Coronavirus Andalucía
La Consejería de Salud activa un protocolo para frenar el avance de la cepa británica en Andalucía
Los sanitarios extreman la vigilancia y preguntan ya a los contagiados si han estado en Gibraltar o Reino Unido
Las dos luces rojas que avisan de una subida en la curva de la pandemia de coronavirus en Andalucía
Así actuará la Junta para analizar los casos de la nueva cepa británica
La Junta de Andalucía ha empezado a tomar medidas de seguimiento y control de la nueva cepa del coronavirus detectada en el sur de Inglaterra , que por lo que se sabe hasta ahora es mucho más contagiosa que la que se ha combatido en la primera y segunda olas de la pandemia. Para evitar que el Peñón se convierta en un coladero de la mutación desde el Reino Unido, la Junta de Andalucía ha cerrado los ocho municipios del Campo de Gibraltar , mientras la colonia británica ha confinado a su población durante 14 días.
De momento el número de casos confirmados con esta variante del Covid-19 es muy escaso, apenas 30 en todo el país hasta el día de ayer. Pero la Junta ha decidido extremar las vigilancia para frenar la expansión de una cepa que se transmite hasta un 70 por ciento más rápido que la original.
Una circular interna de la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Salud y Familias, fechada el 29 de diciembre de 2020 y a la que ha tenido acceso ABC, determina los protocolos a seguir a partir de ahora, que suponen nuevas funciones para los sanitarios que realizan las pruebas analíticas y los rastreadores . El documento establece «la necesidad de encuestar adecuadamente a los casos confirmados de Covid-19 y, en este caso, realizar una búsqueda activa interrogando si han estado en Reino Unido o Gibraltar durante el periodo de incubación». Si la respuesta es positiva, la Consejería activa nuevas medidas.
En primer lugar, el personal de Servicio Andaluz de Salud (SAS) tiene que notificar a la Red Alerta y al Servicio de Vigilancia y Salud Laboral de la Junta la detección de un positivo por Covid-19 que ha estado en Gibraltar o Reino Unido. El segundo paso es remitir las muestras tomadas a esos pacientes hasta los escasos puntos de Andalucía capaces de realizar una secuencia completa del genoma del virus detectado. Es el único modo de determinar si la infección se ha producido con la variante conocida hasta ahora, la mutación británica o, incluso, «una variante diferente».
Solo con la PCR
Salud Pública, de acuerdo al protocolo consultado por este periódico, tiene la última decisión sobre qué muestras pueden o no enviarse a un laboratorio para establecer su secuencia genética , y sólo después de realizar una «valoración epidemiológica». Además, únicamente se analizarán casos detectados mediante la técnica PCR, más fiable -pero más lenta y costosa- que los tests de antígenos ya que detectan el ARN del virus de forma directa y en cualquier momento de la infección. Por el contrario, las pruebas rápidas de antígenos que la Junta está empleando, por ejemplo, para los cribados masivos en las poblaciones , requieren de un tiempo de incubación previo para detectar con certeza el contagio, lo que puede dar lugar a falsos negativos. Esa posibilidad dejaría una puerta abierta a la difusión de la nueva cepa.
Una vez confirmada la infección por la cepa británica, u otra desconocida hasta ahora, la circular de Salud Pública ordena al personal del SAS intensificar «la vigilancia sobre los contactos estrechos del caso confirmado insistiendo en la importancia de la cuarentena para evitar la transmisión y se realizará un seguimiento especial de los brotes que se detecten».
La Junta de Andalucía estima en su circular que la capacidad de contagio de esta nueva cepa es un 70 por ciento superior a la conocida hasta ahora, aunque no hay pruebas de que la enfermedad que provoca sea más grave.
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