Coronavirus Córdoba
Los pacientes de Covid-19 ya sólo ocupan el 6 por ciento de las camas UCI en Córdoba
Un equipo de 38 profesionales sanitarios vigila el desarrollo de la epidemia en la provincia
Pese a que el pico de la pandemia llegó a ser amenazador para el sistema sanitario , lo cierto es que las estructuras hospitalarias han aguantado de forma bastante aceptable el desarrollo de la enfermedad . Es una de las conclusiones que se pueden sacar del informe que la Junta de Andalucía hizo llegar al Ministerio de Sanidad con el objetivo de demostrar que las provincias andaluzas estaban dispuestas para pasar de la fase cero a la fase uno. Según las cifras que se transmitieron al Gobierno desde el departamento que dirige Jesús Aguirre, algo más del seis por ciento de las camas UCI de la provincia de Córdoba estaban ocupadas por enfermos con Covid-19. El Gobierno andaluz ha optado por no desmontar ninguno de los planes de incremento de camas previsto fuera de los hospitales por si hubiera necesidad de usar de estas contigencias.
El número de camas hospitalarios es clave para gestionar la crisis pero, dentro de ellas, las que acogen a los enfermos agudos son las más necesarias. El Gobierno andaluz estableció dos planes de contingencia ante la posibilidad de un incremento desmedido de contagios y hospitalizaciones que sirvió para medicalizar hoteles (el de Córdoba no llegó a utilizarse) y a modificar camas de reanimación para convertirlas en aptas para personas críticas. La presencia de tecnología para que los enfermos más graves pudiesen respirar de forma asistida era clave. En ese contexto, todos los hospitales públicos y privados de la provincia de Córdoba sumaban 212 camas UCI de las que 60 estaban ocupadas y 14 servían para dar soporte a un enfermo crítico. La Junta remitió un escenario de presión decreciente entre el 29 de abril y el cinco de mayo. El primer día de la serie había 29 personas en la UCI mientras que el último, 14.
En ese momento, la presión asistencial en los hospitales de Córdoba era bastante moderada. En todos los centros sanitarios del dispositivo, privados incluidos, hay 1.965 camas. De todas ellas, estaban ocupadas a cinco de mayo 884 de ellas. Los casos con PCR positivo que estaban en los hospitales eran 31.
Uno de los datos en los que más hincapié ha hecho el Gobierno es en la necesidad de contar con un equipo de expertos lo suficientemente amplio para realizar el seguimiento de la epidemia en cada uno de los territorios. En la provincia de Córdoba , el número de profesionales de vigilancia epidemiológica asciende a 38 de los 360 que se encuentran en plantilla del Servicio Andaluz de Saluid. Quince de ellos son médicos preventivistas y otros diez son especialistas en epidemiología. El resto del equipo lo componen personal de enfermería con distintas competencias y responsabilidades. Ellos son los que tendrán que realizar un seguimiento más individualizado de los rebrotes y los nuevos casos en cuanto aparezcan. Además, la Junta comunicó al Gobierno que 655 profesionales sanitarios componen los equipos de atención primaria que son los que tienen que dar la alerta cuando se produzcan sospechas de casos nuevos en los centros de salud.
Sanitarios
Las infecciones de sanitarios también ocupaban algunas de las preocupaciones del Gobierno de cara a conocer la capacidad de respuesta por la disponibilidad de sanitarios. La tasa que pedía el Ministerio de Sanidad era muy concreta la relación de casos acumulados confirmados en personal sanitario en relación al personal sanitario total. Según esos números, la afección en el tiempo en el que tuvo lugar la consulta (29 de abril a 5 de mayo), se produjo una caída sustancial. El primer dato de la serie era una afección del 0,154 por ciento. El último dato fue del 0,088. Uno de los más bajos registrados en Andalucía. Puede haber contribuido a ello una cierta normalización de los suministros médicos necesarios para tratar la enfermedad. De unas primeras semanas agónicas por falta de material sanitario básico, la Junta asegura que disponía de material suficiente en «stock» para asistir a los hospitales y centros sanitarios.
El SAS también tuvo que describir cuál era su operativo para las residencias de ancianos y el resto de centros socioresidenciales. El trabajo de seguimiento recae en 38 enfermeras gestoras que son las que van a realizar el seguimiento directo con Epidemiología de Atención Primaria. En el momento de redacción del informe, de las 86 residencias de mayores del territorio, 29 habían generado ya casos positivos. Durante los días en que se elaboró el documento, no se había producido ningún caso de fallecimiento en estas instalaciones.