Coronavirus Córdoba
Los inmigrantes acogidos por Cruz Roja en Baena y Puente Genil, un ejemplo de responsabilidad
La disciplina de estas personas, muchas de ellas sospechosas de estar contagidas y en cuarentena, se ha saldado sin ningún contagio en los centros provinciales de la onegé
El coronavirus se ha vivido de una manera muy diferente en los centros de acogida de inmigrantes de Cruz Roja que en el resto de domicilios particulares, aunque el confinamiento haya sido igual para todos. Esta realidad tan distinta es la que nos acercan Ángel Pérez y Mari Ángeles Cortés , directores de los centros de Migraciones de Cruz Roja en Puente Genil y en Baena , respectivamente. «Las condiciones del confinamiento durante el estado de alarma han sido complicadas porque hay habitaciones con varias personas que a lo mejor no se conocen mucho, donde el espacio es limitado, con baño propio y cocina compartida», comenta Pérez.
Sin embargo, ambos subrayan el comportamiento ejemplar que han tenido todos los residentes de estos dos centros andaluces. «Han seguido todas las indicaciones que les hemos dado, desde el principio, para protegerse ellos y protegernos a nosotros», añade Cortés. Por ello, siguiendo las recomendaciones, los residentes de Baena no han salido del centro durante todo el estado de alarma y los de Puente Genil han limitado al máximo sus salidas .
Con ello, han conseguido salvar la pandemia y que no se haya registrado ningún positivo en los dos centros de estas localidades. A pesar de todo, la situación ha sido muy diversa, ya que mientras Baena ha pasado el confinamiento con 16 residentes , del total de 25 plazas que tienen, y no han recibido ninguna entrada durante el estado de alarma, Puente Genil, que cuenta con mayor capacidad para albergar hasta 160 personas, ha tenido una media de entre 80 y 90 personas durante el estado de alarma y ha recibido a 22 inmigrantes que han tenido que pasar un periodo de cuarentena .
«Al no venir con los test hechos, por precaución, les ofrecíamos la posibilidad de auto confinarse en una de las alas del centro que se habilitó para casos positivos o personas que no presentaran síntomas pero que no podíamos asegurar que no estuvieran contagiadas». De esta manera, se les aislaba durante un periodo de catorce días mientras se les practicaba las pruebas PCR y cuando tenían los resultados negativos ya podían pasar a relacionarse con el resto de residentes y hacer vida normal.
El centro de Baena también habilitó una habitación independiente con cuatro camas, por si hubiera habido cualquier contagio, pero, por suerte, todos dieron negativo. Las directrices que han seguido han venido dadas a nivel autonómico, ya que la mayor parte de inmigrantes que llegan a las costas se quedan en Andalucía, «por tanto, las medidas han sido gestionadas no solo a nivel nacional, sino autonómico e incluso provincial», explica Cortés.
Voluntarios
De esta manera, han adaptado talleres y actividades ante la peculiar situación, «también hemos tenido que tomar medidas de cara al voluntariado, ya que algunas personas son mayores de 60 años y como pertenecen al grupo de riesgo las hemos dejado al margen para evitar riesgos». Igualmente, se ha tratado de evitar la entrada y salida del personal, por eso muchas actividades han sido telemáticas, muchas de ellas dirigidas a informar sobre el protocolo de sanidad , mediante talleres que han impartido «algunos online y otros presenciales, con cuatro personas como mucho en cada sesión», apuntó Cortés.
Para salvar el obstáculo del idioma, pues muchos provienen de África, se han colocado carteles en diferentes leguas para que todos tuvieran claras las normas de higiene y prevención . «Ahora que pueden salir lo hacen con mascarilla y al llegar se desinfectan manos y calzado», concluye Cortés.
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