Coronavirus Córdoba
El análisis de las aguas residuales de Córdoba muestra un mayor rastro del Covid-19 que los datos oficiales
No hay una correlación exacta con la incidencia acumulada que detectan las Pruebas de Infeccion Activa
Municipios confinados, incidencia, restricciones y medidas contra el Covid en la provincia de Córdoba
La red de vigilancia de aguas residuales (Ravar) sigue detectando rastros genéticos del coronvairus Covid-19 en Córdoba a pesar del descenso en la incidencia acumulada, según el último informe quincenal consultado por ABC, correspondiente a finales de abril y principios de mayo.
Los análisis se efectúan en 12 puntos de muestreo , incluyendo la estación depuradora de aguas pero sin tener en cuenta las zonas de influencia de los hospitales o industrias, que podrían alterar los resultados. Sí se analizan todos los barrios desfavorecidos así como entornos con residencias de mayores. Las áreas que pivotan sobre los puntos de muestreo no se corresponden con exactitud con los barrios tradicionales, pero sí mantienen una unidad geográfica.
Los resultados revelan que en la última semana de referencia (las muestras se tomaron en los últimos días de abril) la detección del virus ha sido muy desigual y no hay correlación exacta con la incidencia acumulada que detectan las pruebas de infección activa (PDIA). Hay tres zonas en las que la presencia del Covid-19 en aguas residuales disminuye respecto al periodo anterior, si bien en dos de ellas se debe a que en los últimos análisis no se ha detectado ningún rastro de ARN, que sí aparecieron en la semana previa.
En otras cinco zonas los valores permanecen igual (dos de ellas sin rastro del coronavirus) y cuatro aparecen con un aumento , una de ellas significativo (el Centro Comercial). En la depuradora ha habido un incremento leve.
Por el contrario, en ese mismo periodo de tiempo la incidencia detectada con pruebas de infección activa disminuyó en ocho de las cuencas analizadas.
Sólo dos de las cuencas analizadas llevan dos semanas seguidas sin encontrar restros genéticos del Covid-19 en las aguas residuales, el Campo de la Verdad y Fray Albino, así como el entorno desde la Mezquita-Catedral hasta San Miguel. En otras dos tampoco ha aparecido en la última semana (Valdeolleros-Brillante y Ollerías con parte de Santa Marina y San Andrés).
El sistema de alerta temprana
La vigilancia de las aguas residuales de Córdoba para detectar el virus comenzó en enero de este año , como parte de una red que puede servir como alerta temprana. Los gráficos muestran que la detección de restos de ARN se ha mantenido relativamente estable hasta ahora, pese al notable descenso de la incidencia acumulada a partir de febrero.
De hecho, en una nota enviada ayer, la Consejería de Salud indica que «actualmente los indicadores de presencia de coronavirus en aguas residuales permanecen estables o en descenso en Andalucía ». Más adelante, el comunicado advierte de que esos mismos resultados «indican una tendencia general ligeramente a la baja en la circulación de coronavirus en la población, aunque en algunos puntos se han registrado aumentos localizados».
Los indicadores «permanecen estables o en descenso en Andalucía», asegura la Consejería de Salud
La detección del Covid en aguas residuales es un proceso más complejo que el que supone la realización de pruebas a pacientes. Requiere primero la toma de muestras en puntos determinados, de lo que se encarga Emacsa, que después se envían al departamento de genética de la Universidad de Córdoba para su análisis. De momento sólo se están analizando en la capital, pese a que Lucena también está incluida en la red de alerta.
Ventajas e inconvenientes
Este método para conocer la extensión del Covid-19 tiene una ventaja respecto a las pruebas de infección activa : no depende de un diagnóstico ni, por tanto, del porcentaje de personas portadoras del virus que no hayan sido detectadas . Puede ofrecer datos más cercanos a la realidad que la incidencia acumulada basada en las PDIA.
Esa característica es, entre otras cosas, lo que otorga valor a estos análisis como red de alerta temprana : si se detecta un aumento desproporcionado del genoma del virus en las aguas fecales, podría adelantar un incremento en la incidencia acumulada -y una mayor tensión hospitalaria- que sólo aparecería más tarde, una vez que empiecen a realizarse los correspondientes diagnósticos. Sus valores se refieren a toda la población, no sólo a la que presenta síntomas o ha sido objeto de una PDIA por cualquier motivo.
Sin embargo, el análisis de aguas residuales se ve afectado por numerosas variables que pueden hacer que aumente o disminuya la detección.
Para empezar, la documentación oficial establece que el Covid-19 permanece en las heces de media 22 días , pero no todos los pacientes excretan el virus y la cantidad y duración del material genético varía de unos individuos a otros.
El clima influye en los datos: a mayor temperatura, el material genético se degrada más rápidamente
Además, los factores climatológicos influyen en los datos que ofrecen las alcantarillas. A mayor temperatura, el material genético se degrada más rápidamente, mientras que si hay lluvias podría diluirse con facilidad. En la semana analizada hubo precipitaciones pero los expertos no encontraron grandes diferencias en los datos.
Otro elemento a tener en cuenta es la extensión de la red de alcantarillado analizada: cuanto más amplia, más recorrido de las muestras a través de tuberías y por tanto más posibilidad de que el material genético termine diluido.
Los químicos desinfectantes empleados para combatir el virus también tienen su impacto. Aniquilan el Covid-19 en hospitales, residencias y centros sanitarios, pero acaban en el desagüe y por tanto eliminan también las pruebas para un análisis genético . Por eso no se incluyen en este tipo de estudios las zonas sanitarias, pero incluso los productos domésticos -como el gel de manos- tienen su impacto. Si las muestras se toman en las horas de máxima concentración de vertidos de desinfectantes, podrían verse alteradas.
Todo ello hace que los análisis de aguas fecales sean un complemento más para conocer la situación real de la pandemia, que se añade a los resultados de otros estudios y que puede ayudar a la toma de decisiones .
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