Agricultura

Córdoba lidera la caída del precio de las fincas olivareras

La tendencia al encarecimiento se frenó hace dos años y en el último ejercicio las explotaciones se depreciaron un 6%

Una explotación agrícola VALERIO MERINO

Pablo Cruz

HASTA 2019 el valor de las explotaciones agrarias en Córdoba había experimentado incrementos en función de una mayor demanda de esos suelos, y son más cuantiosos esos encarecimientos en aquellas tierras sembradas de cultivos con una rentabilidad contrastada, como era el caso del olivar .

Esa era la realidad de este mercado en el periodo comprendido entre 2014 y 2018 , pero hace dos años la tendencia cambió y empezaron a registrarse bajadas de los precios de venta, en algunos casos de manera importante, de las plantaciones oleícolas como consecuencia del hundimiento de las cotizaciones en origen del oro líquido 2020 continuó por la misma senda.

Según las estadísticas oficiales publicadas recientemente por la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible correspondientes al pasado año, el valor de las fincas de secano dedicadas a la producción de aceituna con destino a la molturación de aceite de oliva se colocaba de media en los 27.194 euros por hectárea. Son 1.660 euros menos que 12 meses antes, lo que supone un descenso del 6 por ciento.

Zumo de aceituna

Se trata de la caída del precio de estas explotaciones más elevado en Andalucía, ya que se situó por encima de Granada (-4%), Jaén (-3%), Málaga (-3%) y Sevilla (-2%). La buena noticia es que el retroceso contabilizado en 2020 no fue tan elevado como ocurrió el año anterior, que llegó a un 12 por ciento. Fue en este tipo de plantaciones donde más afectó negativamente el descenso de las cotizaciones del zumo de aceituna cobradas por los agricultores .

El crecimiento del olivar desde 2014 venía dado principalmente de una mayor apuesta por la modalidad intensiva y con riego. No obstante, estas explotaciones también registraron mermas en este capítulo, aunque no tan intensas como en el caso del secano al colocarse en un -2 por ciento frente al retroceso del 5 por ciento correspondiente a 2019.

El valor medio

El valor medio llegó a los 34.820 euros por hectárea. El delegado a nivel nacional de Zona Rural de Tecnitasa, Luis López Crespo , señaló que «la incertidumbre que arrastraba el sector olivarero en 2019 continuó el año pasado como consecuencia de los bajos precios». Es verdad que el valor de mercado experimentó una tímida subida cuando comenzó la última campaña, pero a finales de 2020 los dígitos se mantenían en unos niveles por debajo de los costes de producción.

La situación ha sido muy diferente en 2021 . Este experto indicó que en lo que va de año ha aumentado considerablemente el interés por fincas de olivar superintensivo de riego debido a sus mejores precios y a su mayor rentabilidad. «Los primeros meses de 2021 han sido una locura con la demanda de este tipo de explotaciones», afirmó el tasador, quien reveló que las consultas y las llamadas sobre las plantaciones olivareras y las de almendro se están recibiendo fundamentalmente de inversores y de grupos de inversión, sobre todo de sectores como el industrial o el comercial que desean diversificar su actividad. Según afirmó el especialista, este hecho está dificultando la compra de propiedades rústicas a los agricultores profesionales.

Dehesas

A su juicio, las fincas ganaderas ubicadas en las dehesas del Norte también suscitan mucho interés entre los posibles compradores. El representante de Tecnitasa apuntó que lo que está ocurriendo con el olivar, los frutos secos y las explotaciones ganaderas debería tener su traslado en forma de incrementos de precios de la tierra cuando la Administración autonómica presente su estudio sobre el ejercicio 2021.

Un hombre entre olivos ARCHIVO

En lo que refiere al viñedo, los problemas endémicos que arrastran las explotaciones encuadradas en la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles con continuas pérdidas de superficie en los últimos 40 años hasta quedarse ya por debajo de las 5.000 hectáreas tienen su reflejo en lo que se ofrece por una finca de esta naturaleza. En 2020 se alcanzaron los 32.632 euros por hectárea, un 3 por ciento menos.

La realidad fue bien distinta el año pasado en el caso de los cítricos, ya que este cultivo ocupó el primer puesto en cuanto al valor medio de sus fincas, con una ratio que alcanzaba los 40.008 euros por cada 10.000 metros cuadrados, una cifra que supuso un incremento del 4 por ciento respecto a la anualidad anterior.

Fuerte demanda

López Crespo explicó que estas explotaciones, ubicadas en su mayoría en la Vega del Guadalquivir , acumulan algunos años de una fuerte demanda, «sobre todo gracias a que se han introducido en la zona nuevas variedades diferentes a las tradicionales, pero que tienen una buena salida en el mercado, lo que propicia el interés de muchos inversores».

El estudio del departamento dirigido por Carmen Crespo también hace referencia a los cultivos herbáceos, un sector que lleva años sufriendo una profunda crisis de rentabilidad y que en 2019 registró un descenso del 1 por ciento de sus valores en lo que refiere a la variedad de riego y un aumento de un punto para el secano. El informe indica que las tierras destinadas a pastos experimentaron una bajada al mismo nivel que los herbáceos de riego.

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