Coronavirus Córdoba
Vacuna Covid | Los alcaldes de Alcaracejos, Torrecampo y El Guijo recibirán la segunda dosis
Pese a saltarse el protocolo, un cambio en éste señala que «las personas que hayan comenzado la pauta de vacunación con una dosis, deben acabarla con la segunda»; El PP en la Diputación pide a su presidente que exija la dimisión de los alcaldes
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Los alcaldes de las localidades de Alcaracejos -José Luis Cabrera-; El Guijo -Jesús Fernández- y la regidora de Torrecampo, Francisca Alamillo, que se vacunaron del coronavirus a pesar de no tocarle, en base a la estrategia de vacunación, y no pertenecer a ningún grupo de riesto, recibirán la segunda dosis, según ha concretado la Junta en la última actualización del protocolo.
Así, en el texto, en el que también se especifica cómo actuar cuando, de manera puntual, sobren jeringuillas cargadas que haya que usar para que no se repitan casos como los de los citados regidores, se especifica, a modo de «recomendación», que «las personas que hayan comenzado la pauta de vacunación con una dosis, la acaben con la segunda dosis».
Los casos de estos regidores de los Pedroches no son los únicos que se han saltado el protocolo: en Santa Eufemia se han vacunado cinco funcionarios municipales, y en Bonares, en Huelva, una edil ha recibido la primera dosis de Pfizer. La estrategia de vacunación prioriza a los residentes y personal sociosanitario y sanitario que trabaja en los geriátricos y centros de atención a grandes dependientes. También a los profesionales sanitarios y sociosanitarios que están en la primera línea de batalla contra la pandemia.
El PP pide la dimisión de los alcaldes
En este contexto, el vicesecretario de Política Territorial del PP de Córdoba y diputado nacional Andrés Lorite ha criticado que el secretario general del PSOE cordobés esté amparando e intentando justificar a los alcaldes socialistas de la provincia de Córdoba que se han vacunado saltándose el protocolo de las autoridades sanitarias. «Pedimos a Antonio Ruiz que exija la dimisión de los alcaldes que se han vacunado por voluntad propia, saltándose el protocolo de vacunación y con una falta de ética descomunal», afirma.
Lorite ha lamentado que Ruiz intente poner el foco en la administración sanitaria para excusar a estos alcaldes que han admitido haberse vacunado cada uno con una justificación más absurda si cabe. «En ningún caso la administración ha obligado a vacunarse a nadie y menos a quien no le correspondía»; esto es un ejemplo de falta de ética en unos regidores públicos que han actuado bajo la premisa de sálvese quien pueda sin pensar en sus vecinos, muchos de ellos personas mayores que necesitan con más urgencia la inmunidad de la vacuna.
El vicesecretario popular ha pedido a Antonio Ruiz la dimisión de esos alcaldes «como ha pedido el PSOE a nivel nacional, y como ha hecho el Partido Popular con los consejeros de Sanidad de Murcia y Ceuta, sin paños calientes». Y en caso de que no dimitan, prosigue Lorite, «que el PSOE de Córdoba los envíe al grupo de concejales no adscritos en sus ayuntamientos, es decir, que los expulse del Grupo Socialista en cada ayuntamiento».
¿Quá pasa con la vacunación si hay brotes?
Por otro lado, el documento sobre la estrategia de vacunación, al margen de estas novedades, también establece las pautas en los casos de brotes en residencias , que ya se están dando.
Como norma general se mantendrá la vacunación prevista de todos los residentes y trabajadores de estos centros salvo en dos situaciones particulares en las que se pospondrá:
- Casos confirmados activos , es decir, personas con síntomas o sin ellos con una prueba diagnóstica de infección activa (PDIA) positiva en los últimos 10 días: se vacunarán cuando termine el aislamiento -3 días desde la resolución de la fiebre y del cuadro clínico respiratorio con un mínimo de 14 días desde el inicio de los síntomas-.
Aquellos casos que se confirmen entre la primera y la segunda dosis de vacuna recibirán la segunda dosis según el intervalo establecido, siempre que haya terminado el periodo de aislamiento oportuno.
- Casos sospechosos , es decir, personas con cuadro clínico compatible, incluidos pacientes con antecedentes de una PDIA positiva de hace más de 90 días: se vacunarán cuando se haya descartado la sospecha.
Se recomienda la vacunación del resto de personas, incluidos los posibles contactos de casos confirmados, dado que es previsible que en este ámbito se produzcan exposiciones repetidas durante largos periodos de tiempo.
«Con esta estrategia se busca proteger en el menor tiempo posible al mayor número de residentes y trabajadores, en una situación de alta incidencia como la actual. No se espera un mayor riesgo de eventos adversos en personas que hayan pasado la Covid-19. La vacunación no influye para una peor evolución de la enfermedad si alguna persona estuviera incubando la enfermedad en el momento de recibir la vacuna o si se contagiara en los primeros días tras la vacunación. La vacunación no interfiere con las pruebas diagnósticas (PCR o test de antígeno)», recoge el protocolo.
En estos centros, durante el periodo de tiempo que dure la vacunación, se extremarán las medidas de protección tanto del personal que administre la vacunación, como de todos los residentes y trabajadores.
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