Coronavirus Córdoba

La directora del colegio de los Salesianos de Córdoba | «Los alumnos llegan al final desgastados»

La directora del colegio de los Salesianos asegura que el mérito de finalizar con relativa normalidad es común pero reconoce las dificultades

Solo una de clase escolar de Córdoba ha sufrido la zarpa del coronavirus

Una profesora coloca un purificador de aire en un aula del colegio de los Salesianos de Córdoba VALERIO MERINO
Rafael Aguilar

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ROSA Bellido Outeiriño , la directora del colegio de los Salesianos de Córdoba , nunca olvidará el curso que hoy acaba, como tampoco lo harán así como así el resto de los responsables de los centros educativos de la provincia de Córdoba .

Ahora puede respirar tranquila, hasta satisfecha, pues quizás ni en sus previsiones más optimistas podía imaginar que iba a llegar a estas fechas habiendo desarrollado un ciclo lectivo casi normal. Ella misma lo reconoce: «La verdad es que nadie apostaba por este curso: cuando empezamos a planearlo a comienzos de junio pensábamos que a los dos o tres meses sería probable que tuviéramos que cerrar, mandar a los alumnos a clase, como ocurrió en el anterior. Pero aquí estamos, aunque parezca mentira», indica la máxima responsable de la comunidad educativa de María Auxiliadora, en la que se integran 1.400 estudiantes .

Los peores augurios, superados

Por momentos pareció que los peores augurios se iban a cumplir. «En enero de 2021 , con la tercera ola , pensábamos que no íbamos a seguir adelante. Esa ha sido la situación más difícil, pues fue cuando nos vimos con más casos y había más miedo entre las familias», suscribe la profesional de la docencia . Pero fue posible seguir. «Ha sido gracias a un esfuerzo común, compartido, en el que todos hemos participado y hemos aportado lo que estaba en nuestra mano. Esa ha sido la clave del éxito, sin duda», defiende Rosa Bellido.

Otro de los elementos que ha facilitado que el curso se haya celebrado dentro de una cierta normalidad ha sido la colaboración de las administraciones, en este caso de la Junta de Andalucía y del Ayuntamiento . «La primera ha puesto a nuestra disposición mascarillas y gel hidroalcohólico con frecuencia, mientras que Sadeco amplió sus tareas de desinfección de las instalaciones escolares a los colegios concertados, como es nuestro caso», declara la directora de los Salesianos . Cuestión aparte ha sido la adquisición de los purificadores de aire para las aulas, que han corrido a cargo del centro o de las familias de los estudiantes.

La herida emocional

Toda gesta implica un desgaste . Y la batalla para derrotar al coronavirus se ha cobrado buena parte de la entereza emocional de la comunidad. «A los alumnos se les nota que llegan al final del curso más desgastados de lo habitual, y es comprensible, porque todo ha sido muy duro y nos ha obligado a todos a adaptarnos a situaciones para las que nadie está preparado», reflexiona la mujer .

¿Y qué planteamiento tiene el centro de la que es directora para el próximo ciclo lectivo ? «Sabemos que tenemos que reinventarnos a partir de lo que hemos aprendido en este curso que ya despedimos. Es pronto aún para hacer una planificación, y esperamos a julio, con datos más actualizados sobre cómo va el coronavirus, para tomar las decisiones oportuna; lo que está claro es que muchas de las medidas de protección tendrán que mantenerse», concluye Bellido .

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