Coronavirus Córdoba
La joyería, el mueble, los transportes y el metal de Córdoba sufren ya el castigo de la crisis
El sector de alojamientos asegura que está «en la UCI» por la pérdida de la temporada alta
La Delegación de Empleo , Economía y Empresas de la Junta de Andalucía puso ayer cifras al impacto de la crisis del coronavirus : el número de los ERTE registrados hasta ahora en la provincia es ya de 3.248 -el Ejecutivo autonómico debe autorizarlos o no-.
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ABC consultó ayer a diez colectivos empresariales de sectores destacados en la provincia. La conclusión es que la joyería, el mueble, el metal o los transportes notan ya los efectos de la paralización de la actividad, que se deja sentir de lleno en la hostelería y el comercio. En este último aspecto, sólo había que escuchar al presidente de Aehcor (la asociación de hoteles y otros negocios de hospedaje de Córdoba), Alejandro Navarro, quien advirtió de que «ahora mismo no existe sector de alojamiento [todos deben cerrar esta semana por orden del Gobierno]». « La mayor parte de las empresas se están acogiendo a ERTEs en sus distintas modalidades», indicó. El INE estima que hay en la provincia 200 hoteles que emplean a unos 1.400 trabajadores.
Recordó que «Córdoba no tendrá temporada alta este año y eso deja a nuestro sector en la UCI ». Porque, argumentó, «el 55% de nuestros ingresos anuales» vienen de la primavera. «Habrá una merma dramática de los ingresos y la rentabilidad», finalizó.
Su homólogo en Hostecor (la patronal de hostelería), Francisco de la Torre, hace un retrato también poco halagüeño de la situación de los aproximadamente 3.500 bares y restaurantes de la provincia, que cerraron con la declaración del estado de alarma. «La situación es bastante crítica . La temporada alta la damos por pedida», aseguró De la Torre, para luego confesar que «no sabemos cuántos negocios vamos a quedar en el sector» cuando la crisis del coronavirus pase.
Y una frase parecida se escucha de la boca del presidente de Comercio Córdoba, Rafael Bados : « Habrá establecimientos que no podrán abrir tras este parón ». Esta federación señala que el sector cuenta en la provincia con unos 19.000 negocios y supone aproximadamente 52.000 puestos de trabajo. Se han visto obligados a cerrar por el estado de alarma, salvo los de alimentación. Sostuvo que, «ante la gravedad de la crisis sanitaria», hay que «aceptar el cierre». Pero, al mismo tiempo, añadió que en esta área de actividad lo que hay son «pequeños negocios que dependen de la caja diaria ». «La situación es muy difícil. Y cada día que pasa es más complicado», sentenció.
El 90% de las fábricas de joyería, cerradas
Los efectos de esta crisis no sólo se dejan sentir en los sectores que tienen la actividad prohibida o muy limitada. La industria ya los percibe . La máxima responsable de la Asociación Provincial de Joyeros , Milagrosa Gómez, explicó que «en torno al 90% de nuestros talleres y fábricas se encuentran cerrados» temporalmente. Detrás de esta decisión, está el retroceso de los pedidos. «Las joyerías están cerradas y no hay demanda nacional. Y los pedidos internacionales se han anulado en un porcentaje altísimo», explicó Gómez.
Sostuvo que el coronavirus es «un revés» para la joyería , sostuvo. Pese a ello, lanzó un mensaje final de optimismo. «Tenemos la esperanza de que en un tiempo prudencial se dé la recuperación. De hecho, se presentan ERTEs. Nadie está pensando en prescindir de sus trabajadores», concluyó.
Su homólogo en Uniema (la patronal del mueble y la madera), Enrique Fernández, admitió que esta crisis «nos está afectando bastante» . Explicó que a «la falta de suministros» se une la reducción de pedidos. Por ello, ahondó, « una parte de negocios han cerrado temporalmente y otros continúan abiertos pero con actividad bastante reducida ». A esto se unen las firmas que tienen contratos con constructoras que siguen con su labor. Fernández aseguró que «nos costará salir de esta situación. Será muy difícil recuperar el ejercicio 2020 en los balances de nuestra empresas», dijo aunque el año acaba de arrancar.
Impacto «inmenso» en el sector del metal
Los relatos, con matices, se repiten. Así, la presidenta de Asemeco (empresarios del metal de Córdoba), Ascensión Zamora, indicó que «en nuestra asociación hubo negocios, con atención al público, que cerraron inmediatamente , otros se han visto obligados a ello por falta de demanda o de materias primas y otros siguen trabajando, pero con una fuerte incertidumbre . El impacto está siendo y será inmenso para el sector».
En un sector emergente en Córdoba , como el del frío industrial , también se deja sentir el coronavirus . El gerente de la Asociación de Fabricantes Andaluces de Refrigeración (AFAR), Manuel Servián, indicó que «lo más grave se está produciendo en el segmento de frío comercial , ligado a la hostelería». «Ahí ya se han planteado ERTEs» , indicó.
Tampoco se escapa el transporte de su alcance . El presidente de Atransmerco (colectivo empresarial que aglutina a este colectivo en Córdoba), Tomás Aranda, sostuvo que la repercusión en este área de actividad está siendo «bastante grande» . «Cada día está mermando más la cosa. Al final, no habrá ningún movimiento», sostuvo, haciendo la excepción de los desplazamientos para abastecer a tiendas de alimentos o supermercados, que siguen con normalidad. « Las empresas ya están realizando ERTE, quedándose con el mínimo personal para lo que va llegando para transportar», aseguró.
Un p anorama distinto dibujaron en la construcción . El secretario general de la patronal Construcor, Francisco Carmona, apuntó que las medidas de prevención adoptadas para combatir el coronavirus han alterado los ritmos de trabajo. «La actividad está a un 75% o un 80%» de la que sería la normal, explicó. Ahora bien, en Construcor dan por descontado que se va a producir una bajada de la demanda de las viviendas. Igualmente, con la paralización de las licitaciones y los cambios presupuestarios para afrontar los efectos de esta epidemia, auguran que la obra pública se verá afectada en 2021.
En la agricultura cordobesa , como en la construcción, la actividad sigue. El presidente de Asaja-Córdoba , Ignacio Fernández de Mesa, explicó que la campaña de los cítricos se desarrolla con normalidad. Ahora bien, eso no significa que el campo y la agroindustria cordobesa se vayan a ver libres del castigo del coronavirus. Fernández de Mesa espera que el consumo de sus productos descienda y que también se vean afectadas sus exportaciones , aunque, advirtió, de que aún es pronto para cuantificar la repercusión.