Coronavirus Córdoba
El alcalde socialista de Alcaracejos (Córdoba) también se vacunó con una dosis sobrante en una residencia
El regidor, de 34 años, sostiene que las enfermeras le dijeron que en caso contrario, el contenido iría «a la basura»
La alcaldesa de Torrecampo se disculpa por ponerse la vacuna y el PSOE de Córdoba la suspende de militancia
El alcalde de El Guijo (Córdoba) también se vacuna del Covid en la residencia de ancianos del pueblo
El alcalde de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE) , aprovechó una dosis sobrante de la vacuna en una de las dos residencias con que cuenta la localidad el pasado 31 de diciembre , en un caso muy parecido al de su homóloga de Torrecampo , Francisca Alamillo .
En conversación con ABC, Cabrera, de 34 años de edad y que no está en los grupos que ahora mismo toca vacunar, ha reconocido que recibió la vacuna de Pfizer pese a no estar en un grupo de riesgo (tiene 34 años). «No lo he ocultado y lo sabe todo el pueblo» , ha indicado.
El regidor ha relatado con detalle lo que ocurrió el día de Nochevieja. Aunque el 31 de diciembre no era jornada laborable en el Ayuntamiento de Alcaracejos, Cabrera decidió visitar las dos residencias del municipio para «dar ánimos» a los residentes que iban a recibir el primer suero de Pfizer/Biontech.
A las 13 horas, asegura, recibió una llamada de una enfermera del equipo de vacunación. «Me dijeron que habían sobrado tres y que iban a la basura . Me pidieron pasarme para ponerme una», aclara.
Esta versión de los hechos choca con el protocolo establecido por la Junta para aprovechar las dosis sobrantes . Cada vial tiene compuesto suficiente para aplicar seis vacunas, y una vez abierto hay que terminarlo, por lo que no es extraño que quede algún recipiente sin aprovechar por completo. La vacuna puede aguantar hasta cinco días en su envase una vez descongelada , según las fuentes autonómicas consultadas por este medio.
La Consejería de Salud establece que en estos casos los viales sin terminar deben retornar al hospital de referencia (en este caso, el de Pozoblanco) para aplicarlas a los profesionales sanitarios. Según Cabrera, no fue eso lo que ocurrió en Alcaracejos.
El alcalde aceptó ponerse la vacuna en ese momento porque, recuerda, llevaba semanas convenciendo a los trabajadores y ancianos de las residencias (en torno a un centenar según sus cuentas) de que no rechazaran la inoculación. Tampoco valoró la opción de emplear esas dosis con otras personas en grupos de riesgo, porque «yo no soy nadie para decidir eso».
Ante esta situación, Cabrera se pregunta «¿donde está la Consejería de Salud? ¿Dónde está el dispositivo que coordina esta vacuna para saber a quién le ponen las dosis y que no sea una enfermera quien decide ?».
Posteriormente, el alcalde ha enviado una carta a sus vecinos explicando la polémica. En su misiva, Cabrera añade que en esos días había «cierto recelo» en el país ante la llegada de la vacuna, y Alcaracejos fue de los primeros municipios en recibirla. Por ello, «cuando a mí me llamaron diciéndome que de lo contrario la tirarían mi primera pensamiento fue que tenía que ponérmela porque no pudiera parecer que yo no me fiaba».
Cabrera pide perdón a sus paisanos en la misiva y sostiene que «si volviera atrás no me la hubiera puesto, porque yo no tenía intención de ello».
El primer caso conocido
Éste es el segundo caso que se conoce de un alcalde de la provincia de Córdoba que aprovecha una de las vacunas sobrantes en la campaña de inmunización de las residencias, en ambas ocasiones regidores socialistas .
El primero salió a la luz pública la semana pasada tras una denuncia del PP. Se trata de la alcaldesa de Torrecampo, Francisca Alamillo , quien reconoció el empleo de la vacuna de Pfizer pese a no estar en un grupo de riesgo. Lo hizo a través de un comunicado de su partido en el que también pidió disculpas por su actuación.
Alamillo justificó su vacunación alegando que sobraban dosis tras haber terminado de aplicarlas a residentes y trabajadores de la residencia, cuyo patronato ella misma preside. Posteriormente, y tras reconocer los hechos, el PSOE provincial le ha abierto un expediente y la ha suspendido de militancia de forma cautelar, mientras se aclaran los hechos.
La Junta de Andalucía , responsable de la gestión y aplicación de las vacunas, ha abierto una investigación al respecto. Fuentes autonómicas consultadas por ABC aseguraron que en un principio la alcaldesa de Torrecampo no podía ser beneficiaria de la vacuna.
Un tercer caso acaba de conocerse: se trata del alcalde de El Guijo, el independiente Jesús Fernández.
Noticias relacionadas