Coronavirus

Córdoba, con el reto de no dar pasos atrás durante la campaña previa a la Navidad

La vuelta a la normalidad, sin restricciones, se realizará en un momento de intensa actividad social

El presidente y el consejero Aguirre, ayer Europa Press

Rafael Ruiz

Cualquier cábala con la Navidad es una quimera aunque, por primera vez desde marzo de 2020, Córdoba puede afrontar el periodo previo a las fiestas con una situación de normalidad con matices. El comité territorial de alertas se tiene que reunir hoy para conocer qué pasa en el caso de los cuatro distritos sanitarios de Córdoba. Dado que todas las zonas sanitarias se encuentran por debajo de 50 casos por cada cien mil habitantes, sería una noticia que toda la provincia de Córdoba no pase a nivel cero de una vez. Lo normal es cruzar la meta volante . Es decir, lo que había hasta el 13 de marzo de 2020 pero con mascarillas, mayor desconfianza social y esas manos oliendo a gel hidroalcólico.

Lo que salió del comité de expertos no tiene por qué llegar, ni mucho menos, hasta las navidades. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, declaró que se trata de medidas absolutamente reversibles. Si las cosas empeoran, se podría volver a un control de aforos y a menos horarios en determinadas actividades. De hecho, la organización de eventos se convierte en estos momentos en algo aún más difícil de lo que ya era. Se juega con el sentido común. Ya no hay reglas concretas que digan que no se puede cubrir un porcentaje concreto del aforo de un lugar cerrado. La mascarilla sí sigue siendo un elemento obligatorio en espacios cerrados y aconsejable en abiertos cuando no se puede guardar la distancia de seguridad porque depende exclusivamente de una decisión del Ministerio de Sanidad que no ha sido revertida.

De cara a la campaña prenavideña , que ahora arranca a efectos comerciales, los efectos son evidentes. Los hosteleros no tendrán que estar con el rabillo por encima del hombro para que no se sienten un número de personas concreto en torno a una mesa. Las normas serán las que establezcan las ordenanzas municipales. Eso quiere decir que se podrá seguir multando a quien supere aforo pero será el establecido estrictamente en el local.

La Junta ha anunciado que quiere hablar con las empresas que organizan eventos de cierta magnitud, como las que llevan ocurriendo en toda Europa desde hace muchas semanas, para realizar protocolos de entrada y salida. De cara a los servicios básicos, se retoma la actividad normal en los centros de salud , un aspecto clave de la vida en comunidad. El comercio no tendrá gran incidencia porque ya se le habían eliminado los topes de aforo y el asunto de horarios no le afecta.

A efectos de grandes eventos como los que se programarán de aquí a la Navidad en Córdoba, el asunto implica una mera matización de los que se celebran en espacios abiertos y una gran liberación de los que se llevan a cabo en lugares cerrados. El Ayuntamiento de Córdoba sigue teniendo en marcha su programa de vigilancia tecnológica porque las indicaciones, que no restricciones, siguen estando ahí. Decaen, porque estaban ligadas al nivel 1 de incidencia, las medidas relacionadas con la organización de procesiones religiosas, que tendrán que actualizarse en virtud del acuerdo.

La clave, en los meses venideros, es que las cosas sigan como están dado que se están consiguiendo cifras de Covid tan bajas que resultan inauditas viniendo de donde venimos. La administración de la vacuna pediátrica y la organización de un ciclo vacunal que contenga el virus, a expensas de la aparición de nuevas variantes, se convierte ahora en la incógnita.

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