Coronavirus Córdoba
Ausencia de controles policiales en pueblos confinados del sur de Córdoba
ABC entró y salió este domingo de 8 municipios y recorrió 176 kilómetros en 4 horas sin toparse con patrulla alguna
¿Quién vigila que los habitantes de los pueblos del Distrito Sanitario Sur de Córdoba , que están confinados perimetralmente por su alto nivel de contagios por coronavirus , observan la orden de la Junta de Andalucía de que no salgan de sus municipios y que extreman las medidas de distancia social y de protección corporal? ¿Y quién se asegura de que un vecino de otro núcleo urbano no pise uno de estos términos municipales sin una razón de peso?
La conclusión a la que llegaría cualquiera que este domingo 1 de noviembre -una jornada festiva y propicia, habitualmente, para los desplazamientos- hiciera una ruta por la zona meridional de la provincia sería que apenas nadie está controlando las restricciones impuestas por la Consejería de Salud y Familias.
El pasado jueves, la Subdelegación del Gobierno en Córdoba envió una nota en la que cifraba en cerca de 1.000 los agentes que componían el dispositivo para vigilar el cierre perimetral en esta zona de Córdoba: 850 guardias civiles y 132 policías nacionales, con refuerzo de la Policía Autonómica, según apuntó después la Junta de Andalucía.
Este periódico realizó ayer un recorrido de cuatro horas y de 176 kilómetros desde Córdoba capital por los municipios de Fernán Núñez, Montemayor, La Rambla, Montalbán de Córdoba, Puente Genil, Moriles, Lucena y Monturque, esto es, por un tercio de los pueblos cuyos sus habitantes no pueden salir a no ser por a causa laboral o mayor y a los que tampoco puede entrar un vecino de otra población.
Los ciudadanos con espíritu infractor lo tenían ayer más que fácil, porque en los 176 kilómetros en ruta por las citadas ocho localidades ABC no encontró a ninguna patrulla de la Guardia Civil o los diferentes Cuerpos policiales ni en los accesos a los pueblos —algunos de ellos de una población muy elevada, como Puente Genil y Lucena —, ni en la autovía A-45 (por la que circuló durante más de 90 kilómetros ), ni en las al menos seis carreteras autonómicas y provinciales por la que discurrió el itinerario; además, la presencia de la Policía Local era testimonial o simplemente inexistente en los cascos urbanos.
¿Es tan ejemplar el comportamiento de los vecinos del sur de Córdoba que no necesita que los agentes pongan más celo en sus funciones? La impresión que sacó este periódico en su recorrido es que no. La plaza central de Monturque , por ejemplo, estaba ayer sobre la una y media de la tarde repleta de veladores y buena parte de quienes los ocupaban no guardaban , ni mucho menos, la distancia de seguridad , y tampoco prescindían de la mascarilla solo cuando se llevaban la copa o el tenedor a la boca; el consumo de tabaco en los centros de mesas tampoco faltaba.
Un par de horas antes, el paseo de Matallana en Puente Genil conocía un trasiego de paseantes intenso, la inmensa mayoría de ellos protegidos con mascarillas y distanciados entre sí. Cuestión aparte eran los veladores, que arrastraban el mismo mal que los de Monturque: los de la plaza de la iglesia de San José eran un buen ejemplo de las conductas que hay que evitar para contener la pandemia.
La parte esperanzadora de este relato hay que buscarla en la descripción de las carreteras, que estuvieron muy poco transitadas durante toda la mañana. Valga la muestra que los 30 kilómetros que separan Córdoba capital de Fernán Núñez este periódico solo coincidió con tres vehículos más en dirección a Málaga . El empleado de la gasolinera de que está junto a la carretera que lleva a Montemayor lo resumía bien: «La gente se mueve poco, cada vez menos, ha dejado hasta de ir a las fincas donde tienen los caballos porque están en otro municipio. Otra cosa es lo que ve en el pueblo, que te dan ganas de llorar».
Más carreteras vacías: la CO-3205 que enlaza Montemayor con La Rambla en cuatro kilómetros no se movía una mosca, como tampoco en la A-3133 que une el municipio alfarero con Montalbán . Allí, una patrulla de la Policía Local está atenta a que la hora de la salida de misa no dé problemas de aglomeraciones.
Al rato, en Moriles no había un alma en la calle, tampoco ninguna de la autoridad. Y a Lucena cualquiera entra con o sin papeles. «El único día que he visto un control ha sido el viernes, y no me pararon», dice un comerciante que se hace la ruta hacia Córdoba capital en días alternos y que se toma un descanso en el área de servicio de la A-45 junto a la localidad de la Subbética .
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