CÓRDOBA Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
El Cambio Climático en Córdoba |Un plan de 17 millones del Ayuntamiento contra sus efectos
Las medidas municipales adaptarán la ciudad a un entorno con aún más calor, menos lluvia y daños en el medio ambiente
Los escenarios pueden ser optimistas o pesimistas, y estos últimos aterran: temperaturas de cerca de cincuenta grados en verano , etapas más prolongadas de sequía pero con episodios de lluvias torrenciales que harían crecer el nivel del Guadalquivir notablemente y una pérdida muy significativa de la calidad de vida. Se habla del cambio climático y en Córdoba , en el corazón de Occidente, se sufrirán consecuencias, que podrán ser mayores o menores según la previsión, pero que ya tienen cuantificación.
El Ayuntamiento de Córdoba tiene un Plan Estratégico de Adaptación al Cambio Climático , que recoge inversiones a desarrollar por valor de cerca de 17 millones. Antes de entrar en vigor, necesita adaptarse a la normativa autonómica, y la Junta de Andalucía todavía tiene pendiente desarrollar el suyo. Aún así, la hoja de ruta está trazada y en primer lugar se dedica a establecer un escenario para los próximos años.
Así, dentro de poco más de una década en 2030, el escenario sería un invierno con temperaturas de 0,6 grados más, tanto máximas como mínimas, y con un 3 por ciento menos de precipitaciones. En verano las máximas habrían subido 0,9 grados y las mínimas 0,7. Habría 20 días cálidos más y 23 noches de las llamadas tropicales , y las cifras se multiplicarían en el año 2050, en que las temperaturas máximas en verano habrán subido en casi tres grados con respecto a lo que sucede ahora.
Menos precipitaciones
La pérdida de precipitaciones , que también sería acusada, repercutiría en muchos sectores. No sólo en la agricultura, tan presente en toda la provincia, sino también en el acceso al agua , que depende de los recursos que se almacenan en los embalses.
Una situación de sequía prolongada afectaría, pero también tendría incluso efectos en la demografía, porque el deterioro de la agricultura llevaría a más gente a la capital.
Con este diagnóstico coincide en una gran parte Rafael Villar , profesor de Ecología en el Departamento de Botánica, Ecología y Fisiología Vegetal de la Universidad de Córdoba. Explica que el cambio climático es una certeza para la totalidad de la comunidad científica: «Se sabe que la temperatura se ha incrementado en el último siglo 0,85 grados en todo el planeta».
¿Por la acción del hombre? El consenso es prácticamente unánime, y por eso muestra las tablas en que se recogen las glaciaciones y los periodos de calentamiento de la tierra. « La tierra está calentándose después de la última glaciación, sí, pero nunca lo ha hecho a este ritmo», cuenta.
Para él, la temperatura podría subir hasta cinco grados cuando esté terminando el siglo XXI. «Todas las gráficas, desde las más optimistas a las más extremas, presentan una pendiente ascendente», dice. Es decir , en todas las posibilidades sale que habrá más calor, y eso en Córdoba es ya un signo bastante inquietante.
Las lluvias serían menos frecuentes, pero también torrenciales, por el calentamiento del Mediterráneo , y eso sería muy negativo para la erosión, ya que en lugar de beneficiar a los cultivos, arrastraría el suelo a los ríos y al fondo de los estanques.
El documento del Ayuntamiento se divide en tres tomos y el segundo de ellos, tras establecer el escenario, habla de las vulnerabilidades, de los puntos en que Córdoba tendría mayor sufrimiento. Por eso establece una serie de sectores en los que tendrían impacto los distintos efectos del cambio climático, y que, sobre todo por el calor extremo, tendría consecuencias graves en el turismo, los recursos hídricos, la educación y la salud, entre otras muchas cosas.
Adaptación
Para eso se realiza un diagnóstico, según las distintas zonas de Córdoba en función de la vulnerabilidad , y que resulta especialmente alta en el Casco urbano de la ciudad y menos en la Sierra, por la presencia de mayor vegetación y biodiversidad. Esa zona sería la menos propensa a la desertificación, pero también la más sensible a los incendios, por la mayor presencia de vegetación, y ya que este fenómeno también sería mucho más frecuente en el nuevo escenario meteorológico , según los expertos. Incluso se clasifica la zona habitada del término municipal por la vulnerabilidad y la adaptación de sus viviendas.
El Centro de Córdoba , ahora más despoblado, sería el lugar menos vulnerable a la contaminación por el tráfico, ya que está más restringido, al igual que algunos espacios en el Norte, Poniente y Levante . El sur y el sureste serían los más expuestos, según el documento municipal.
El documento municipal establece una amplia serie de medidas que se tienen que desarrollar primero a corto y medio plazo y después a largo y muy largo, al menos con efectos hasta el año 2050, y que van desde la educación hasta las infraestructuras, desde la eficiencia energética hasta un cambio en el uso del agua. Se trata de buscar lo que el plan llama «la resiliencia», la capacidad adaptativa, que implica mejorar el uso del agua , pero también proteger los espacios naturales como espacios que pueden proteger a Córdoba de los efectos del cambio climático. La cifra corresponde a una inversión elevada, que roza los 17 millones, con la posibilidad de solicitar varias vías de financiación externa, sobre todo europea.
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