El Gobierno de Bélgica zanja la polémica y la madre príncipe Joaquín guarda silencio

La primera ministra belga, Sophie Wilmès , intentó zanjar ayer el debate suscitado también en el país sobre la decisión del príncipe Joaquín de volar hasta España y celebrar un encuentro familiar superando, según la Junta de Andalucía , el número permitido de personas que se dispone en la normativa.

«El caso está cerrado», dijo Wilmès, que destacó que el príncipe ya ha pedido disculpas públicas por haber roto la obligación de cuarentena tras viajar al país. La familia de su pareja asegura que no ha realizado ningún acto familiar que vulnere las normas y que se limitó a llevar a cabo dos meriendas con doce y quince comensales. La primera ministra, del Movimiento Reformador (francófono), aseguró que el príncipe está dispuesto a asumir su responsabilidad administrativa y que hasta allí llega la cuestión.

En el mismo acto, la reapertura del Atomium (uno de los grandes atractivos turísticos de Bruselas ), estuvo presente la madre del joven, la princesa Astrid , que pidió expresamente que no se le preguntara por esta cuestión. Tanto la princesa como su marido, el archiduque Lorenzo , se han sometido a las pruebas de detección del coronavirus .

En ambos casos, han dado negativo, lo que les ha permitido desarrollar su agenda. El príncipe Joaquín sigue en Córdoba donde tendrá que pasar la enfermedad que cursa de forma leve.