Belalcázar, un pueblo de Córdoba encastillado

El pasado mes de abril , Belalcázar se convirtió en protagonista no deseado por los casos de coronavirus que se registraron en la residencia de la localidad. El municipio, que por aquel entonces vivía confinado como el resto de pueblos de España, veía con preocupación lo que ocurría en un entorno donde las personas mayores se convirtieron en las más vulnerables. Cuatro meses después, el foco se ha posado de nuevo en esta localidad ya que actualmente sufre un brote que el pasado sábado el alcalde de la localidad, Francisco Luis Fernández , cuantificaba en 21 positivos, esta vez fuera del entorno del centro residencial, que de momento se encuentra libre de casos. Una situación que ese mismo día llevó al equipo de gobierno a reunirse y tomar una determinación: recomendar la reducción de movilidad al máximo , el cierre de los establecimientos de hostelería y la reducción de horarios y cita previa para el resto de negocios.

De los establecimientos hosteleros del municipio tan sólo quedan dos abiertos , el resto ha echado el cierre, según las cifras ofrecidas por el regidor. El responsable de uno de los bares que no ha cerrado explica a este periódico que «se ha notado que viene menos gente, claro que hay miedo», aunque precisa que «seguiremos abiertos con todas las medidas de seguridad que tenemos». Esa ausencia de tanta vida, del trasiego propio de estas fechas, se deja notar también en las zonas más céntricas.

El movimiento sí se deja ver en las farmacias o en los supermercados , con estrictas medidas de seguridad y con distancias que sobrepasan el metro y medio de distancia recomendado, de ahí que se vea a gente en la calle esperando su turno. Esa imagen se entremezcla con los retales de adornos que aún recuerdan que los días en los que se rinde homenaje a San Roque acaban de pasar. «Nosotros cerramos por las tardes, intentamos cumplir todas las normas, ha venido mucha gente y hay más movilidad en el pueblo», explica una de las personas que regenta una de las panaderías del pueblo que resalta que «la preocupación esta vez es mayor porque en abril todo quedó concentrado en la residencia, ahora hay muchos más casos y es más complicado controlar la situación. Tengo personas mayores a mi cargo y tengo que cuidarme».

El Ayuntamiento también verá reducida su actividad porque hasta que la situación esté algo más controlada abrirá tres días en semana , al igual que el resto de edificios municipales. Por el contrario, no abrirán sus puertas las instalaciones deportivas ni tampoco la piscina municipal, mientras que el mercadillo ha quedado suspendido «hasta nuevo aviso». Son las decisiones ratificadas por el alcalde de Belalcázar , que pide «responsabilidad» a sus vecinos porque las noticias no son nada positivas. «No puedo precisar las pruebas PCR que se están haciendo, pero seguro que más de cien», declaró. En el Ayuntamiento e speran conocer más positivos en los próximos días y la alarma ya ha saltado incluso a pueblos vecinos como Pozoblanco o Dos Torres, a donde se desplazan pra trabajar vecinos de Belalcázar .