Coronavirus en Córdoba

Coronavirus | Historias de solidaridad en el confinamiento desde los barrios de Córdoba

Cines de verano caseros, dibujos en las ventanas, caseros que «perdonan» el alquiler... el aislamiento despierta la cara más amable de los vecinos

Proyección en el patio interior de un bloque de vecinos @_martajdm

Irene Contreras

Es en los peores momentos cuando despierta la conciencia de comunidad. La Córdoba confinada que resiste y lucha desde casa para parar la propagación del coronavirus está dando estos días muestras de solidaridad, cooperación y afecto en los barrios y en las comunidades de vecinos. Las redes sociales se llenan a diario de iniciativas que hacen más llevadero el aislamiento y hacen pensar que, cuando todo acabe, la sociedad que saldrá de esta crisis será todavía mejor que la que ha dejado atrás.

El domingo, en el barrio de San Pedro, los vecinos pudieron disfrutar de un improvisado cine de verano en el patio . Desde sus balcones asistieron a una sesión infantil proyectada sobre las paredes del patio interior, ideada para entretener a los cordobeses que más están sufriendo el aislamiento: los pequeños y sus desesperados padres. «Teníamos un proyector, y como aquí las ventanas no dan a la calle y la gente estaba subiendo a la azotea, pensamos en poner algo para los niños», explica Marta Araujo, una de las impulsoras de la iniciativa. «Pusimos un corto de diez minutos. Al acabar, mucha gente aplaudió», dice, y anuncia que repetirán.

Las consecuencias económicas que va a tener esta crisis están en boca de todos. Conscientes de ello, hay cordobeses que muestran su solidaridad y asumen el sacrificio por el bien de sus vecinos. Es el caso del « casero Manolo », que está dispuesto a perdonar la mensualidad del alquiler a su inquilina para que la situación le pese menos. «Ojalá España se llene de muchos Manolos», dice ella en su perfil de Twitter.

A las ventanas de los pisos se asoman ya multitud de mensajes de ánimo en dibujos realizados por niños y niñas que quieren poner su particular granito de arena. Entre coloridos arcoiris y caritas sonrientes, llaman a sus vecinos a quedarse en casa con frases llenas de optimismo: « Todo va a salir bien ».

Las azoteas se han convertido en nuevos lugares de encuentro, aunque siempre manteniendo las distancias de seguridad convenientes. Familias y vecinos se reúnen allí al caer la tarde para hacer el encierro más llevadero. Y a las 20.00 horas, el aplauso a los sanitarios y a trabajadores de todos los sectores que siguen esforzándose a diario para que Córdoba siga girando, aún ralentizada. Solidaridad en tiempos de guerra.

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