Dos agentes de la Policía Local hablan con un grupo de personas MIGUEL ÁNGEL

Hugo Barcia

« Súbase la mascarilla, por favor ». Fue la frase más repetida por los dos agentes de la Policía Local de Córdoba durante el turno de refuerzo que realizaron en la noche del pasado jueves al viernes. No estuvieron solos. ABC se subió con ellos al coche policial para observar cómo cumplían con su objetivo principal: hacer que se pongan en práctica en la ciudad todas las medidas necesarias para luchar contra el Covid-19 .

Controlar que la gente llevase correctamente la mascarilla, evitar multitudinarias reuniones de jóvenes , bañadas con alcohol, con ansias de recuperar todo el tiempo perdido durante el confinamiento, y aplicar la nueva norma de cierre temprano para bares y restaurantes fueron los cometidos primordiales de esta patrulla policial a lo largo de la noche.

Agosto es siempre el mes del año más relajado en la ciudad, contaban los agentes al iniciar su turno a las 22:00 horas, y así lo confirmó horas más tarde uno de ellos: «Está la cosa muy tranquila». No obstante, las llamadas de la central se sucedían: otra patrulla comunicaba que iban a proceder a la sanción económica de un individuo por no portar la mascarilla ; avisos de vecinos por grupos de jóvenes, también sin la obligatoria de protección en sus rostros, haciendo ruido y molestando, o incluso una que generó la incredulidad de ambos agentes: un pub había instalado un microondas en su interior para hacerse pasar por un bar que servía comida y así poder permanecer abierto. Idea original, sin duda, pero completamente inútil puesto que el dueño del establecimiento se vio obligado a cerrar su local tras comprobar los miembros de la Policía Local que carecía de licencia para ofrecer cualquier otra cosa que no fuera la ingesta de bebidas.

Desde que finalizó el estado de alarma, el número de incidencias se ha visto considerablemente reducido con el paso del tiempo y el repunte de contagios que vive Córdoba. Así lo confirmaron los dos miembros de la Policía Local, quienes aseguraron que en las fechas inmediatamente posteriores al fin del confinamiento las multas por realizar botellón en la calle «volvieron al ritmo normal de otros años», mientras que en las últimas fechas ese número se redujo.

La principal incidencia que recibe la Policía Local es de molestias generadas por jóvenes, sin mascarillas

Para el mayor de los agentes el motivo de este descenso está claro, y lo achacó al «tema económico, porque viene la multa », ya que la realización de botellones está prohibida. Por ese mismo motivo explicó también la caída en el número de sanciones por no portar mascarilla. Cuando los dos agentes reciben una alerta de este tipo, acerca de un grupo de personas reunidas sin llevar esta protección obligatoria, ya saben lo que les espera. « Normalmente nos ven llegar, se ponen la mascarilla y aquí no ha pasado nada », aseguraron. En ese caso, salvo que estén bebiendo alcohol en la vía pública o consumiendo sustancias no pueden intervenir. «Nuestro trabajo es más disuasorio », concluyeron.

Así se sucedieron la mayoría de incidentes a los que tuvieron que acudir estos dos agentes durante las primeras horas de su turno. Primero fue una pandilla de jóvenes que permanecían sentados en unos bancos junto al Mercado Victoria, luego otro grupo algo más numeroso que molestaba a los vecinos del barrio de Fuensanta , unos minutos más tarde otro aviso por una reunión en plena calle que superaba ampliamente los diez integrantes en el Arenal , y así uno tras otro.

En todos los casos el proceder de los policías fue el mismo: acercarse a los presuntos infractores cerciorándose de cuántos eran y comprobar si portaban correctamente las mascarillas . En caso de que no cumplieran con este último requisito, ponían en práctica su tantas veces repetida frase de «súbase la mascarilla, por favor». Además, los agentes también disponían de numerosas mascarillas higiénicas para aquellos individuos que más las necesitasen, como las personas sin hogar .

En el caso de los grupos de más de diez personas , como el que se reunía en la zona del Arenal, su protocolo era similar, y les recordaban la recomendación, que no obligación , de reducir este tipo de eventos a diez o menos integrantes, así como la importancia de mantener la distancia de seguridad entre ellos para intentar reducir el riesgo de contagio por Covid.

Cierre de bares a la 1:00

Otro punto de atención para la Policía Local está en que, desde la noche del pasado domingo, la Junta de Andalucía decretó el cierre de discotecas y bares de copas y limitó el horario de los demás establecimientos de hostelería, que ahora deben cerrar a la 1:00 y no pueden recibir nuevos clientes desde la medianoche.

A causa de los pocos días que llevaba la medida en pie, los agentes todavía desconocían qué establecimientos iban a resultar más problemáticos y cuáles acatarían la norma, por lo que a partir de las 00:30 horas de la noche varias patrullas se desplegaron por toda la ciudad para comprobar que los locales comenzaban a echar el cierre.

Eran muchos los bares que no tenían claras las nuevas limitaciones . Así sucedió con el dueño de un establecimiento, que aprovechó que los dos agentes se acercaban a su zona para consultarles una duda que tenía sobre las nuevas limitaciones para fumadores. Incluso los policías se encuentran a menudo en una tesitura similar. Sobre este asunto, los dos agentes a los que acompañó ABC coincidieron en afirmar que era muy diferente leer una nueva norma sobre el papel que luego ponerla en práctica .

Para tratar de solventar esos problemas, antes del comienzo de cada turno todos los policías se reúnen con el jefe de turno , quien les explica cualquier cambio que se haya producido en alguna normativa y cómo van a aplicarla más tarde durante el servicio. Él mismo también se desplaza en otro coche patrulla por la ciudad para ayudar con la organización de las incidencias e intervenir en caso de necesidad.

«Súbase la mascarilla, por favor, fue la frase más repetida por los agentes durante su patrulla»

En total son diez coches de la Policía Local los que recorren por las noches los distritos de la capital, con agentes de paisano y de uniforme, y la comunicación continua entre todos ellos es vital para un correcto funcionamiento. Cuando salen cada noche de comisaría, cada una de estas patrullas tiene un distrito asignado , con el fin de que haya agentes por toda la ciudad y se atienda lo antes posible cualquier incidencia que pueda surgir.

A pesar de que la actualidad demanda centrarse en el coronavirus, la Policía Local, como es obvio, no solo se ciñe a ello. Siguen existiendo percances nada relacionados con la pandemia , y aunque uno de los agentes afirmó que se habían reducido significativamente «porque la gente consume mucho menos [alcohol]», lo cierto es que durante la noche del jueves al viernes, esta patrulla también tuvo que intervenir en el robo de una bicicleta, en un accidente de circulación o incluso en situaciones que quebrantaban medidas adoptadas por jueces .

Y es que siempre están alerta por muy relajada que sea la noche, y en un segundo pueden pasar de estar charlando sobre lo tranquila que está la situación a poner las luces y la sirena a funcionar , pisar el acelerador y acudir al lugar de la incidencia. Escuchar un «tenemos un 016» —o cualquier otro código— es suficiente para que la Policía Local pasé a la acción... ahora también contra el Covid, un malhechor más que merodea por la capital .

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