Coronavirus Córdoba
La pandemia en los pueblos pequeños de Córdoba | Donde el miedo se dispara con cada nuevo positivo
Localidades como Cardeña, con más de 1.400 casos por cada 100.000 habitantes, o Moriles, donde la tasa de incidencia es de 968, relatan sus dificultades para doblegar la curva de contagios
Estos son los 19 pueblos de Córdoba con la tasa de incidencia por encima de los 500 casos en dos semanas
La segunda ola del virus de Wuhan está golpeando fuerte a algunas localidades cordobesas que lograron esquivar a la pandemia cuando comenzó a hacer estragos entre la población a principios de marzo. La llegada del verano, la relajación de las medidas y vuelta a una pretendida «nueva normalidad», que duró apenas unos meses, ha provocado que los casos se hayan multiplicado en zonas que, hasta el momento, habían permanecido casi intactas o con una incidencia de Covid muy baja. Algunos de estos pueblos son municipios pequeños, donde se han adoptado medidas extra a las dictadas por la Administración autonómica y en las que el temor se multiplica a la par que aumentan los positivos.
Cardeña es una de las localidades que figura en la lista roja, con una tasa de incidencia disparada. Según los últimos datos facilitados por la Consejería de Salud y Familias, en los últimos 14 días se han detectado 22 positivos , 1.476 casos por cada 100.000 habitantes.
La alcaldesa de este pueblo, Catalina Barragán (IU), asegura, sin embargo, que esos 22 casos «se explican con un brote que ya está controlado». Afortunadamente, solo una persona de la veintena de contagiados (una mujer de 95 años) ha precisado su ingreso hospitalario y el aislamiento de los infectados se ha respetado a rajatabla. «Hemos estado muy preocupados. Hablamos de una población pequeña y, claro, la gente ha vivido esta situación con angustia. Los vecinos han cumplido escrupulosamente las medidas sanitarias».
La regidora asegura que, desde el Ayuntamiento, se está incidiendo de forma continua en la necesidad de ser responsables. «El virus está llegando a todos los rincones y no hay fórmulas mágicas e infalibles. Lo que funciona es que unos nos cuidemos a los otros y eso se consigue llevando a cabo las restricciones y medidas sanitarias».
En Cardeña, a las medidas dictadas por el Ejecutivo andaluz se han sumado otras, como el cierre del mercadillo, parques infantiles, gimnasios y espacios deportivos; se lleva a cabo una desinfección diaria de las calles y zonas más transitadas; se ha facilitado a los más pequeños un pack sanitario. «Tenemos a los vecinos informados y procuramos que exista un contacto más o menos cercano para evitar que los rumores campen a sus anchas , porque eso genera preocupación y angustia».
En La Grajuela, la preocupación de su alcalde, Maximiano Izquierda (PSOE), no solo está provocada por los casos de Covid, sino por la falta de información y coordinación, que ha provocado un baile de cibras, según el regidor, que sí ha disparado el miedo entre los habitantes. En el último balance de la Junta se habla de una incidencia brutal en este municipio: de 2.819 casos por cada 100.000 habitantes, con 34 nuevos contagios en los últimos 14 días. Izquierdo asegura que «la tasa de contagios es alta, pero no tanto ni mucho menos: en estas dos semanas, hemos tenido 4 casos; tres ya han terminado el confinamiento y uno lo acaba este domingo, cuando no tendremos ningún caso activo», explica.
El alcalde explica esto en que «se nos 'colocan' positivos que no son de La Grajuela, o gente de aquí que ya no reside en la localidad. Esto no se produciría si hubiera una mayor coordinación entre las distintas administraciones. Y lo digo como reflexión, no como crítica, porque sé que todo esto es complicado», matiza el regidor.
A pesar de todo, en La Grajuela no se baja la guardia, porque «hemos visto cómo el Covid ha llegado al pueblo, cuando en marzo no hubo casi ningún caso ». Por ello, «seguimos desinfectando en las proximidades de los locales de compra, asistencia, parques, bancos, acerados. Hemos dotado a los negocios con alfombras de desinfección y gel hidroalcohólico, e incidimos en la obligación de ser responsables y cumplir las medidas higiénico-sanitarias. Porque, desde este domingo, volveremos a estar libres de coronavirus, pero no sabemos hasta cuándo», apunta Izquierdo.
En Moriles, el miedo está presente en sus calles. Esta localidad acumula una incidencia de 968 casos por cada 100.000 habitantes. Su alcaldes, Francisca Carmona (PSOE), asegura que «ya he hecho todo lo que estaba en mi mano; pero sin ayuda, sin que nos faciliten datos de contagiados, no podemos hacer un control preciso para que se cumplan las normas», apunta en un grito desesperado.
Este sábado, la localidad entierra a la tercera víctima mortal de la pandemia y los ánimos están por los suelos. «La población está agotada. Aquí se dispararon los contagios desde el 14 de octubre: hemos tomado todas las medidas y campañas de concienciación. Hasta hemos contratado desde el Consistorio vigilancia privada, pero las cifras de positivos siguen siendo altas», indica.
Entre las demandas de la regidora figuran que se hagan pruebas para asegurar que una persona que haya hecho la cuarentena ha pasado la enfermedad, «porque tengo constancia de vecinos que, tras dos semanas aislados, han vuelto a su trabajo y seguían teniendo el virus». Además, la alcaldesa reprueba que, a pesar de tener ya acceso a los listados de contagiados , «las claves de acceso no funcionan. Y tenemos constancia, de manera extraoficial, de positivos que están saliendo a la calle. Pero, claro, sin los listados, no podemos actuar».
Otra medida que pide Carmona es un cribado masivo , «que nos diga quién está contagiado y quién no, los grupos de edad más afectados y, en base a estos datos, podamos adoptar otras acciones, porque ya no sé por dónde seguir. Y eso que he asumido responsabilidades que no son de mi competencia , como el refuerzo del colegio y del centro de salud».
Finalmente, la alcaldesa de Moriles confía en que los casos vayan bajando (desde que estalló la pandemia, se han contagiado en esta localidad de 3.717 habitantes un total de 159 personas; 36 en las últimas dos semanas), porque «necesitamos descansar de esta tensión emocional , de esta presión», se lamenta.
Otro pequeño municipio donde también se ha masticado el miedo ante la presencia de un brote que ha disparado la incidencia ha sido Zuheros . Aquí la tasa de incidencia está en 780 casos por cada 100.000 habitantes. Pero la situación «se ha podido controlar y ahora tenemos solo un brote de cinco personas de la misma familia . Nos ha causado mucha preocupación, porque durante la primera ola de la pandemia no registramos ningún caso», señala la alcaldesa, Manuela Romero.
En Zuheros también le han visto las «orejas» al coronavirus y, por eso, las medidas que se toman son muy estrictas: «Llevamos a cabo una limpieza diaria, sobre todo, en la zona comercial, plazas y enclaves más concurridos. Además, desde el primer caso se cortó el turismo y antes de que se estableciera el cierre perimetral, los vecinos ya evitaban salir a la calle », explica Romero.
Noticias relacionadas