Coronavirus Córdoba
Historias de supervivencia: «Aún estaba sedado, pero vimos cómo se emocionaba al oír la voz de su hijo»
Antonio Miguel, de 62 años, ha pasado 55 días en la UCI; ha visto la muerte de cerca, pero, finalmente, ha vencido la batalla al Covid-19
Cuando Antonio Miguel ingresó en el Hospital Reina Sofía de Córdoba a finales de marzo, ya sabía que, lo más probable, es que tuviera el virus de Wuhan. Su esposa, trabajadora en un centro de mayores en el que se habían reportado varios contagios, llevaba unos días confinada en casa y sin síntomas, pero había dado positivo. No se imaginaba entonces que pasaría 55 días al borde de la muerte .
Este cordobés, hipertenso y diabético , empezó a sentirse mal, con fiebre y problemas para respirar. Apenas cuatro días después de entrar en planta, tuvo que ser trasladado urgentemente a la UCI. «Su evolución había sido muy mala y presentaba una neumonía bilateral grave», explica Cristina Lopez , la médico intensivista del complejo sanitario que lo atendió.
Tras cruzar las puertas de la Unidad de Cuidados Intensivos, Antonio Miguel fue intubado y, desde el principio, todo se complicó: no respondía ni a los tratamientos ni a las maniobras practicadas por los profesionales. De hecho, fue necesario conectarlo a un sistema de Oxigenación por Membrana Extracorpórea (ECMO) con el que estuvo bastantes días. «Y la evolución seguía siendo negativa. Tuvo otras infecciones añadidas hasta que empezó a responder de forma favorable», recuerda, emocionada, López.
A Antonio Miguel se le practicó una traqueotomía y empezó a retirar la sedación conforme mejoraba. «Cuando ya fueron posibles las visitas, vino su hijo a verlo. Él seguía dormido, pero hubo un momento en el que se emocionó al escuchar la voz de su familiar. Nos dio mucha alegría porque tampoco sabíamos los daños que podría haber sufrido a nivel cerebral», señala la sanitaria.
Ahora, este superviviente se recupera en planta. Le queda mucho camino por delante ya que a lo largo de estos más de dos meses (ha estado 55 días en la UCI) ha perdido mucha musculatura «y todavía no se puede levantar. Ya ha empezado a mover poco a poco los brazos, y puede hablar. Está sin cánula y respira solo, pero todavía estará un tiempo en el hospital», señala López
Todo el equipo de profesionales del Reina Sofía que ha salvado la vida a Antonio Miguel y a otros muchas víctimas del Covid-19 «estamos muy contentos de ver cómo se recuperan estos pacientes. Cualquiera que entre en la UCI genera un reto para nosotros, pero en el caso del coronavirus, todo aquel que se cura supone un alivio y una alegría enorme: hablamos de una enfermedad nueva sobre la que no sabemos cómo va a reaccionar cada paciente a los tratamientos; a ello se suma el estrés, la presión mediática, la impotencia profesional cuando ves que los enfermos no responden...», indica la intensivista.
Ahora, Antonio Miguel está deseando de salir «y de invitarnos a todos a algo. Dice que le hemos salvado la vida y que somos su familia», concluye la profesional del Reina Sofía.
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