puede beber una cerveza de pie y nos encontramos que no sabe o no responde; y creo que la regulación debería dejarlo claro porque, al menos, el Ayuntamiento me lo específica que no puedo usar mesas altas ni barriles», explica con resignación desde Jesús y María.
Bocadi y Lucas
Otro de los problemas es el cierto temor que ya existe en los negocios de hostelería por las posibles multas ante las dudas e incógnitas que dejan algunas normas. «En caso de duda, tenemos miedo a que nos sancionen», asegura Arce. Rafael Gómez, del Lucas , habla de un caso personal: «El otro día tuve que apagar la máquina de tabaco porque no está claro que pueda usarse desde el interior, por lo que la retiré, ya que lo que faltaba es una multa de dos mil o tres mil euros». En este contexto, Carrasco insiste que abrir «es una locura». Desde La Platería, «soy crítico con los negocios y la gente, que tiene que ser responsable», pero las multas «son indeseables».
A medio camino están los clásicos de los bocadillos de comida rápida de la ciudad:Lucas y Bocadi. Ambos han tenido que reciclarse para salir adelante. Rafael Gómez lleva semanas con pedidos a domicilio y recoger. Manuel Sánchez, de Bocadi, se ha unido desde el lunes con una barra en la entrada. En ambos casos tiene claro que abrirán sus zonas interiores al 50 por ciento cuando llegue el cambio a la fase 2. «Estamos deseando que llegue la posibilidad de abrir en el interior», expone Sánchez, porque «así nos ha ido muy bien» durante toda la vida, por lo que espera que el Covid-19 no les obligue a tender «a los veladores, que nunca los hemos utilizado». Para Gómez, de Lucas, «tendremos que pasar de ocho mesas a tres o cuatro, pero vamos a seguir adelante en la siguiente fase».
El Sojo abre el 25 de mayo
También los grandes del sector están acusando el golpe del confinamiento por el coronavirus, aunque la vislumbran la luz. Los Patios de la Marquesa , un clásico con sus tres zonas abiertas interiores, tampoco ha podido abrir sus puertas. «Estamos preparados para hacerlo a partir del 28», con una «apuesta nueva que no se ha visto nunca en Córdoba», detalla Rosa Navarro, una de las responsables de la Comunidad de Propietarios. Eso sí, lo harán destinado al público de fin de semana, «porque con clientes sólo de Córdoba es poco probable tener mucha afluencia de lunes a miércoles».
El Mercado Victoria ya ha empezado la desescalada. Tiene cuatro puestos abiertos aunque sin uso de zonas interiores: Panea, Mil Sabores, Cruzcampo y Raza y Dehesa. Irá abriendo sus locales de manera escalonada. El penúltimo será uno de los más esperados. El Sojo vuelve el próximo lunes 25 de mayo , aunque lo hará «con horarios más limitados», concluye Paco Mulero.
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