TRIBUNA LIBRE

Coronavirus en Córdoba: De los EREs a los ERTEs

Toda ayuda pública tiene un coste para todos. Y si complicada estaba la economía antes, más difícil será salir adelante ahora

Un operario en una planta envasadora de Córdoba VALERIO MERINO

Mariano Aguayo Fernández de Córdova

Tenemos un reto por delante que lo ha cambiado todo .El pimer objetivo debe ser cuidad de la salud de los demás y de la nuestra, la mayoría sólo podemos defenderla aplicando el más absoluto sentido común y aislándonos de una manera radical, exageradamente radical. Nadie va a morir ni de hambre, ni de aburrimiento, pero muchos van a morir por esta pandemia . Seamos responsables , respetemos las normas en beneficio de todos y no saquemos a pasear la picaresca española.

Nuestros servidores públicos, sanitarios, ejércitos y fuerzas de seguridad están arriesgando sus vidas para que podamos minimizar los efectos de esta plaga del siglo XXI, ayudemos nosotros, todos, como podamos, continuemos nuestra actividad desde medios telemáticos en la medida de lo posible y demos un paso adelante.

Que el Gobierno de España ha reaccionado tarde y mal , creo que hasta ellos mismos deben de ser absolutamente conscientes. Tienen ojos y oidos, y cuando vean, una y otra vez, esas fotografías de las manifestaciones, que no solo autorizaron, cuando la epidemia ya estaba aquí, sino que convocaron y jalearon, se lamentaran amargamente. Esas imágenes de los hospitales desabastecidos , sin medios para preparar a nuestros sanitarios ante el virus son para llorar. Ahora anuncian una compra importante de material sanitario, cuando hace más de un mes, conocíamos todos, que la epidemia estaba aquí y lo que estaba ocurriendo en Italia. Pienso que hay responsabilidades graves , el tiempo pondrá a cada uno en su sitio . Pero una de las diferencias entre una dictadura y una democracia, es que el que se equivoca tiene que responder a sus ciudadanos.

El segundo objetivo es la recuperación económica . Las chapuzas en las medidas que se están tomando, la indefinición de los ERTE , la lluvía de millones en préstamos avalados por todos los españoles, el discurso huero y extenso, bolivariano, me preocupan gravemente, pues pueden llevar a España a años de dificultades económicas que sufriremos todos.

Ni un euro de los que se van a regar nos va a salir gratis a ningún español. De cómo se afronte esta inyección de miles de millones va a depender la recuperación de todos y especialmente de los españoles más desfavorecidos. No es mejor gestor de los intereses públicos quien más habla de los desfavorecidos, sino el que mejor los favorece .

Como andaluz , no puedo dejar de soñar cómo estaría nuestra tierra si durante los últimos cuarenta años se hubiera getionado con más pulcritud lo público . Y pienso cuánta formación se podría haber impartido a nuestra generación de no haber despilfarrado el dinero de todos.

Debemos ser rigurosos en la utilización de las ventajas , llámese ERTE , llámese préstamos avalados por todos. Todo lo que se pide hay que devolverlo . Toda ayuda pública tiene un coste para todos. Y si complicada estaba la economía antes de esta catástrofe, más difícil va a ser salir adelante ahora si utilizamos mal el dinero y las ventajas. A los andaluces no se nos deben olvidar ni los ERE, ni los carteles en las calles anunciando las obras del «Plan E», que en ocasiones valía más el cartel que la obra.

En cualquier caso, la irresponsabilidad de algunos en la gestión de lo público , no puede ser excusa para el rigor en el cumplimiento de nuestro deber como sociedad civil . Los españoles, grandes y pequeños, empleados y empleadores, tenemos que dar desde ya un gran paso adelante. O sacamos nosotros a España adelante o no la sacará nadie .

Creo que ahora , más que nunca, d ebemos obrar de manera responsable en nuestros compromisos individuales , con nuestros proveedores , nuestros empleados , nuestros clientes, incluso por qué no, con nuestras familias. No es hora de sacar ventaja sino de tender puentes y si me apurais de ser generosos . Es hora que demos todos lo mejor de nosotros mismos. Desde el confinamiento, usando nuestro tiempo para trabajar y diseñar el día después. Se puede y se debe hacer mucho desde nuestras casas con los medios que disponemos. Debemos optimizar nuestros recursos propios y utilizando con prudencia y rigor los ajenos. No estamos en unos días de vacaciones, estamos en días de trabajar en condiciones complicadísimas.

Y si Dios quiere y podemos normalizar , al menos, la movilidad cuanto antes, debemos exigir que agosto sea hábil , ponernos a trabajar codo con codo a la antigua , para que podamos recuperar estos días de parón y reconstruir España entre todos, porque como tengamos que confiar en el Gobierno vamos dados.

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