Los jóvenes también arriman el hombro contra el Covid-19 en Lucena

Megáfono en mano, unos sesenta jóvenes voluntarios de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Lucena se han lanzado a una campaña de recogida de alimentos para las familias más afectadas por la crisis provocada por el Covid-19 . Desde las cinco de la tarde, varias furgonetas y vehículos dotados con megáfonos comenzaron a recorrer las calles de la ciudad, apelando a la solidaridad de los ciudadanos para colaborar con en esta causa solidaria, aportando su donativo en forma de bolsa de alimentos. En torno a sesenta voluntarios, en su mayoría jóvenes, participaron en la iniciativa, recogiendo las entregas a domicilio, atendiendo varias líneas de teléfono y WhatsApp en las que se recogían las direcciones de los donantes o colaborando en la descarga de los vehículos y la clasificación de los productos para su posterior entrega a los grupos locales de Cáritas y el Comedor Social , que en los próximos meses serán los encargados de hacer llegar este torrente de solidaridad a sus destinatarios finales, las familias de Lucena que los necesiten mientras todo vuelve a la normalidad en una ciudad que comenzaba a reducir las listas del paro que dejó la crisis anterior y que vuelve a máximos históricos, como ocurre en todo el país.

Araceli Gómez , componente también de Jóvenes Cristianos, señalaba que a la iniciativa se han sumado, además de cientos de ciudadanos, numerosas empresas, cadenas de supermercados y todo tipo de colectivos locales, mientras las instalaciones de la Caseta del Rocío , cedida para este fin por la hermandad, iba recibiendo los productos solicitados, fundamentalmente alimentos y productos no perecederos como azúcar, arroz, pastas, legumbres, aceite de oliva, leche, zumos de frutas o conservas de todo tipo, así como alimentos infantiles y pañales, productos de higiene personal y limpieza.

Como dato, sólo en estas últimas semanas el comedor social Virgen de Araceli ha cuadriplicado el número de usuarios que venía atendiendo antes de la llegada del coronavirus . Los apenas 30 comensales de antaño son ya más de 120. Las parroquias registran una menor asistencia de fieles, las colectas son cada vez más menguadas y en Cáritas se reducen las provisiones.