Coronavirus Córdoba
El coronavirus en el barrio de La Viñuela | Baja tensión del estado de alarma en Córdoba
La actividad en las calles durante el Lunes Santo es constante en las calles y colas en bancos y farmacias
![Colas, el Lunes Santo, en una entidad bancaria en la Viñuela de Córdoba](https://s3.abcstatics.com/media/andalucia/2020/04/07/s/galeria-vinuela-cordoba(18)-kMU--1248x698@abc.jpg)
La primera sensación que uno tiene cuando llega a la Viñuela es que todo sigue igual. Que hay cierta normalidad. Que el estado de alarma en esta zona de Córdoba , en algunos casos, ha pasado de largo. No debería. A unos metros está el centro de salud del primer profesional sanitario fallecido de Andalucía .
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Hay coches en doble fila y una enorme dificultad para aparcar en sus estrechas calles. Los aparcamientos, incluida la desbloqueada zona azul, están a tope. No es una percepción que no tenga continuidad durante el recorrido de ABC por esta barriada cordobesa durante la mañana de un lluvioso y nublado Lunes Santo que tampoco tendrá procesiones. No será por el agua. El coronavirus ha tumbado la Semana Santa .
Parece un lunes laborable más. Que lo es. Hay contradicciones evidentes durante el paseo. En el lado positivo de la balanza está el alto grado de compromiso que han empezado a tener los ciudadanos para el uso de las mascarillas. Ya sea por la intención de protección propia o por el más solidario y necesario deseo de proteger a los demás, casi el 95% de las numerosas personas que hay en la calle la llevan. Ahí, la Viñuela da ejemplo. «Es un barrio con muchas personas mayores, pensionistas y creo que han empezado a ver el miedo», explica Carlos, el repartidor del butano, para este uso masivo. De hecho, apunta que «en los primeros días» de la alarma «esto parecía una verbena», en relación al escaso cumplimiento que hoy todavía tiene algunos coletazos.
Sin embargo, el confinamiento parece que ha pasado de largo por la arterias que suponen la avenida Jesús Rescatado y la propia avenida de la Viñuela . Las persianas bajadas es la única percepción que hay de encierro y la ausencia de niñas y niños. En las aceras, hay colas en casi todos los puntos de primera necesidad que están abiertos. En el cruce de ambas avenidas, punto neurálgico del barrio, hay colas para entrar a los bancos, tanto al Cajasur como al BBVA o la Caixa. También hay fila en el acceso de la farmacia. Allí, sus dependientas llevan una de esas pantallas protectoras que han realizado los «makers» con sus impresoras 3D.
Supermercados
El recorrido de ABC nos lleva a los supermercados. Allí, Rocío, una de las trabajadoras que está reponiendo materia prima, incide que «la gente aquí aprovecha en muchos casos que puede bajar al supermercado para salir a la calle con la excusa de comprar sólo un producto». De momento, no saben si tendrán que trabajar el Jueves y el Viernes Santo, pero recuerda que «nos gustaría tener esos días para no exponernos tanto y protegernos también un poco en nuestra casa; el problema no es trabajar o no hacerlo esos días, sino pensar en nuestra seguridad».
El mercado municipal del «Marrubial» , sin embargo, ofrece una de esas contradicciones. Está casi vacío. Lidia, que atiende una pequeña panadería, recuerda que «es lunes y no hay pescado, por eso hay menos movimiento», pero incide en que «el miércoles suele haber más gente». Hay muchas persianas bajadas. Apenas hay público. Con todo, los comerciantes se han reinventado. Juan José es uno de ellos, regente Frutas Mayén. «Estamos ofreciendo reparto a domicilio», lo que expone «nos ha permitido mantener prácticamente las ventas». Con todo, señala que «por otro lado nos lleva a multiplicar nuestro trabajo, ya que tenemos las horas de apertura al público aquí y luego empezamos a repartir».
Más apartados de las avenidas principales, las pequeñas calles de la Viñuela sí gozan de más paz. En una de ellas aparece Juan Carlos Blanco, un vecino que justifica que está fuera de casa porque «voy a comprarle las medicinas a mi cuñado, que es discapacitado». En cualquier caso, reflexiona que está «aburrido» de la cuarentena y que, con tanto tiempo, «el piso ya lo tenemos completamente limpio». Eso sí, lleva mascarilla, como la mayoría, y «toallitas con lejía». Quizás en la Viñuela no hace falta material de protección, pero el estado de alarma no afecta a la cantidad de personas que transita por sus calles.