Coronavirus Córdoba
¿Cómo analizará la Universidad de Córdoba las aguas fecales en busca del rastro de coronavirus en la ciudad?
Emacsa acuerda con la institución académica para testar por zonas los residuos, congelar muestras y analizar la incidencia del virus
Emacsa está a punto de firmar con la Universidad de Córdoba un convenio anual por el que la institución académica se encargará de rastrear la presencia de coronavirus en las aguas fecales de Córdoba . Como ya avanzó este periódico, la empresa municipal de aguas venía trabajando semanas atrás en esta posibilidad que compartió con el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre , en una visita que hizo éste al Ayuntamiento el pasado día 5. La empresa de aguas de Sevilla (Emasesa) llevaba entonces varias semanas recogiendo y congelando muestra s gracias con una empresa privada valenciana (mayores costes en la recopilación y análisis). Trabajo de campo y análisis que ofreció a la Junta para hacerlo extensivo a las grandes ciudades, donde la densidad de población alimenta las ansias del virus . El propio Aguirre pidió la colaboración de la empresa cordobesa que está acelerando los trámites para activar este trabajo.
En este contexto, Emacsa profundizó días después en un acuerdo con la Universidad de Córdoba, cuyos expertos se encargarán de recoger las muestras en diferentes puntos de la red de aguas fecales de Córdoba y en la propia EDAR de la Golondrina para testar el rastro del SARS-Cov-2. El Ayuntamiento evalúa esos trabajos de un año en 25.000 euros, y quiere tener una fotografía de la situación real de la enfermedad para cuando se puedan manejar ya con garantías posibles vacunas.
En el camino de estos últimos días se ha cruzado una investigación de la Universidad de Barcelona que ha detectado la presencia del virus en aguas residuales de la ciudad cuyas muestras se recogieron el 12 de marzo pasado. Esto podría probar que la infección circulaba por la metrópolis mucho antes de que se tuviera constancia de ella. Los investigadores analizaron muestras congeladas de aguas fecales que revelaron que el 15 de enero ya había presencia del virus , cuarenta días antes de la declaración del primer caso de Covid-19.
Algunas voces científicas han cuestionado este trabajo y resultado en cuanto a la garantía y fiabilidad de los mismos dada la metodología de trabajo. Sin embargo, en abril ya se conoció idéntico proceder y similares conclusiones por parte de investigadores holandeses en una ciudad de los Países Bajos . El coronavirus deja un rastro genético (ARN) que se mantiene en el cuerpo de los infectados durante 20 días.
Información valiosa para rebrotes
Posteriormente lo expulsan mediante heces y otros métodos de secreción que van a este tipo de aguas. Una vez en las depuradoras, los tratamientos que reciben hacen imposible que el virus llegue al cauce. En Sevilla, las muestras se tomaron el 11 de marzo y la coincidencia con los datos reales que suministraba Salud era casi exacta. La presencia de la infección antes de lo que viene marcando la estadística oficial podría explicar que muchas de estas personas que habrían atravesado la enfermedad fueron confundidas con una simple gripe u otras patologías que se solapaban.
El trabajo que va a desarrollar ahora la Universidad de Córdoba será muy útil para disponer de una información clave en caso de rebrotes en la situación que se vive actualmente . Sectorizando las zonas donde se detectara la presencia de coronavirus, sería más fácil para Salud poder aplicar un protocolo de aislamiento a un barrio, varias calles incluso edificios. Y todo ello en coordinación con la red de rastreadores que Salud ya ha puesto en marcha siguiendo al milímetro los contactos y el cruce de relaciones entre los positivos y su entorno.
Y es que sólo los pacientes con síntomas graves han sido los registrados y hospitalizados en su caso. En este sentido, las dos fases del estudio de prevalencia que viene ejecutando el Gobierno dejaron datos muy significativos en Córdoba . en la primera oleada se llegó a fijar en 125.000 el número de personas con sospechas -al menos tres síntomas del cuadro compatible con la pandemia- de haber atravesado la enfermedad. La provincia se situaba en el rango alto del estudio que lleva a cabo el Instituto de Salud Carlos III. El volumen de cordobeses que habían desarrollado anticuerpos eran unos 19.000, el 2,4% de la población. Los datos actuales de incidencia registrada apenas llegan a los 1.800 casos.
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