Coronavirus Córdoba
Ser dentista en la pandemia | «Doctora, ¿me quito entonces la mascarilla para que me saque la muela?»
Los odontólogos extreman las medidas de protección y tranquilizan a los pacientes más temerosos al contagio
La Junta comienza a vacunar a los 1.500 dentistas y auxiliares en Córdoba, Cabra y Pozoblanco
La odontóloga Johanna Orejuelas Gamboa lo cuenta entre risas y con cariño a sus pacientes , hasta agradecida hacia ellos por el momento divertido que le hacen pasar cada vez que se sientan en su gabinete para que les practique un empaste o les ajuste un aparato de ortodoncia. « Doctora , ¿me quito la mascarilla para que me saque la muela ?», le interrogan. «Hombre, viene usted a que le arregle la boca, ¿no?», contesta ella, que asegura que esta pregunta se la formulan diecinueve de los veinte pacientes que acuden a su consulta cada día.
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La anécdota se ha convertido en categoría en la clínica de Orejuelas , de nombre DentalPro , y emplazada en la avenida de Trassierra , a la altura de la parroquia de las Margaritas y en su acera contraria. A la dentista , de 36 años, la Junta de Andalucía la ha citado esta semana para que reciba la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus .
«Solo mantuvimos la actividad urgente durante el primer Estado de Alarma, y para que los pacientes no saturaran la Atención Primaria», afirma Orejuelas
Como a ella, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) está empezando a recibir en los hospitales Reina Sofía de Córdoba , Valle de los Pedroches de Pozoblanco e Infanta Margarita de Cabra a los en torno a 1.500 dentistas y empleados de clínicas odontológicas de la provincia, tal y como ha avanzado ABC este lunes .
¿Cómo ha cambiado el coronavirus la forma de trabajar de los dentistas y de su personal de apoyo? ¿Llega la vacuna demasiado tarde? ¿A qué situaciones se han enfrentado durante este último año marcado por el Covid-19 ? A las preguntas responde Johanna Orejuelas.
«Al inicio de la pandemia no estaban claros los protocolos de actuación, y los colegios profesionales tardaron unas semanas en ponerse de acuerdo, con lo cual nuestra determinación fue, al inicio del Estado de Alarma , interrumpir la práctica diaria y solo atendíamos urgencias un día a la semana, con lo que evitábamos que los pacientes tuvieran que ir a los odontólogos de Atención Primaria . Así estuvimos durante un mes o mes y miedo», indica la profesional sanitaria .
«En esos momentos era muy difícil conseguir medios preventivos, porque era casi imposible acceder a mascarillas FPP2, era imposible también comprar guantes, las EPIS estaban muy limitadas y de hecho los primeros que nos llegaron fueron una dotación del Ayuntamiento de Montemayor . Con el tiempo, y con fortuna, hemos conseguido hacernos con el material de protección que necesitamos, y poco a poco hemos logrado adecuar la consulta a la actividad habitual», relata Orejuelas .
Toda precaución es poca a la hora de recibir a pacientes en la consulta. «Hacemos un ‘screening’ telefónico a todos los pacientes que piden cita y les sometemos a un cuestionario de siete preguntas sobre salud, y ello para realizar un cribado de personas que tengan o haya tenido coronavirus o que estén en contacto con el coronavirus», indica la doctora.
«Cuando acuden a la consulta les tomamos la temperatura y volvemos a realizarle el cuestionario , y les desinfectamos las manos y el calzado . Es obligatorio el uso de mascarilla dentro de la clínica , y no pueden venir acompañados salvo que estén impedidos. El personal de la clínica tiene doble mascarilla , pantallas protectoras y el equipo de protección individual que cambiamos y desinfectamos entre cada paciente. Limitamos el uso de los aerosoles dentro de lo pacientes y se han colocado pantallas en recepción», afirma.