Coronavirus Córdoba

Cuentos de los abuelos de Córdoba para motivar a niños que no ven

Los maestros de la ONCE en la provincia han puesto en marcha una iniciativa por la que los abuelos de los niños invidentes les graban cuentos populares que luego escuchan en casa

Una de las mujeres que les graban cuentos a sus nietos invidentes ABC

ROCÍO LINARES

Las historias de los abuelos tienen el poder de transformar la realidad. Esto es lo que han pensado los maestros de la ONCE en Córdoba para poner en marcha el proyecto «Los abuelos cuentan». Con esta iniciativa, los mayores cuentan una historia o graban un cuento popular que luego les ponen a los alumnos. Una forma de implicar a los abuelos en la motivación de los alumnos ciegos y con discapacidad visual grave de la provincia, reforzar la actividad académica y ayudarles a llevar mejor los días de confinamiento en casa por el coronavirus .

«Jugamos con el doble sentido de la palabra contar; contar un cuento para todos los niños y para todos nosotros a la vez, pero subrayando que los abuelos cuentan para nosotros, que las personas mayores son importantes, ahora que en ocasiones son los más olvidados y quienes más están padeciendo las consecuencias de esta pandemia y del confinamiento», explica uno de los profesionales del Equipo de Atención Educativa de la ONCE , Antonio Maestre, entre los impulsores del proyecto.

Las principales víctimas de la pandemia

La propuesta parte de un acto de «rebeldía», apunta Maestre, de rebelarse a que «las personas mayores sean las principales víctimas de esta pandemia y demostrar que las necesitamos». Así, se han convertido en voces esenciales para la estimulación de estos niños, e incluso está cautivando a alumnos «que están para escuchar cuentos», añade el profesor. Y es que más allá de los alumnos de primaria, para los que va dirigida la iniciativa, niños de cursos superiores, de la etapa de Secundaria, también los escuchando y acogiendo de forma extraordinaria.

«Parece como si esta situación que estamos viviendo estuviera tocando algún resorte que teníamos escondido o dormido. Como si el confinamiento nos hubiera enternecido y hubiera recuperado el niño que llevamos todos dentro y le está llegando a población que no nos imaginábamos que le pudiera llamar la atención», explica con sorpresa Maestre.

Dos menores que no ven ABC

En principio publican dos cáenos por semana, con la dinámica de avisar previamente y vía móvil a la familia para que prepare el cuento y por supuesto los medios técnicos. No solo es necesario tener una historia y una voz para contarla, sino también disponer de los conocimientos para grabarla y compartira. Y esto precisamente es lo que se le puede escapar a la tercera edad. Pero está presente la colaboración y la ayuda, y de un modo u otro las historias llegan a despertar emociones en más de un centenar de alumnos.

En Córdoba , la ONCE atiende a un total de 140 alumnos ciegos y con discapacidad visual grave, a través de los 11 maestros y otros especialistas, tanto de la Junta de Andalucía como de la ONCE, que completan los equipos multiprofesionales que abarcan toda provincia.

«A estos días de confinamiento, también hay que sacarles la parte positiva, potenciando la imaginación y creatividad de nuestros profesionales, aprovechando y aprendiendo a usar al máximo las nuevas tecnologías, compartiendo recursos y experiencias, y dando la oportunidad a las familias de aprender con sus hijos nuevas formas de afrontar las tareas diarias», ha subrayado la directora del Centro de Recursos Educativos de la ONCE en Sevilla, Eva Pérez.

Contactos periódicos con alumnos

Ante las circunstancias derivadas del estado de alarma, el equipo de maestros de la ONCE mantiene contactos periódicos con alumnos y familias para proponerles ideas, materiales, actividades, cuentos o películas infantiles que les ayuden a pasar este periodo de la forma más entretenida. Es fundamental su estimulación para que en este período no solo pase de forma traumática, sino que se aproveche desde el punto de vista positivo para su formación y aprendizaje.

Los alumnos, las familias y aún más, los abuelos, están contentos con la iniciativa de los cuentos y otras tantas dinámicas que se han puesto en marcha. Por parte de la organización, se plantean incluso que otros mayores, aparte de los abuelos de sus alumnos, puedan participar.

Érase una vez… unos abuelos que en un momento difícil ayudaban a niños a ver un mundo mejor.

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