Coronavirus Andalucía

Así serán las visitas a las residencias de mayores de Andalucía en zona de fase 2

Cita previa, un familiar por residente, a ser posible el mismo, toma de temperatura previa y espacios de encuentro cercanos a la puerta estrictas

El Gobierno elimina definitivamente las franjas horarias en la fase 2

Internos en una residencia de mayores de Córdoba Valerio Merino
Francisco Poyato

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Tras más de dos meses aislados y sin contacto con familiares, los mayores de residencias o también aquellos usuarios internos de centros de discapacidad o viviendas tuteladas podrán mantener encuentros con sus seres queridos una vez que Andalucía (salvo Málaga y Granada) han entrado en fase 2 desde este lunes.

La Dirección General de Cuidados Sanitarios de la Consejería de Salud y Familias ha cerrado un extenso manual de recomendaciones para regular estas visitas o los paseos con ellos. Las recomendaciones, a las que ha tenido acceso ABC, van dirigidas a aquellos centros en los que no hay casos positivos activos . Son «pocos» los que tienen aún personas contagiadas, a juicio de Salud, y matiza que «también es improbable que ocurra una nueva infección por Covid-19 siempre que se mantengan las medidas de higiene y de prevención recomendadas».

En estos momentos, y según los últimos datos hechos públicos por Salud, hay 2.053 positivos con PCR en residencias de mayores andaluzas , sólo 8 casos más en los últimos 14 días. El total de positivos confirmados asciende a 2.691 (se añaden los detectados por test rápidos). El número de residentes fallecidos asciende a 552.

Espacio cerca de la entrada

¿Cómo serán las visitas o los paseos a partir de ahora con los mayores de las residencas andaluzas en Fase 2? Las visitas serán previamente concertadas y su número dependerá del tamaño del centro . Sólo se permitirá entrar a una sola persona porresidente y «a ser posible» que siempre sea la misma. Se le tomará la temperatura al entrar y en caso de que presente fiebre (más o igual a 38 grados) o febrícula (entre 37 y 37,9 grados) no se le dejará acceder a las instalaciones.

Con anterioridad, este familiar debe hacer una declaración responsable de que no presenta síntomas relacionados con el coronavirus (fiebre, tos u otros relacionados) ni en ese momento ni dos semanas atrá, ni tampoco haber estado en contacto con algún infectado en los últimos 14 días previos a la visita. También en el momento de su llegada al centro deberá lavarse las manos, llevar mascarilla puesta y «procurará limpiarse los zapatos (pediluvio o calzas), recibiendo en ese momento por parte de los empleados del centro la información precisa para evitar el riesgo de contagio y el contacto físico. «Si el familiar no cumple las medidas de higiene y prevención se le podrá denegar el acceso al centro », reza en esta instrucción.

La zona de visitas será un espacio habilitado por la residencia lo más cerca posible a la puerta de entrada . La presencia de cartelería informativa debe ser permanente. Si el residente no puede desplazarse hasta ese punto, la residencia fija entonces el flujo de entrada y salida al lugar donde se encuentra. La Junta incide en este punto en que «se valorará el poder realizar las visitas en los espacios exteriores» del centro si los hubiere manteniendo las lógicas medidas de prevención. En este punto, el documento recuerda la distancia de dos metros, la disponibilidad de geles hidroalcohólicos, la ventilación de las salas o « evitar que residente y visitante compartan objetos , quitando aquellos que no sean imprescindibles». Una vez concluya el encuentro habrá que limpiar el espacio en el que se ha producido.

En esta recomendación a la que ha tenido acceso ABC se pone especial énfasis en aquellos mayores en «situación de últimos días . Para estos casos, la Dirección General de Cuidados Sociosanitarios recomienda un «contacto más estrecho entre familiar y residente para lo que deberá dotarse de material de protección adecuado, como mínimo mascarilla, guantes, bata y protección para los pies».

Un trabajador de una residencia lleva a un residente en silla de ruedas Valerio Merino

Paseos exteriores

¿Cómo se organizarán los paseos? Se permite la salida del residente solo o acompañado de su cuidador habitual (familiar o no) en función de su grado de autonomía. Todos deberán cumplir las mismas medidas profilácticas: uso de mascarillas y lavado frecuente de manos con gel hidroalcohólcio. Al regresar al centro, el interno debe volver a lavarse las manos y cambiará de mascarilla. Se recomienda por parte de la Junta que tome un baño y se cambie de ropa .

En este punto la Junta de Andalucía cree que se debe llevar por parte del centro un registro de familiares que acompañan a las personas residentes durante estos paseos para controlar la «trazabilidad en caso de que pueda producirse un positivo».

El resto de medidas y organización interna no cambia. Cada centro deberá fijar un protocolo de visitas en el que establecerá las distintas fases de transición hacia la normalidad. No cambia nada en torno al protocolo de higiene y limpieza fijado desde el Ministerio de Sanidad para estos centros así como las medidas entre personal y usuarios de distancia física, uso de mascarillas quirúrgicas, lavado de manos frecuente y la vigencia de un plan de contingencia en cada uno de ellos.

«El aislamiento y confinamiento está teniendo un impacto importante sobre la salud física y emocional de las personas de gran vulnerabilidad por lo que se hace necesario recuperarespacios comunes»

La Dirección General de Cuidados Sociosanitarios cree que «tras dos meses de confinamiento» las personas residentes en este tipo de centros «presentan una necesidad cada vez mayor de recuperar cierta normalidad en su vida cotidiana». Insiste además en que «el aislamiento y confinamiento está teniendo un impacto importante sobre la salud física y emocional de las personas de gran vulnerabilidad» por lo que «se hace necesario recuperar espacios comunes».

Hay que combinar la flexibilidad con el cuidado para beneficiar a la psicología. Por ello, y siempre con la premisa de que se «garantice al máximo la seguridad» con medidas de prevención, higiénicas y sanitarias disponibles para evitar un «potencial riesgo de contagio», los responsables de esta área creen que es «de especial relevancia restablecer con la mayor normalidad posible el régimen de visitas » y el contacto con amigos y familiares en estas viviendas tuteladas, centros de discapacidad o residencias de mayores.

Una auxiliar trabaja en su despacho junto a la sala de estar de una residencia de Córdoba Valerio Merino

Proveedores

Otro de los aspecto que esta norma regula es la relación con los proveedores de todos los centros integrados en el ámbito de aplicación. En el caso de aquellos profesionales que surten de servicios a los residentes ( podólogos, fisioterapeutas o peluqueros ), éstos deberán usar mascarilla y tener higiene de manos frecuente.

Rige el mismo control que los familiares en cuanto a toma de temperatura, declaración responsable sobre síntomas o contacto con la Covid-19, cubrir su ropa con bata o usar otro atuendo diferente; el servicio será individual y con cita previa y deberá portar material desechable (si no fuera posible, desinfectarlo en cada uso).

Para los proveedores de material (alimentación, vestuario, material sanitario,....) el centro controlorá el flujo de acceso y entrega contando, además, con un listado de proveedores autorizados «con especial importancia respecto a los equipos de protección».

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