Coronavirus en Córdoba
Casarse en Córdoba en tiempo de pandemia: cuando el virus no es capaz de separar
El estado de alarma no ha impedido que algunas parejas hayan pasado por el altar y que otras se preparen
![Ángela Cano y Antonio Mérida, poco el día de su boda en la iglesia de Santa Teresa](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2020/05/20/s/coronavirus-bodas-cordoba-kGFF--1248x698@abc.jpg)
En agosto del año pasado, mirando al Mediterráneo, Antonio Mérida pidió a Ángela Cano que se casase con él. Cuando ella le dijo que sí, y poco antes de empezar a prepararse, él llegó a sugerirle una boda íntima , apenas con la familia más cercana. Después empezaron a pensar en que les acompañasen muchos amigos y personas importantes en sus vidas y se dispararon hasta los 250 invitados . Sin embargo, llegó el día 21 de marzo, el día en que tenían que casarse, y estos cordobeses sí que tuvieron una boda íntima: los imprescindibles en los momentos más duros del estado de alarma por el coronavirus. Siete personas , contándolos a ellos.
«Lo teníamos todo previsto. Una finca alquilada, un cátering y los invitados», cuentan. El viernes 13 de marzo, el día en que se anunció que se iba a decretar el estado de alarma, Antonio y Ángela comprendieron que no podrían celebrarlo como habían pensado. La celebración estaba suspendida automáticamente, pero hablaron y no tuvieron dudas. «¿Qué hacemos? Seguimos adelante, ¿no?». Y decidieron que aunque no pudieran celebrarlo, el 21 de marzo se casarían, como habían previsto, ya que ambos son cristianos que sabían que lo importante era el sacramento , y no el banquete.
«Nuestra boda iba a ser en San Pablo , pero ya que podrían venir pocas personas lo hicimos en Santa Teresa », relatan. Su párroco, Antonio Reyes , habría oficiado la ceremonia en cualquier caso. Había siete personas: los contrayentes, el sacerdote, el padre y la madre de Antonio y la madre y la hermana de Ángela, que hizo las fotografías. Ni siquiera pudieron llevar los trajes, porque las tiendas donde los estaban preparando cerraron y no podían entregárselos. Tampoco luna de miel , porque eran los tiempos del confinamiento absoluto.
Hoy se confiesan felices con aquella decisión y disfrutan de su vida de recién casados . «Todos nuestros amigos lo han entendido y nos han apoyado, porque son todos personas creyentes », cuentan, mientras hablan de que quizá en julio o septiembre puedan hacer la celebración con los invitados y desde luego el viaje.
![Jesús Luque y Sonia González, que pretenden casarse en agosto](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2020/05/20/s/coronavirus-bodas-cordoba2-kfDB-U407379953460f-510x600@abc.jpg)
Su historia tiene el final feliz que esperan también Sonia González y Jesús Luque . Su boda está prevista para el 22 de agosto en San Pablo y ahora mismo está pendiente de cómo evolucione el coronavirus. Los padres de Sonia viven en Venezuela y las hermanas en Estados Unidos . La movilidad entre países está ahora mismo muy restringida y la boda se celebrará sólo si pueden asistir.
Ella nació en el país caribeño, lleva en España diez años (y tiene la doble nacionalidad) y ahora se va a casar con un cordobés. Tiene invitados que deben llegar desde Chile o Panamá , y también se han puesto una fecha límite: un mes y medio antes de la boda. A partir de entonces decidirán si se casan o si esperan una ocasión en que la familia pueda reunirse. Todos tienen los billetes comprados para estar en Córdoba en ese momento, eso sí, y si necesitan anularlo y que les devuelvan el dinero necesitan cierto margen. Es el momento límite para avisar a la iglesia de San Pablo y al Real Círculo de la Amistad , donde tienen que recibir a sus 150 invitados.
«Sigue habiendo mucha incertidumbre , porque aunque para entonces estaremos en la fase 3 no sabemos si mi familia podrá venir a Córdoba», afirma Sonia. Su caso también es el de una pareja creyente, que ha hecho el camino al matrimonio cristiano con el acompañamiento y la orientación espiritual del sacerdote Pablo Calvo , párroco de la iglesia de San Andrés de Córdoba. Sí tuvieron la previsión de hacer en febrero los cursillos prematrimoniales en Sevilla, donde residen.
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